Creo que no podía asimilar lo sucedido, no lo sé.
Me encontraba en un lugar muy diferente a los anteriores. Sentía una especie de libertad no deseada, lo cual me hacía sentir extraño. Porque de forma común creo que solemos buscar constantemente la libertad plena de nuestras vidas, solo que no sabemos que, anterior a esta, la mayoría nos encontrábamos enfrascados en una realidad guiada por otros.
Es como quitarle los hilos al títere y abandonarlo pero que luego él se pregunte, ¿qué sigue ahora?, ¿acaso tengo permitido moverme?
¿Acaso puedo moverme por mis propios medios? ¿Mi cuerpo tiene la suficiente fuerza para mantenerse de pie por sí solo?
Repito, no lo sé.
Era un momento crítico, me sentía como en la fila de un aeropuerto; sin pasaje para ningún destino, pero con una maleta, sin saber que había dentro de ella.
Pero entonces, ¿por qué estoy en la fila?
O algo más importante, ¿cómo llegue a este lugar?
Miro a mi alrededor por un momento y me cuestiono:
¿Por qué la fila va hacia adelante? ¿Qué hay detrás nuestro que no logramos observar?
O incluso, ¿qué hay hacia los costados?
Lo que más me intrigó fue, ¿por qué todos sin razón alguna lucimos igual?
¿Acaso todo esto esta orquestado?
Repito, no lo sabía, no en ese momento.
Lo primero que pensé fue en desear volver a mi estado anterior, a mi zona de confort, en donde cada paso y acción era responsabilidad de otro. Realmente lo deseé por un momento.
Pero no sé por qué empiezo a pensar que por algo, supongamos que “DESPERTÉ”. Algo me hizo llegar a ese escenario: el lugar donde todo se ve y todo se siente.
En donde segundo tras segundo todo se transforma en un aprendizaje, todo acto tiene una metáfora oculta que antes no vi o bueno, quizás sí vi, pero no estaba prestando atención.
Entre todo eso me termino encontrando conmigo mismo, veo las aspiraciones que llegué a tener, todas las promesas que me hice en el pasado, llego a charlar con él sobre las experiencias que nos marcaron y cómo salimos valientemente de cada tormenta. Realmente extrañaba a ese tipo…
Todo empieza a cobrar otro color, de repente todo paso de caos y miedo a alegría y voluntad de querer vivir, guau… Cuánto extraña vivir, cuánto extraña ser feliz.
El camino va a ser de seguro difícil, los baches van a seguir apareciendo.
Pero cuento con una carta secreta que lamentablemente no sé si todos tienen, cuento con algo que en momentos críticos va a ser mi mayor aliado y motivador.
Cuento conmigo y las increíbles ganas de vivir…
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