Recomendacion: Para acompañar la lectura escuchar mientras de fondo One Without – Oliver Coates
Sentado en una parada del metrobus de la boca, comienzo a pensar en las mismas incógnitas en las que caigo siempre. Madrugada de domingo, 2:00 am, la ciudad de Buenos Aires en paz y silencio… una noche nostálgica y tranquila. Volvemos con unos amigos de un tour por la noche de los museos que culminó en el Paseo de las Artes Pedro de Mendoza.
No defino si fue por las pinturas de Diego Ibañez o por las de Lara Palma que termino encontrándome en un aura de Sentipensante pero, de repente, al final de la noche sentado con mis amigos esperando el colectivo que nos acerque a Parque Patricios logro visualizar, en las ventanas de algunos departamentos de alrededor nuestro, varias luces prendidas a altas horas de la noche.
Al lado mío en los asientos de la parada de colectivo, mi amiga Lucía, cansada por el reciente trayecto recorrido y porque de seguro no había podido descansar bien el día anterior, la encuentro observando hacia el frente lo que para mí, era una imagen recurrente por las noches: distintos balcones o ventanales de varios departamentos de la zona, iluminados por dentro, reflejando por fuera que todavía en la tranquila madrugada de un domingo, aún habían personas que a altas horas de la noche se encontraban despiertos ante un propósito propio o ajeno.
Pero no me refiero a una gran cantidad de gente, tampoco estoy hablando de pisos enteros… sino a dos o tres luces que logran ser vistas gracias a ese edificio que está casi completamente a oscuras, reflejando la noche misma. Le pregunto a Lucía – ¿Qué cosas estará haciendo una persona a estas horas de la noche? O incluso… ¿Por qué cosas estará pasando una persona a estas horas de la noche? – Juntos comenzamos a elaborar distintos escenarios de cada posible situación y llegamos a pensar en:
● Podría ser una persona cuestionándose su elección de carrera universitaria…
● O una madre soltera desvelada por no poder lograr que su bebe concilie el sueño…
● Tal vez un\a joven adulto\a mirando una serie o película tratando de encontrar algún escape de sus problemas personales o tratando de encontrar alguna respuesta de la misma que no puede por sí mismo\a…
● Quizás una chica teniendo una llamada necesaria con su mejor amiga que se encuentra en alguna crisis propia…
Porque sin tratar de prejuzgar, termino opinando con Lucía el hecho que el detalle del horario en cuestión es el punto clave para dar a entender que normalmente pueden ser casos de distintas problemáticas en los que alguien en una madrugada de un domingo se encuentra.
Esos momentos de total introspección que termina alargando el tiempo en que uno se encuentra despierto, dejando así un casi interminable debate con uno mismo o incluso con otra persona, si es que logramos encontrarla.
Aunque parezca una hipótesis un tanto negativa o una opinión sin veracidad ni información, solo creo que son momentos valiosos donde nos encontramos fuera del ojo público, fuera de la mayoría de las distracciones y terminamos teniendo un momento honesto con nosotros mismos que da paso a un momento necesario para cada ser.
Ese espacio de tiempo donde uno revisa las decisiones tomadas, los comentarios dichos, sus actitudes durante el mes o la semana, los «GRACIAS» y los «PERDÓN» que nos olvidamos de decir a la gente cercana, o a nosotros mismos.
Esos errores cometidos por nosotros, esos errores que otra persona cometió y no dejamos pasar.
La mayoría de la gente huye de estos momentos, entra en escena la ansiedad y la angustia, ese breve segundo donde todo lo que tratamos de esconder debajo de la alfombra siempre termina regresando de alguna forma u otra.
Lo valiente creo que está en atravesar esa charla con uno mismo con sinceridad, ante todo, lo valiente está en enfrentar la realidad aun cual difícil se vea…
Lo valiente está en no tener miedo de ser parte de aquellas luces encendidas durante la noche…
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