La costumbre no siempre es la que duele, también son los momentos que pasaste conmigo, las risas, las aventuras, las discusiones, el querer estar juntos y que siempre por algo; destino quizá, no se pudiera del todo.

Fuiste mi primer amor y aunque nunca fue del todo estable, pasaste primaveras, veranos, otoños e inviernos junto a mí.

Es la primera vez que te dejo ir para siempre y la última vez que te escribo, porque son las últimas palabras que te dedicaré.

Tal vez no fue en esta vida el para siempre hasta viejitos que siempre jurabamos, pero quizá en alguna otra si sea.

Te llevo conmigo, en una parte escondida de mi corazón.

Siempre te amaré…

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