TEXTOS DE GARCHE, DE LOCURA Y DE MUERTE
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Estos y otros textos en el blog:
A los chongos, por darme letra.
A las amistades, por ayudarme a sobrevivir.
A Juan Falco, por su edición de medianoche.
A Gustavo de la Oligarca Puto!, por ayudarme a pensar el título.
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El amor y la nada
Los poetas hablan
de cada detalle grabado
de su musa admirada
tan sabia como radiante,
pero yo nunca tendré
ese tipo de amantes.
A mí me aman
queriendo
encerrarme
por puta
golpearme
por frío
violarme
si no sos mío
no sos de nadie,
no te vayas
o voy a matarme,
te necesito, amor,
sin vos no soy importante.
Y yo mirando
anestesiado
emocionalmente
dañado,
piedra por fuera,
por dentro rabia,
asco,
lástima,
porque nunca voy ser
la musa adorada.
Soy demasiado tosco,
demasiado malo,
vine de fábrica fallado,
no soy suficientemente bueno
para ser aceptado
o demasiado enfermo
para ser respetado
pero con buen culo
para ser garchado,
celado,
dominado…
Es esto, amor,
o sino nada.
Aguantar
Nacer en un cuerpo pequeño, frágil,
como le gusta decir a más de uno.
Nacer en un cuerpo pequeño y lindo de mujer
te hace un blanco fácil, frágil, móvil, pero alcanzable.
Te hace que tengas que tener la mente clara
para aguantar
y aguantar
y decir que no
sin que importe.
Y tener que soportar
dentro de tu cabeza
lo que le hacen a tu cuerpo contra tu voluntad.
Y que te defiendas, pero no sea suficiente
y aguantar
un golpe,
una metida
de peso o
de pija
con la mente clara para saber
que tendrás que vivir con el recuerdo
de aquí en más
y, aún así,
tratar de disfrutar la vida antes
de que se vaya
a terminar.
Miedo alrechazo
Es difícil aceptar
el rechazo y abandono
y si tu amor de turno
te llama el día (la noche)
de tu cumple
y te dice «Chabón, me voy a suicidar!»
y vos no entendés
por qué,
si todo va tan bien
entre ustedes.
Por qué
esa persona
prioriza su muerte
antes que el cariño,
la relación, el garche,
y no te hace caso
cuando le pedís
por favor
que se quede.
En este mundo,
al menos.
Cuidado con lo que deseás
Quiero envejecer,
decaer físicamente,
ver los efectos
de la gravedad
sobre mi piel
y que ya nadie
quiera cogerme
nunca más.
Que la soledad
me pegue de frente
y me agarre mal parado,
sin nadie que me de una mano
cuando me caiga.
Quiero que pase el tiempo
y pensar
que estoy muy cerca
de acabar (me)
para siempre.
Silencio
No quiero tocar
nada.
La guitarra
yace inerte,
mi mente
se cae
a pedazos,
mis manos
como murciélagos
colgando boca abajo.
Recuerdo cómo garchamos
pero lo mejor siempre serán las palabras,
que no resuenan
en el silencio
épico de mi casa
vacía
mi vida,
perdida
hace rato
y por más que trato
permanece intacto,
como la risa
que escuda mi cara
cuando me hablan.
Grotesco
No me da asco tu sudor
cayendo a chorros
sobre mis ojos,
los besos
negros,
comer tu semen,
coger sin forro
(aunque no deba).
Que me duela la lengua,
la concha,
casi todo el cuerpo.
Dormirme a tu lado
sin darme cuenta,
los dos abrazados.
Despertarme,
feliz al verte,
y que no importe saber
si habrá siguiente.
Cuidate, nadie lo hará por vos!
Los tipos “casados»
nunca tienen
forros.
Abrazame
La mayoría de los tipos
garcha buscando un abrazo,
pero ni siquiera ellos parecen saberlo.
Y qué frágil la soledad que se ignora.
Fetch
Hay tipos que te hacen un favor
no queriéndote,
no dándote la bola que saldrías
corriendo a buscar por más lejos
que la tiraran.
Quizás
No encuentro el pijama
entonces, recuerdo:
anoche dormí sin ropa;
y quizás el amor se hace con risas
y no solamente con vergas.
Mentir
Mentir.
Por chat o a la cara.
Directo a los ojos,
los labios.
Faltar a la verdad
por embole o protección,
ingenua y superflua.
No me hagas preguntas
y no te diré mentiras.
En otras camas
Me da miedo decir
tu nombre
mientras duermo.
AA
Le compré pilas nuevas al vibrador.
Hacía rato que venía intercambiando
las mismas 4 o 5 medio gastadas,
hasta que, por fin,
murieron.
Cada tanto hay que renovar el plantel
y responder los whatsapp con evasivas.
Me sigue pareciendo más erótico
un abrazo que un beso.
Vos fijate, algún día que
nos veamos de nuevo.
Sobrecompensando
Te veo
sobrecompensando.
Igual que el otro.
Los otros.
Y yo, ¿cómo seré?
A veces, también necesito
que los demás sean menos que yo.
No me habla
Él no me habla;
a veces no me
sabe qué decir
y yo tampoco.
Pero espero
esas palabras perfectas
en los momentos justos
y que siga el juego.
Just my imagination
Te he dedicado alguna paja
y bastante polvos
y los últimos quince minutos
antes de dormirme
cada noche.
La vida misma
Hace dos noches soñé
que me cagaba,
entonces iba al baño,
pero usaba
el bidet en vez del water
y después tenía que limpiar
-imaginate, un asco!-
Me desperté con los ojos
y la nariz congestionados igual
a cuando lloro mucho rato,
aunque quizás solo fue
por dormir con el pelo mojado.
Anoche, la ansiedad me ganaba
y yo sacudía una caja de cigarros
sabiendo que no quedaba nada,
pero igual, por las dudas
-uno siempre puede equivocarse-
Los que quiero
nunca están
solteros.
A kid is justa kid
Le pregunté -¿Ya está?-
y cuando dijo que sí,
le di un beso en el cuello
(¿qué más podía hacer, si era sólo un nene?
Aunque tuviéramos
la misma edad,
para mí era un nene).
Después me dio risa,
le pedí perdón
y me seguí riendo.
Creo que era para él el poema
sobre risas y vergas.
Paseo
La vida te enloquece.
Te patea bien arriba y deja que te des
la cabeza contra el piso al caer.
Y cuando levantés tu nariz ensangrentada
del espejo,
digo, del suelo,
vas a tener que sonreír
y agradecer el paseo.
Tarde para todo
Tengo miedo de que el tiempo pase demasiado
y de que llegue tarde,
como llego tarde
a todos lados.
Y de que encuentre
tus libros guardados,
como encontré guardados
los libros de mi madre,
sabiendo que no volverías
a leerlos.
Embajada Europea
Me acordé de Daniel,
delirio místico,
embajada de Europa
y la ropa que nos dio.
Ojalá nunca más
te roben las medias
en el refugio.
Amén, hermanito, amén.
PreGABAGABAlina
No es adictivo,
me dice el siquiatra.
Porque no me vio
buscando recetas
por toda la casa.
Día Soleado
Entrar
en el kilombo de mi cuarto
y no recordar siquiera
por qué ni cómo
llegaron las cosas
al lugar en el que están.
Apagar
cada posible chispa de alegría
en este día brillante,
soleado y prometedor.
After noon
Voy en busca de mi desayuno.
Paso entre medio de mesas
con gente almorzando.
Para mí es plena madrugada
y pasan de las 12 del mediodía.
Camino por fuera del tiempo.
Estable
Mientras pienso
en qué desayunar
o almorzar, ya a esta altura,
se me pasa el día,
la vida,
la hora en que abre el super,
la voluntad -me invade la apatía-,
las ganas de que no me digan «vamo’ arriba»,
de no escuchar
palabras de ánimo,
llenas o vacías.
No ahora.
No saben
nada
entiende nadie;
solo siento hambre.
Fuera de eso, estable.
Rapidito
Estoy mintiendo
de nuevo,
fumándome un pucho
cuando en realidad quiero
un tiro en el pecho
que me deje en silencio.
Dos chicos escuchando los smiths
Dos chicos solos,
el sexo opuesto,
la casa embrujada.
Dos chicos y su última noche
en su ex hogar.
Dos chicos abrazados
en un comedor vacío.
Abrazados,
bailando.
Abrazados,
llorando.
Despidiéndose.
Quedándose a la deriva.
Otra vez.
Dos chicos escuchando los smiths.
Muertevideo
La ciudad donde conviven
los amigos suicidados
y los amantes ya no amados;
esa es tu ciudad y el resto,
turismo.
Life in the Euska
Estas calles,
que guardan más huellas tuyas
que cualquier otra calle
de este mundo,
y las maderas de este piso
que absorbieron tu sangre
entre sus vetas.
Si a un lugar en el mundo pertenecés
es a este, que durante tanto tiempo odiaste
pero donde nunca nada externo te hizo daño.
Y, aunque no tengas nada que ver,
si algo te define, es esto que te rodea
y el aire en tus pulmones es el aire
que respiraste en estas veredas,
que te mantiene con vida
y pronuncia palabras
y explota en tu boca
esa risa de demente.
Viernes
Esto es un «regalo»
porque hoy es viernes y llueve.
Hoy es viernes, estoy en el laburo
y me quiero ir de este lugar
que no tiene nada que ver conmigo.
Quiero ir a mi casa.
Ya la voy a tener,
por suerte,
nuevamente.
Un lugar donde volver y ser abrazado;
donde volver o elegir no volver;
donde bañarme, coger, llevar gente.
Todo eso pronto, pero no hoy.
Hoy es viernes y llueve.
Hoy es viernes y el día no acaba.
Hoy es viernes y me acuerdo
de un viernes de noche
saliendo de la UTU,
que cantaste
Friday, I’m in love.
Nueve pisos
Hay algo con este cuarto
donde todo está en el piso,
a nueve pisos del piso,
dos metros bajo el piso.
Hay algo con las paredes manchadas
y el espacio vacío
y la lamparita desnuda
a nueve pisos del piso,
-casi diez-,
y las patas de la cama
que no voy a usar de nuevo,
tan incorrecto,
tan anticuarto.
Hay algo en mi cuarto,
tal vez eso,
que me encanta
y me hace sentir en casa
y a la vez
de visita.
Me gusta ir de visita
y despertar en casas ajenas,
dejarme llevar
por los caminos
hacia la nada.
Dos metros bajo el piso.
Nueve pisos sobre el piso,
a casi diez pisos del piso.
Día del Padre
Hoy llueve.
Se cayó una fecha.
Se me cayeron, de a una,
todas las cosas que se podían caer
del organizador del baño.
Voy a llegar tarde, como siempre.
Los vidrios del bondi chorrean agua
y los colores de los anuncios y semáforos
hacen formas raras en las ventanas.
Paso, como muchas otras veces,
frente al hospital donde nací
hace algunas décadas.
No sé adónde va mi vida,
que me mantiene
girando en espiral
por los mismos lugares,
y ruego para mis adentros
que, por favor,
vaya a otro lado
para variar.
Llueve.
Es domingo en Muertevideo.
Otro día del padre que no festejo,
pero tampoco lamento.
En invierno, mi alegría hiberna.
Crónica de una muerte anunciada I
Ir en el barco a Buenos Aires.
Subir a cubierta y fumar un pucho
esperando ser observado
por algún flaco que esté bueno.
Apoyarme en la baranda
y saltar hacia el otro lado.
Caer en medio de las aspas,
ser triturado como pollo para nuggets
y hacer que la bella estela que tajea el río-mar
quede manchada de rojo por unos instantes.
Yo nunca fui polvo; sólo me los eché.
Si tengo que volver a algún lado,
es al océano.
No hay vuelta.
Tampoco giros inesperados.
Soy la sirenita de Andersen.
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