¿Soy suficiente?

…

Siempre tengo hambre de cariño, pero a veces ni siquiera soy yo mismo.

Qué instante maravilloso
sería si
me ata la locura hoy a mi lado frontal de la vida.
Ayer en la noche
volvió a aparecer ese Isaac del espejo
y aseguró su residencia
en el dorso de mi sombra.
Me decía: hazlo
y yo solo hilvanada agujas espesas
que danzaban en mi sangre.
No lo he dicho, pero hay ese otro yo
que me susurra castigos
hambres de pájaros y púas

y qué es lo que voy a hacer?
Yo quería que uno de tus dedos penetrara
en mi hoja,
ya conozco el desgrano del miedo.
Y ando con el exilio pegado al paladar.

Hoy hay agujas en mi sangre.
Me ocultaré en el lenguaje.

La cantidad de fragmentos tras tu despedida
¿despedida?
es inmensa
Ojalá puedas retomar todos los pedazos
¿puedes?
Y sino pues ya me iré por la blanca monarquía de las alas.

Tuvimos un exceso de noche.
Yo estoy de este lado. ¿Tú de qué lado estás?
Me iré a anidar un poema
si vuelves, espero oler tu vieja manía de niño.

Ha pasado un transeúnte, soy yo
iré con él de la mano hasta que me toque
de nuevo este nombre.
Isaac no te dieron suficientes adjetivos.