Existen días oscuros, donde huyo a mirar las olas, para variar imagino que sigues aun a mi lado y respirar un poco de la briza congelante me trae tu olor, ese olor que aun no se va de mi.
Busco en la orilla recuerdos que el viento termina llevándose, es difícil distinguir todo lo que podría pasar si regresas y es ahí donde viene a mi una sensación extraña de que ya te perdí por completo. Pero algo dentro de mi sigue pensando que aun miras el mar como solías mirarme a mi.
La olas se hacen grandes y aterradoras, se encargan de tapar toda aquella esperanza que podría existir en un mundo paralelo o quizá en un horizonte muy muy lejano.
Miro al cielo al recordar y sonrió con nostalgia, con ganas de ver tu mirada por ultima vez, donde las pocas señales ya no me sirven.
Estoy perdiendo un poco la razón y ya no tengo idea a veces a donde voy, odio cuándo me encuentro mirando a lo lejos y veo tu silueta en el reflejo que causa el sol en la marea tranquila.
Existen días donde solo quiero naufragar, quizá así algún día pueda llegar a ti como una botella perdida en el océano, y que caiga en la orilla de tu corazón.
Extraño estar a tu lado, por lo pronto seguiré mirando la orilla así sabre que la miraste también y que justo en ese momento, nuestras miradas se volvieron a cruzar.
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