Decides actuar por impulsos, dejándote llevar

Sintiendo cada milímetro de tu cuerpo,

disfrutando de esa caricia,

porque sabes que te lo mereces,

porque has dado mucho y has recibido bien poco;

Para, olvida, blanco, negro.

Abres los ojos, comienza tu nuevo día,

la lluvia te ayuda a borrar,

a limpiar todo resquicio de piedad.

Comienza otro día en el que aceptar que no hay otra verdad

la mejor caricia es la que tu te das.

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