Existen amores que perduran en el tiempo, ese amor que cuando se va deja un hueco, un vacio enorme.
Ese vacío que sabes que nunca nadie podrá llenar. Llegan a tu vida personas nuevas, personas maravillosas otras no tanto, salis, sonreis, bailas. Pero el hueco sigue allí, aprendes a vivir con ello, aunque en las noches te derrumbes por dentro y extrañas tan fuerte que te duele cada partecita.
Extrañas más que nunca, más que todas esas madrugadas de insomnio mirando el techo y te preguntas cuanto tiempo más?
Hasta que entendes que ese hueco no solo te pertenece a vos, sino a ella también.
Y preferis sentir ese vacío que te recuerda a ella constantemente, a olvidarla por completo.
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