Amor Incondicional

Al compás de la lluvia y de los gritos relámpagos 
que hacen romper el velo de la noche cielo; 
Te veo en recuerdos finitos que armonizan infinito 
amor hacia tí mi pequeña chica de ojos color miel y 
de tez clara como nubes agridulces. 

Recuerdo la primera vez que te ví; con tacones y chaqueta
fucsia; fusionaba totalmente con tu gyms de color azul, te 
veías al principio nerviosa, tímida y con toque de ser reservada. 

Lo oculto resultó ser un hermoso misterio, el enigma más bello
que me permitió Dios en descubrir, lo valioso más que el oro y 
la plata; lo fuerte como el rugido del león y lo delicado como una 
gota de lluvia… ¡Su amor, el más bello y puro!    

Cuando las rosas se marchitan estoy convencido de que una sonrisa
tuya las revives como tal bello acto de magia; entre rosas se entienden
y entre la pureza de la belleza nata se complementan. 

El amor como lo diría Pablo en el libro de los Corintios: 1:7. «Todo lo 
sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta».  Y en el versículo
8, primeras líneas «El amor nunca deja de ser». Desde el primer Hola, 
desde las primeras conversaciones, y desde la primer vez que te ví mi 
corazón y mi alma se inclinó hacía tu corazón y a tu bella alma. 

Entre discusiones mi amor se afianzaba en tí, no era/es aferración hacía
tí mi bella chica; era/es una bella representación de un amor incondicional, 
amarte como tú me amas, abrazarte como tú me abrazas, levantarte cuando
tus pies tropiezan, darte risas cuando tus lágrimas decaen… En este siglo XXI
los jóvenes tienen miedo de sufrir por desilusiones y maltratos emocionales, 
pero cuando conoces el alma de tu amada he ahí donde se experimenta el 
verdadero amor incondicional.     

Con un poco de fe lo imposible se vuelve posible, como un 
granito de mostaza tal como lo diría nuestro Señor Jesús… Te he 
visto en sueños quizás del porque ya no estás a mi lado, te veo 
en sonrisas, te siento como la lluvia toca mi alma, te siento como 
el beso a distancia que me envías.

Entre noches y distancias, entre horas de incertidumbre de ambos, 
álcenos la vista al cielo y rompamos el orgullo del silencio, y vernos
lentamente como las primeras veces y como los primeros besos.


Te amo de todas las maneras posibles de amarte.
Amor incondicional. 

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