Invítame

esta noche a morir

en tus encantos,

a peregrinar

de principio a fin,

sin pausa y sin prisa,

que anhelo moldear tu cuerpo

como un alfarero,

tendida sobre este lecho,

escuchando

la melodía desencadenada,

para admirarte

como Euterpe que eres,

seduciendo

la mirada de mi retina,

acelerando mi pulso,

tan sólo con verte

ahí acostada,

esencia viva a ser amada;

a besar la geografía de mi cuerpo

con la mina de tus labios

¿Me invitas?

Joaquín Lourido
Derechos Reservados

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS