La historia jamás contada el regreso de Morrigan

La historia jamás contada el regreso de Morrigan

Hace mucho tiempo en un reino muy lejano, en un rincón del Polo Norte, reinaba la felicidad y la alegría. Como cada año, desde hace muchos siglos atrás, todos se preparaban para la gran noche. Maroz y los duendes trabajaban arduamente y llenos de alegría para tener listos los regalos para todos los niños del mundo. Y ya casi era ese esperado día…

Maroz: Vaya, vaya, ¿por qué hay tanto silencio? Hay que poner algo de ambiente. Demóstenes, pon música, este lugar necesita ritmo.

Demóstenes: Claro Maroz, pondré la radio.

Maroz: Bueno, bueno, basta de tanto baile y brinco. Es hora de continuar con el trabajo, queridos duendes, ya casi es el gran día y falta mucho que preparar.

Demóstenes: No se preocupe, señor. Tendremos todo listo para Noche Buena y todos los niños brincarán de felicidad cuando vean todos los regalos que tenemos para ellos.

Maroz: Gracias, Demóstenes, tú siempre tan eficiente.

Demóstenes: Bueno, ¡todo mundo a trabajar que los juguetes no se harán solos!

Maroz: Jajaja, tienes toda la razón.

Demóstenes: Vamos, Maroz, te enseño la nueva línea de juguetes que tendremos para este año.

Maroz: ¡Vamos, muero de emoción! ¡Ya quiero verlos!

(Salen los dos de escena mientras en el taller todos siguen trabajando)

(FUERA LUCES)

Pero no todo era felicidad mientras todos celebraban y se preparaban para la Navidad. En las profundidades del abismo algo ocurría y aquel ser tenebroso al que habían derrotado tiempo atrás, estaba a punto de ser liberado después de muchos siglos de encierro y olvido.

(Entra Tróleo a la caverna que era la prisión de Morrigan y lleva el anillo que le dará sus poderes devuelta a este).

Morrigan: ¿Quién está ahí?

Tróleo: Soy yo, Tróleo, gran señor del mal.

Morrigan: ¿Tróleo?, y ¿quién eres tú? Muéstrate, déjame verte.

Tróleo: Tranquilo señor, solo quiero regresarle lo que le quitaron, quiero devolverle su libertad y sus poderes.

Morrigan: jajaja y como piensas hacerlo.

Tróleo: Tengo algo que le pertenece (Tróleo le enseña el anillo).

Morrigan: Pronto, ponlo en mi mano, devuélveme mi libertad y tendrás lo que siempre has querido.

Tróleo: Solo quiero ser uno de tus súbditos.

(Tróleo se acerca a Morrigan y pone el anillo en el dedo de su amo en este momento todos sus poderes se le regresan y rompe las cadenas que lo mantenían preso).

Tróleo: ¡Ya es libre gran señor del mal, le he devuelto sus poderes y su libertad!

(Se ríe y brinca de felicidad).

Morrigan: Si, por fin soy libre, siento todo mi poder correrpor mis venas, ¡Ahora cobraré venganza contra todos y cada uno de los Guardianes que me aprisionaron en este lugar tan deprimente! ¡He vuelto y prepárense porque voy a acabar con todos y con la navidad jajaja! Vamos, Tróleo, es momento de preparar todo para acabar con la Navidad…

Tróleo: Sí, amo, vamos. Es hora de recuperar lo que le quitaron.

(FIN DE ESCENA)

No muy lejos de ahí, en el Polo Sur, la hija del señor del sur, la princesa Freya, alcanza a ver un extraño destello en el cielo y capta su atención mientras contempla la noche.

Freya: ¿Qué fue eso? Jamás había visto algo parecido… ¿Tú también lo viste, Ogmios?

Ogmios: Sí, yo también lo noté y creo que algo muy malo está cerca.

Freya: Espero estés equivocado. No quiero pensar que lo peor, pero tienes razón eso no parece ser algo bueno. ¡Vamos al castillo! Necesito informar de lo que hemos visto.

(Salen los dos de escena)

En el castillo de Morrigan, todos los troles se encontraban dispersos y en desolación, cuando de pronto uno de ellos ve a lo lejos a su amo acercándose.

Trol: ¡Miren! ¡El amo ha vuelto!

(Baile 2)

(Morrigan se preparaba para iniciar su venganza)

Morrigan: Es momento de recuperar lo que es nuestro y nos fue arrebatado, todos aquellos que nos desterraron y nos confinaron al olvido deberán pagar muy caro lo que nos hicieron. Troles, prepárense para la batalla.

Troles: ¡Si, gran señor Morrigan! Pelearemos a su lado. ¡Larga vida a Morrigan!

Morrigan: Vamos, troles salgan y lleven la noticia de mi regreso y prepárense para la batalla.

(Todos los troles salen de escena solo queda Morrigan con Troleo)

Morrigan: Todos creen que sigo aprisionado y disfrutan de su paz y tranquilidad, pero no saben que pronto se les va a acabar. Sólo necesito recuperar todos mis poderes y necesito aliados… ¡Tróleo!

Tróleo: Sí, amo, ordene usted.

Morrigan: Hay que aprovechar que todos se han olvidado que existo y están entretenidos preparando su última navidad (risa malvada). Trae el gran Libro de Maldad, necesito convocar a mis aliados. ¡Pronto! ¡Ve por él!

Tróleo: Claro que sí. su majestad, voy rápido.

(Va por el libro)

Morrigan: Aún me encuentro débil y solo, no voy a poder terminar con los guardianes y la Navidad. Todos en el mundo son felices, que detestable tanta alegría, tanta felicidad. Nadie me teme por culpa de aquellos que me arrebataron mi reinado de maldad y miedo. Yo me voy a encargar de borrar toda esa alegría de sus rostros…

(Entra Tróleo y lo interrumpe)

Tróleo: Amo, amo, ya está aquí el gran libro. Todo está listo para que empiece con sus maléficos planes.

Morrigan: Dame el libro y empecemos a buscar nuevos aliados… ¡Ya los tengo aquí, a los que serán nuestros aliados!

Tróleo: ¿Quiénes? Amo, ¿quiénes serán sus aliados para acabar con la Navidad y sus Guardianes?

Morrigan: Son dos los elegidos: Será Satanás, el Señor de la Tinieblas y Skadi, la bruja de hielo. Los dos igual que yo odian la Navidad y todo lo que tenga que ver con ella. ¡Vamos, Tróleo! ¡Vayamos a ver a satanás Señor de las Tinieblas!

Tróleo: Sí, mi amo, ya todo se encuentra listo para partir.

(Salen los dos del escenario)

La duda y preocupación no dejan en paz a Freya y decide ira ver qué fue lo que produjo tal destello en el cielo. Pide a Ogmios que la acompañe y salen a toda prisa del castillo hacia el lugar de donde vio las luces.

Freya: No puedo estar tranquila. Aquella luz que vimos no fue algo normal. Presiento que algo malo está pasando. ¡Ogmios, vamos a averiguar qué fue lo que pasó!

Ogmios: ¡Vamos princesa!

(Salen los dos de escena rumbo al lugar donde vieron que salió la luz)

Después de un largo camino, llegan a una caverna y se dan cuenta que es la legendaria prisión que mantenía prisionero a Morrigan, pero pudieron ver que se encontraba vacía y sólo quedaba destrucción en el lugar. Sus ojos no daban crédito a lo que veía.

Freya: ¡No puede ser, Ogmios!¡ Esto es terrible, Morriganestá libre nuevamente! ¡Todo peligra!

Ogmios: Hay que avisar a Maroz para prevenirlo. Él sabrá que hacer.

Freya: Cierto, vamos a toda prisa al castillo. Llegando vamos a enviar a un mensajero al Polo Norte para prevenir a Maroz.

(Salen los dos a toda prisa rumbo al castillo)

Al llegar al castillo ordena a un mensajero salir a toda prisa hacia el Polo Norte para avisar al último guardián Maroz (Papá Noel) de lo que habían descubierto. El mensajero sin perder tiempo emprende el camino hacia el polo Norte.

(FIN DE LA ESCENA)

Mientras tanto, Morrigan se encontraba en las puertas del infierno para pedir a Satanás Señor de las Tinieblas su ayuda para acabar con sus enemigos.

Tróleo: Llegamos, amo. Este es el lugar. Hemos llegado al castillo del Señor de las Tinieblas.

Morrigan: Perfecto, es momento de conocer a nuestro aliado, pasemos Tróleo.

Al acercarse a la entrada del castillo, escuchan música y a lo lejos observan que hay una fiesta. El diablo y sus demonios bailan sin parar. (Salen de escena y se apagan las luces) entran a escena todos los diablos y empiezan con el baile)

(Baile 3)

Se detiene la música y todos los diablos y demonios miran fijamente a los intrusos.

Demoniofeles: ¡Jefe, dos intrusos!

Satanás: Ya los vi, cabeza de chorlito, no estoy ciego. Ustedes, ¿quiénes son y porqué están dentro de mi palacio?

Demoniofeles: ¿Le partimos su mandarina en gajos, jefazo?

Satanás: Tranquilo, Demoniofeles, aún no sabemos quiénes son ese par de intrusos y tampoco vamos a ser unos salvajes. ¿Quiénes son ustedes?

Morrigan: Tranquilo, amigo, sólo he venido a proponerte un plan sobre algo que es de interés común para los dos…

Satanás: Jajaja escuchen la tontería que este extraño sin nombre viene a decirme… A mí, el rey de las tinieblas, que tiene algo que decirme que me interesa jajaja, como me va a interesar algo de un simple desconocido.

Morrigan: No soy un simple desconocido, mírame con atención, puede que te resulte un poco familiar.

Satanás: Déjate de palabrerías y sal de las sombras. Muéstrame tu rostro y dime tu nombre.

(Morrigan da unos pasos y sale de las sombras)

Morrigan: Yo, soy Morrigan, el gran dios de la destrucción y la maldad.

(Demoniofeles y otro demonio gritan de miedo y empiezan a correr en círculos, chocan y se caen al suelo)

Satanás: Ustedes dos, ¡contrólense! Al único al que le deben de temer, es a mí.

Demoniofeles: Pero, jefecito, es el mismísimo Morrigan en persona, mi mamá siempre decía que él es el ser más tenebroso y se lleva a los diablitos que no hacen travesuras… ¡No deje que me lleve, patrón! (Corre hacia Satanás y se lanza sobre él para abrazarlo)

Satanás: ¡Contrólate, tonto! (Le da un zape y lo aparta de él) Así que tú eres ni más ni menos que el innombrable Morrigan, aquél al que todos temen, bueno corrijo, temían porque hasta donde yo sé, un grupo de “Guardianes” te derrotaron y ahora sólo causas risa. (Se ríe en tono burlón)

Demoniofeles: Patroncito, no le hable así que lo puede hacer enojar. (Esta todo tembloroso y con miedo escondido detrás de Satanás)

Morrigan: No, te equivocas. Aún sigo siendo el miedo y terror de todos…

Satanás: ¡Sí, como no! Y ¿por qué nadie ha sabido de ti desde hace mucho? Ya todos te han olvidado.

Morrigan: Quizá muchos se hayan olvidado, pero he vuelto y he recuperado mis poderes y recuperaré mi reino de terror. ¡Además! ¡Tú de que hablas! Sé que desde hace mucho haz intentado derrotar a Gabriel y sólo te has convertido en su burla. Tú sigues aquí, celebrando y bailando, pero los humanos ya no te temen, te has convertido en un payaso para ellos.

Satanás: Insolente, ¡cállate! ¿Cómo te atreves a insultarme en mi propio palacio, si yo quisiera, ya te habría destruido…

Morrigan: Me gustaría que lo intentaras, pero yo no he venido de tan lejos para pelear contigo. He venido hasta aquí porque quiero proponerte que unamos fuerzas para acabar de una vez por todas con tanta bondad y con la Navidad. Y si unimos fuerzas prometo ayudarte a acabar con Gabriel, así todos te temerán nuevamente y sabrán que tú gobiernas sobre ellos. ¿Qué dices?

Satanás: Bueno, viéndolo de ese modo, tienes razón. No hay que pelear, al fin de cuentas lo único que los dos queremos es acabar con la bondad y desaparecer la Navidad. Y si tú me ofreces ayudarme con mi eterno enemigo Gabriel, todas mis legiones estarán a tu servicio.

Morrigan: Cuenta con ello, es momento de hacer que el mundo vuelva a sentir temor de nosotros. Sólo falta una persona más para que nuestra alianza sea indestructible.

Satanás: Y, ¿quién más será nuestro aliado?

Morrigan: Eso ya lo sabrás en su momento. Sólo quería estar seguro que puedo contar contigo y ahora sé que somos aliados. Sólo falta nuestro segundo aliado y nos reuniremos para conocer mi plan.

Satanás: Esta bien, esperaré para conocer tu plan. ¡Demoniofeles, reúne a todas nuestras legiones, que tenemos que alistarnos para la guerra!

Demoniofeles: Claro que sí, jefecito, esta vez venceremos a Gabriel.

Morrigan: Me retiro, espera mi mensaje con el lugar y hora de nuestra reunión. Vamos, Tróleo.

Tróleo: Claro que sí, amo, yo lo sigo.

Morrigan: Nos vemos en otra ocasión, Satanás.

Satanás: Nos vemos, Señor del Mal.

(Sólo Morrigan y Tróleo se retiran de la escena)

Satanás: Por fin derrotaré a Gabriel, ¡que alegría! Lo único que me inquieta es quién será el segundo aliado. Pero bueno, eso es lo de menos. Por lo pronto iré a dar una vueltecita a la Tierra a ver que diabluras hago.

(Sale el diablo de escena y queda todo sin luz)

(FIN DE ESCENA)

Después de varios días de largo viaje, el mensajero por fin llegó al Polo Norte.

Einar: ¡Oye, tú, detente! ¿Quién eres y qué es lo que tú buscas?

Mensajero: Perdón, señor, traigo un mensaje muy importante para Maroz, es un mensaje de vida o muerte. Urge que el mensaje llegue sin más pérdida de tiempo.

Einar: ¿De dónde vienes y quién envía el mensaje?

Mensajero: Vengo del lejano reino del Sur, señor. Y me envía la princesa Freya, hija del Señor de las Tierras de Sur.

Einar: Pasa, debe ser algo muy importante para que hayas venido desde muy lejos. Yo soy Einar, Guardián de la puerta del Norte y soy la mano derecha de Maroz, déjame ver el mensaje.

El mensajero entrega el mensaje a Einar, éste toma el pergamino, lo abre y lo lee. Al leer el mensaje, Einar queda petrificado de miedo y su cuerpo es invadido por el terror.

Einar: Guardias, cuiden del mensajero y atiéndanlo. Voy de inmediato a buscar a Maroz.

Sin perder tiempo, Einar sale corriendo a toda prisa hacia el castillo.

Los guardias escoltan al mensajero hacia el pueblo.

(FIN DE ESCENA)

En el castillo de Maroz, todos celebraban y se preparaban para la Noche Buena cuando de repente entra Einar con desesperación e interrumpe la música y el baile de Maroz con los duendes.

Einar: ¡Alto a la música! ¡Atención todos!

Maroz: ¿Qué pasa, Einar? ¿Por qué interrumpes de esa manera? ¿Por qué esa cara de terror?

Einar: Maroz, lo que ha temido durante siglos ha ocurrido.

Maroz: ¿De qué hablas? Cálmate.

Einar: ¡Cómo pides que me calme si él que no debe ser nombrado ha vuelto!

Al escuchar eso, los duendes empiezan a gritar de terror y acorrer a esconderse.

Maroz: Cálmense, todo esto debe ser un error y tú, Einar, ¿estás seguro de lo que dices? Porque no lo puedo creer, después de la última batalla yo mismo me encargué de dejarlo encerrado en el exilio y sin poderes.

Einar: No miento, es verdad. Un mensajero del reino del Sur llegó con este mensaje. Míralo con tus propios ojos.

(Einar entrega el pergamino con el mensaje a Maroz)

Al leer el contenido del mensaje, Maroz no puede creer lo que ven sus ojos.

Maroz: No puedo creer que sea cierto, esto está mal. Él no puede estar libre.

Einar: Vez, te lo dije, esto desatará el terror en el mundo y la Navidad peligra.

Maroz: Tranquilo, si está libre no creo que quiera atacar, sabe que lo derrotaremos si aparece… ¡No hay por qué temer!

Einar: Yo no estaría tan confiado sobre todo con lo que pasó en la última batalla. Muchos de los Guardianes murieron en la batalla.

Maroz: Sí, pero eso no pasará, duendes sigamos con los preparativos. Ya casi es Navidad y tenemos muchos trabajos. Y tú, Einar, pídele a todos los guardias que refuercen el castillo.

Einar: Eso no será suficiente y lo sabes. Han pasado siglos y la última vez no quisiste prepararte para ese día por creer que jamás escaparía el que no debe ser nombrado.

Maroz: Einar, no me contradigas, ve y prepara la guardia real. ¡Duendes, ustedes continúen con los regalos de Navidad, los niños nos esperan!

Einar: Esta bien, Maroz, convocaré a todos nuestros guardias para resguardar todo el Polo Norte.

(Sale los duendes y Einar de escena)

Maroz: ¿Será posible? No puedo creer que esto sea cierto. Yo mismo lo envié al exilio, yo me encargué de dejarlo en un lugar donde no pudiera escapar. No permaneceré con esta inquietud. Iré con Merlín para que consulte el Oráculo.

(Maroz sale de escena y se apagan las luces)

(Maroz va a toda prisa a ver al gran hechicero Merlín)

(FIN DE ESCENA)

No muy lejos de ahí, se encontraba Morrigan a punto de encontrarse con la que se aliaría junto con Satanás para lograr su plan de venganza.

Tróleo: ¡Amo, ya llegamos al Polo Norte! Estamos cerca de los dominios de la reina del hielo.

Morrigan: Lo sé, Tróleo, puedo sentir que nos observa, según sé que no le gustan las visitas.

Tróleo: ¡Amo, mire cuantas estatuas de hielo hay en este lugar!

Morrigan: Tróleo, Tróleo, no seas ingenuo, esas no son simples estatuas de hielo, todo lo que tus ojos logran ver son todas las victimas de nuestra anfitriona.

Tróleo: Amo, ¿estás seguro que debemos estar aquí? Esto no me gusta nada. (Tróleo se muestra con miedo)

Morrigan: Cálmate, Tróleo, que al igual que yo huele el miedo que destilas, además ya es muy tarde para querer escapar. Skadi hace un rato que está observándonos y en cualquier momento intentará atacar.

De repente se escucha una risa macabra y un viento gélido corre entre las estatuas de hielo, se alcanza a ver una silueta que corre rápidamente entre las estatuas. Una bruma espesa cubre todo y al instante toda la bruma desaparece y Skadiaparece enfrente de Morrigan y Tróleo.

Skadi: ¿Por qué osan interrumpir en mis dominios? Pagarán caro su osadía. Los agregaré a mi colección de estatuas de hielo para que decoren mi bosque de hielo.

(Tróleo entra en pánico)

Tróleo: ¡Amo, escapemos! ¡No quiero ser una estatua de hielo!

Morrigan: ¡Tróleo, cálmate!

En su miedo, Tróleo intenta escapar y Skadi lo convierte en hielo.

Morrigan: Lo siento, Tróleo, pero te lo dije.

Skadi: Ahora es tu turno, prepárate para acompañar a tu sirviente…

Morrigan: Inténtalo, eso estoy esperando y ya que veo que no se podrá hablar contigo no me queda otra alternativa.

Skadi: ¡Cállate, insolente!

Skadi ataca a Morrigan e inician una batalla, pero la batalla no dura porque el poder de Morrigan era superior al de Skadi.

(La bruja se aterroriza al ver que no le causó daño aMorrigan)

Skadi: ¿Por qué? ¿Por qué no puedo hacerte daño como a los demás? ¿Quién eres?

Morrigan: Jajaja, te lo dije. Mis poderes son superiores a los tuyos, yo soy el amo del mal- Yo soy la peor pesadilla de todos. ¡Yo, soy Morrigan!

Skadi: ¿Morrigan? No puede ser, tú estás muerto, no puedes ser él.

Morrigan: Jajaja, eso es lo que les hicieron creer, aunque me derrotaron por ese grupo de guardianes, bueno al único que dejé vivo fue a Maroz, no lograron matarme, pero me exiliaron y me encerraron en las profundidades de una caverna. Pero he vuelto con sed de venganza contra Maroz y todo aquél que esté con él. Mi plan es cobrar venganza, acabar con la Navidad y llenar el mundo de terror.

Skadi: Si eres tú, ¿qué deseas de mí, gran señor del mal? ¡Dime!

Morrigan: Lo primero que necesito que hagas es regresar a Tróleo a su forma normal. ¡Él fue quien me liberó de la prisión de donde estaba!

Skadi: Claro, señor, usted sólo dígame yo estoy para servirle. (Lanza un hechizo y Tróleo deja de ser una estatua).

Tróleo: ¡¿qué me pasó?! (Al ver que no era una estatua brinca de felicidad) ¡Estoy bien!

Morrigan: Tróleo ya déjate de tonterías. Tengo una última visita que hacer antes de comenzar con nuestros preparativos de venganza.

Tróleo: Perdón, amo, pero es bueno estar de regreso.

Skadi: Mi señor, ¿qué es lo que tengo que hacer?

Morrigan: Por el momento esperar, quiero que todos sigan tan tranquilos y pensando que no pasa nada.

Skadi: Está bien, ya quisiera ya terminar con Maroz, tengo que cobrar venganza por haberme exiliado. Por su culpa estoy aquí, en este lugar. Él y Merlín pagarán muy caro lo que me hicieron.

Morrigan: No te preocupes, todo a su momento. Ya verás que caerán a nuestros pies y nuestro reino de terror y maldad renacerá y esta vez será para siempre.

Skadi: Sí, muero de ganas de causar destrucción, espero con ansias el momento.

Morrigan: ¡Vamos, Tróleo! Nos queda una última visita que hacer, hay que visitar a un viejo amigo, lo quiero saludar.

Tróleo: Sí, amo, yo lo sigo.

Al terminar de hacer su alianza, Morrigan y Tróleo se retiraron, ya que él tenía que hacerle una visita a Maroz. Skadi entregó un mapa a Morrigan, el cual le permitirá entrar al castillo del Polo Norte sin ser descubierto.

(FIN DE ESCENA)

Mientras tanto en el castillo, Maroz se encontraba pensando, mientras iba a encontrarse con Merlín, si en realidad sería posible que Morrigan haya escapado.

Maroz: Sigo sin creer que haya escapado, es imposible, no puede ser. Él no tenía sus poderes, no pudo haber escapado y si lo hizo alguien más tuvo que haberlo liberado. Además, nadie conocía la ubicación de la prisión de Morrigan. Iré con Merlín, él tiene que aclararme esto.

(Sale Maroz de escena y se apagan las luces)

Maroz entra a toda prisa a la habitación en la que se encuentra Merlín. Al llegar a la habitación, lo encuentra muy preocupado.

Maroz: Merlín, tengo una preocupación muy grande.

Merlín: Lo sé, puedo percibirlo en tu semblante. ¿Qué pasa? Dime.

Maroz: Un mensajero del reino del Sur llegó hoy en la mañana con el mensaje de que la prisión en la que teníamos cautivo a Morrigan está vacía.

Merlín: ¡Lo sabía! Era lo que estaba anunciado mis sueños. Desde hace unos días he estado teniendo sueños en los cuales he visto como el mal sale con furia para consumir todo a su paso. Ahora tengo las respuestas, sabía que algo no estaba bien, ahora todo cuadra.

Maroz: Entonces, ¿crees que sea posible que Morrigan haya escapado de su prisión?

Merlín: No lo creo, estoy completamente seguro, puedo sentir que algo malo va a pasar.

Maroz: Si tú lo confirmas no hay nada más que buscar, es momento de convocar el poder ancestral de los guardianes, recuerda que muchos de los guardianes de la primera batalla cayeron para poder derrotar a Morrigan. Los que quedaron vivos al ser un reinado de paz decidieron hacer sus familias y ya todos han muerto, sólo tú y yo quedamos como testigos de aquella época oscura.

Merlín: No tenemos más opción, Maroz, tiempos malos se avecinan y hay que prepararse para la batalla. Busca a los descendientes de los guardianes guerreros.

Justo en ese momento, un viento fuerte entra por las ventanas. Todas las luces se apagan y una risa macabra llena cada rincón de la habitación.

Merlín: No puede ser, está aquí y su poder es mayor que cuando lo enfrentamos.

Maroz: ¡Es cierto! Muéstrate ante nosotros, da la cara y sal de la oscuridad.

(Voz)

Morrigan: Jajaja, cuanto tiempo sin verlos mis viejos amigos… o debería decir mis viejos enemigos.

Maroz: Calla y da la cara, déjate ver.

Morrigan: ¡Tienes miedo, Maroz! Ya no eres tan fuerte como la última vez que nos vimos y además estás solo.

Merlín: Cállate, encarnación del mal. No está solo, muestra la cara y enfréntanos.

Morrigan: Jajaja, puedo oler el miedo que destilan sus inservibles cuerpos… Mientras ustedes disfrutaban su reino de felicidad y bondad yo me preparaba día tras día para este encuentro. En cambio, ustedes olvidaron que un día regresaría por la venganza. ¡Mírense que decadentes se ven! ¡Es patético pensar que ustedes me van a derrotar!

Merlín: ¡Cállate! ¡Si fueras tan poderoso como dices ya nos hubieras dado la cara, ¿tienes miedo de regresar a tu prisión?

Merlín: ¡Revelio! (Toma su báculo y lanza un hechizo y la habitación se ilumina nuevamente y frente a los dos estaba Morrigan.

Morrigan: Bravo, bravo, como siempre tú y tus ridículos trucos de magia. Merlín, no cambias. (Lo dice en tono burlón mientras aplaude)

Maroz: Calla, insolente, hoy caerás nuevamente ante nosotros… (Maroz saca su espada y se lanza al ataque, pero no logra tocar a Morrigan)

Merlín: ¡Maroz, ataquemos los dos a la vez, tenemos que detenerlo!

Morrigan: Basta de juegos, no me digan que ese es todo su poder… Ahora les mostraré un poco del mío. (Se lanza a atacar a Maroz y justo cuando lo va a atacar, Merlín se lanza y protege a Maroz del ataque y lo recibe de manera directa y queda herido de muerte)

Merlín: ¡Petrificus!

(Morrigan queda petrificado, en ese momento Tróleo sale de las sombras y lanza un encantamiento hacia su amo y desaparecen).

Merlín queda tirado en el suelo y Maroz aturdido por el ataque corre hacia donde se encuentra Merlín.

Maroz: ¡No! Merlín… Tranquilo, todo estará bien, resiste, amigo.

Merlín: No, Maroz, mi tiempo ha terminado, además el encantamiento que le lancé al Morrigan sólo te dará tiempo para reunir a los guardianes y prepararte para la batalla.

Maroz: No hables, Merlín, cálmate. Todo estará bien, tú vas a recuperarte y juntos derrotaremos nuevamente a Morrigan.

Merlín: No, Maroz, esta vez lo tendrás que hacer tú solo. Toma mi báculo, es momento que convoques a el poder de los guardianes.

Al decir esto, Merlín muere en brazos de Maroz.

Maroz: ¡No! ¡Merlín, tú no puedes estar muerto!… Juro que reuniré a los guardianes y acabaré con Morrigan, esta vez no tendré piedad.

En ese momento entra Einar a toda prisa y se encuentra con la escena trágica.

Einar: Señor, ¿qué pasó aquí? ¿Quién atacó al mago Merlín?

Maroz: Él estuvo aquí y asesinó a Merlín.

Einar: ¿Cómo puede ser eso posible? La guardia real custodió el castillo y nunca lo vieron pasar.

Maroz: Esta vez ha usado magia, tiene un poder oscuro muy fuerte. Merlín y yo intentamos detenerlo, pero no pudimos. Intentó atacarme y Merlín se interpuso, sólo logró lanzarle un hechizo que lo paralizó, pero un elfo oscuro salió de la oscuridad y lo ayudó a escapar. Fue todo lo que alcancé a ver, el ataque de Morrigan me dejó aturdido.

Einar: Se lo dije, seño, sabía que él no se quedaría tranquilo y vendría al castillo.

Maroz: Perdón por no escucharte. Ahora no hay tiempo que perder, es momento de que te revele un secreto a ti y a los demás guerreros.

Einar: ¿De qué habla, señor?

Maroz: Ya lo sabrás, Einar, ahora reúne a las tropas y envía un mensaje a todos los reinos sobre lo que acontece.

Einar: Sí, señor, lo haré en seguida.

(Einar sale de la habitación)

Maroz: Lo siento, viejo amigo, juro vengaré tu muerte y tu sacrificio no será en vano.

(FIN DE ESCENA)

(Todas las luces se apagan)

Mientras tanto en el castillo de Morrigan…

Tróleo: ¡Amo, amo, respóndame, diga algo, lo que sea! ¿qué le pasa? ¿por qué no se mueve? ¡Que hechizo le habrán lanzado por ese horrible hechicero, él lo ha petrificado! Ahora, ¿que haré para liberar a mi amo de este horrible hechizo? ¡Piensa, piensa, trol tonto! ¡Piensa como liberar a tu amo!… ¡Ya sé! Skadi debe saber cómo liberar al amo. Iré a buscarla, ¡ella liberará al amo! Tranquilo, amo, pronto estará de vuelta como antes. Espéreme, voy por Skadi. ¡No se vaya a ir, amo, no me tardo!

(Sale corriendo Tróleo a toda prisa y Morrigan se queda en el castillo todo petrificado)

(FIN DE ESCENA)

Al llegar a los dominios de la reina bruja, Tróleo es capturado por los guardias de ella y se lo llevan a su presencia.

Capitán: Mi señora, traemos ante usted un elfo oscuro que se encontraba en sus dominios, asegura que usted sabe quién es.

Skadi: ¡Preséntalo ante mí!

Capitán: Guardias, presenten al prisionero.

(Los guardias entran arrastrando a Tróleo para presentarlo con Skadi)

Skadi: ¡Libérenlo! Ahorita, capitán, salgan y déjenme a solas con él.

Capitán: ¿Segura, mi señora? Temo por su seguridad. Además, no confío en los elfos oscuros.

Skadi: Tranquilo, capitán, y no es un elfo oscuro, es un simple trol de montaña jajaja.

Capitán: Esta bien, mi señora, nos retiraremos. Guardias, ¡retirada!

(Los guardias se retiran y Tróleo se queda a solas con Skadi)

Skadi: Dime, Tróleo, ¿qué haces aquí? ¿dónde está el gran señor del mal?

Tróleo: El mago enfrentó a Maroz y al mago Merlín. El amo casi lo derrota, pero el mago Merlín lanzó un terrible hechizo sobre el amo y lo dejó como estatua. Sólo logró acabar con el mago, yo vi cuando él lo mató.

Skadi: ¡Sí! ¡Por fin Merlín ha muerto! Él era mi único oponente, me hubiera gustado haberlo matado yo misma. ¿Estás seguro de lo que me dices, Tróleo?

Tróleo: Sí, te dije que yo mismo presencie todo, contrabajo logró escapar con el amo y lo llevé al castillo para que estuviera seguro.

Skadi: ¡Entonces no perdamos tiempo! ¡Vamos al castillo para romper el hechizo que le lanzó el mago Merlín!

Tróleo: ¡Vamos!

(Salen los dos a prisa)

(FIN DE ESCENA)

(En el castillo de Polo Norte)

Después del terrible encuentro entre Morrigan, Maroz y el mago Merlín, siguiendo con la petición del mago, Maroz reúne a los descendientes de cada uno de los guardianes que lucharon contra Morrigan.

Maroz: Los he reunido a todos porque una batalla se acerca, el futuro de la Navidad y todo lo bueno que conocemos peligra. Quizá muchos de ustedes ignoran lo que pasa porque durante siglos habíamos logrado ignorado la existencia de un ser oscuro que fue derrotado y confinado a una prisión por la eternidad. Pero hoy, ha sido liberado y amenaza con cobrar venganza y destruir lo que conocemos. Cada uno de ustedes ha sido elegido porque por sus venas corre la sangre de aquellos legendarios guardianes que derrotaron a Morrigan.

Freya: ¿Usted lo ha visto?

Maroz: Sí, estuvo en el castillo y es el responsable de la muerte del mago Merlín.

Freya: Yo sólo sé de él por las historias que mi padre me contó y me dijo antes de morir que tenía que estar lista por si un día regresaba y me pidió que cuidara del reino.

Maroz: El día llegó, Freya.

Einar: Y, ¿qué haremos, Maroz? ¿Cómo lo destruiremos?

Bálter: Y ¿cómo sabremos quién es si jamás lo hemos visto? Mi padre dijo que jamás regresaría.

Maroz: Todos lo creíamos, Bálter, pero desafortunadamente ha vuelto y tenemos que detenerlo. Hoy cada uno vestirá las armaduras de cada espíritu guardián.

Magestic: Yo sólo quiero vengar la muerte de mi padre.

(De repente desde un rincón, alguien pregunta)

Nanuk: Y a todos esto, ¿cuál es el plan? Todos hablan de acabar con el Morrigan, pero nadie dice cómo lo enfrentaremos.

Maroz: Pensé que nunca hablarías, Nanuk. Eres igual que tu padre, callado pero listo para la batalla.

Magestic, te entrego el cetro de tu padre, el gran Merlín. Con él tendrás el poder de la magia de tu padre. Tu símbolo será el búho de la sabiduría.

Einar, tú recibirás la armadura del gran Reno, hijo de la estrella del Este. Portarás la armadura que han usado tus ancestros. Tu símbolo será el reno.

Freya, tú portaras la armadura del viento gélido de los Polos, hija de la estrella del Sur. Tu símbolo será el cisne.

Bálter, vestirás la armadura del copo de nieve, hijo de la estrella del Oeste. Tu símbolo será el lobo.

Nanuk, tú portarás la armadura de la estrella polar del Norte, que representa la fuerza y la valentía. Tu símbolo será el oso polar.

El futuro del mundo está en sus manos, ya casi es Navidad y estoy seguro que Morrigan atacará. Todos a ponerse sus armaduras.

(Salen todos de escena y se apagan las luces)

Mientras los nuevos guardianes se preparaban, Skadi ya se encontraba en el castillo de Morrigan para liberarlo del hechizo que le lanzó Merlín.

Skadi: Pronto, Tróleo, llévame donde está el maestro.

Tróleo: Esta por aquí… Llegamos, por favor, libéralo del hechizo.

Skadi: ¡Muévete, Tróleo!

Morrigan: ¡Ahhh! ¿Qué pasó? ¿Qué hago aquí? ¿Dónde está Maroz y Merlín?

Tróleo: Ya no estamos en el Polo Norte, cuando atacó a Maroz, Merlín cubrió el ataque y lanzó un hechizo sobre usted y antes de que Maroz lo atacara desaparecí junto con usted y lo traje de vuelta al castillo.

Morrigan: Gracias, eres un ciervo leal.

Skadi: ¿Qué hay de mí? Yo lo liberé del hechizo.

Morrigan: Lo sé y sé que eres leal, bueno es hora de planear el ataque. Tróleo, envía una lechuza a Satanás y pide que se presente lo antes posible al castillo.

Tróleo: Sí, amo, lo que usted diga, voy corriendo.

(Tróleo sale de escena)

Morrigan: Skadi, es hora de que iniciemos con el plan para acabar con Maroz y la Navidad, porque sólo él queda ya, y no podrá con nosotros (Risa malvada)

Skadi: Sí, maestro, nuevamente reinará la maldad y congelaré todo el mundo (risa malvada) Pero, ¿cuál es el plan, maestro? ¿Cómo logrará que Maroz salga de su castillo?

Morrigan: No te preocupes, Maroz saldrá sólo, él ama la Navidad y en la víspera de Noche Buena saldrá a visitar al mundo de los humanos para llevar su magia y felicidad y ese será el momento para acabar con él y su bondad. Sólo esperemos que llegue el príncipe de las tinieblas y compartiré mi plan con los dos. Mira, hablando del Rey de Roma, ahí viene él.

(Entra en escena Satanás)

Morrigan: Bueno es momento que los dos conozcan mi plan para acabar con la Navidad y la bondad.

Skadi: ¡Sí, maestro, dinos el plan!

Morrigan: Atacaremos la Noche de Navidad, ese día Maroz sale a entregar los regalos para llevar felicidad. Satanás, tú y tus demonios vigilaran todos los movimientos de Maroz, yo atacaré lo que más quiere. Convertiré en cenizas todo el Polo Norte y ustedes lo seguirán hasta hacerlo regresar y es en ese momento cuando yo lo voy a derrotar. Skadi, voy a necesitar a todo tu ejército listo para atacar el castillo polar de Maroz y Satanás, quiero que tus demonios te acompañen a ti y a Skadi.

Satanás: Claro que sí, gran señor del mal, pero ¿cómo derrotaré a Gabriel?

Morrigan: Tus demonios serán el distractor justo hasta el punto de encuentro con Skadi, ahí es cuando tú y ella acabarán con él. Mientras tú lo atacas de frente, la Bruja lo acabará sin que él se dé cuenta.

Skadi: ¡Qué plan más maléfico, gran maestro! Así ese tal Gabriel jamás sabrá qué lo atacó.

Satanás: ¡Sí! ¡Sí! ¡Que felicidad! Jajaja

Morrigan: Bueno, ahora que ya todo está planeado, es hora de prepararse, que mañana es el gran día.

(Todos salen de escena)

(FIN DE ESCENA)

Después de horas de preparación, los nuevos guardianes ya estaban listos para la gran batalla, Maroz los reunió para darles la estrategia para el gran acontecimiento.

Maroz: Hoy es un día muy importante, como todos saben, ya han entrenado lo suficiente para la batalla. Mañana es Noche Buena y estoy casi seguro de que Morrigan atacará. Debemos estar atentos y luchar con valor. El plan es el siguiente:

Magestic y Einar, junto con la guardia, resguardarán el castillo y sus alrededores.

Freya, Bálter y Nanuk, vendrán conmigo, ustedes me ayudarán a custodiar el trineo para lograr repartir los regalos por el mundo.

Bálter: Eso será pan comido, no sé porque vienen los otros dos, conmigo es más que suficiente.

Nanuk: Cálmate, hielitos, además necesitarás a alguien para tener los helados listos.

Freya: Jajaja tranquilos, chicos, somos un equipo.

Maroz: Bueno basta de tanta plática y a prepararse que unas cuantas horas partiremos. El gran día llegó y tenemos que estar atentos.

Guardianes: ¡Sí, señor! (Todos)

Maroz: Vamos todos a sus puestos, los que irán conmigo prepárense para el viaje. Magestic, prepara las pócimas que ocuparé para el recorrido, Einar ve que los renos estén listos para volar. Yo, por lo pronto, iré a ver a los duendes para que carguen los regalos.

(Todos salen de escena)

(Luces fuera)

(FIN DE ESCENA)

Voz of:

El día tan esperado llegó, ya era momento de que los renos volaran por los cielos recorriendo el mundo llevando a Maroz, sólo que esta vez todo era distinto, no se veía esa cara de felicidad que siempre caracterizaba a Maroz, esta vez la preocupación invadía su semblante.

Maroz: ¡Vamos, jóvenes guardianes, que los niños nos esperan y la Navidad ha llegado!

Einar: Buen viaje, Maroz. Que todo salga bien, no te preocupes por el castillo, lo estaremos vigilando mientras esperamos tu regreso.

Maroz: Magestic, Einar, cuiden el castillo y protejan a todos.

Magestic: Claro que sí, Maroz, nada pasará por esas puertas.

Einar: ¡Buen viaje a todos!

Maroz: Renos, en marcha, ¡vámonos!

(Salen de escena y se apagan las luces)

Mientras tanto en el castillo de Morrigan, todos estaban listos para lazar su ataque contra el Polo Norte, los guardias de hielo de Skadi, acompañarían a Morrigan para lanzar el primer ataque. Ellos ya sabían que Maroz había yaemprendido el viaje y era momento para atacar.

Morrigan: El momento ha llegado, es hora de atacar a Maroz, para esta hora ya debe haber partido. Su amor por los humanos, la felicidad y la Navidad serán su perdición y el fin de su reino (risa malvada). Titanes de hielo, nosotros lanzaremos el ataque en contra del Polo Norte. ¡Hoy el reino de Maroz caerá!

Titanes de hielo: Sí, caerán ante nuestras espadas.

Skadi: Titanes, ustedes estarán bajo las órdenes del gran maestro, no quiero fallas.

Titanes de hielo: Sí, gran señora.

Morrigan: Bueno, es momento de partir y todo como lo planeamos. Ustedes serán la distracción y eviten a toda costa que entregue sus sucios obsequios, si no hay regalos, nadie creerá en él y la Navidad desaparecerá. Satanás, no fallen, espero que tus demonios ya estén preparados, tenemos que deshacernos de Gabriel antes de que se convierta en aliado de Maroz.

Satanás: Sí, todo está listo. Demoniofeles y un par de demonios harán de las suyas para que Gabriel salga de su cueva y lo llevarán al punto de encuentro donde acabaremos con él.

Morrigan: Perfecto. Vamos entonces, ¡el momento ha llegado!

(Todos salen de escena) (Fuera luces)

Todos los villanos salieron del castillo. Morrigan partió hacia el Polo Norte junto con los titanes de hielo para lanzar el primer ataque. Mientras tanto Skadi y Satanás salieron al mundo para impedir que Maroz entregue los regalos. Ya en la tierra Satanás ordena a Demoniofeles que haga disturbios entre los humanos para hacer que Gabriel salga y lo siga hasta el punto de encuentro para que ahí sea derrotado.

Satanás: Demoniofeles, tú serás el responsable de guiar a Gabriel hasta la trampa que le hemos preparado. Reúne a otros demonios y creen disturbio entre los humanos. Atáquenlos y creen el miedo, dejen que los humanos los vean para llamar la atención de Gabriel. Una vez que Gabriel salga, hagan que los siga hasta el punto en el que acordamos reunirnos, ahí los estaremos esperando.

Demoniofeles: Sí, jefecito, nosotros llevaremos a Gabriel hasta su tumba jajaja.

Satanás: Eso espero y no falles porque no quiero tener que darte una buena tunda.

Demoniofeles: Sí, amo, no fallaré, se lo aseguro.

Satanás: Skadi, nosotros tenemos que avanzar para preparar la bienvenida a Gabriel.

(Satanás y Skadi salen de escena)

Demoniofeles: Lujuria, Miedo e Ira, aparezcan de inmediato.

En ese momento aparecen uno a uno los demonios.

Miedo: ¿Qué pasa? ¡Algo malo ocurre!

Ira: ¿Por qué siempre molestando? No dejan en paz a uno. Muero de sueño y tú llamando.

Lujuria: ¡Hola, guapo! ¿Me extrañaste?

Demoniofeles: A ver, silencio todos y pongan atenciónporque el jefe me pidió un encargo y si no quieren que acabemos como estatuas adornando el jardín del jefecito, escuchen con atención y hagan lo que les digo.

Miedo: ¡No, por favor, que no me mate el amo! ¡Lo suplico!

Ira: No seas llorón, Miedo, además que tan difícil puede ser lo que quiere el gran señor.

Lujuria: Cierto, además, quiero quedar bien con el amo, quiero que me regale un par de besitos.

Demoniofeles: Bueno, no es nada complicado. ¡Sólo hay que hacer que Gabriel nos siga hasta la trampa que le ha preparado el jefe!

Miedo: ¡¿Qué?! ¿Estás loco? No, nos va a matar primero que el amo, la última vez que nos encontramos con él casi me corta la cola…

Lujuria: ¡Cálmate, Miedo! El riesgo bien que lo vale con tal de ver a ese muñecote de Gabriel.

Ira: Sí, ¡como siempre pensando en tus loqueras! No estamos hablando de algo fácil, Demoniofeles, ¿haz visto la espada que tiene? Nos va a hacer como brochetas.

Lujuria: Sí, sí, yo quiero que me deje como brocheta…

Miedo: ¡Cállate, inconsciente! ¡No digas tonterías!

Demoniofeles: Ya, cálmense, eso no pasará, además ¿qué prefieren? ¿Hacer lo que dice el jefe y vivir o desobedecer y ser despellejado vivo por el amo?

Ira: ¡Pues no tenemos otra opción!

Lujuria: Y, ¿cuál es el plan?

Demoniofeles: Es sencillo, ustedes harán la parte mássencilla, yo en cambio, tendré que arriesgar mi vida.

Miedo: ¿Por qué lo dices?

Demoniofeles: Porque ustedes van a distraer a Gabriel y yo robaré su espada.

Miedo: No sé si llamarlo valiente o un loco suicida.

Demoniofeles: Tranquilo, eso no pasará, haremos los siguiente: Miedo e Ira atacarán a unos humanos y Lujuria se burlará de ellos y con esto seguramente atraeremos la atención de Gabriel. Cuando salga a defender a los humanos, intentará atacarlos y Lujuria tratará de seducirlo y yo, que estaré escondido, saldré y le robaré su espada.

Ira: ¡Nada tonto, tú! Mientras nosotros arriesgamos el pellejo, tu estarás escondido.

Demoniofeles: ¿A caso tú quieres robarle su espada?

Ira: ¡No, yo jamás! Ese ángel es muy peligroso.

Demoniofeles: Acaso tú, miedo, ¿quieres ser quien le quite la espada a Gabriel? A ti Lujuria ni te pregunto porque tú le quieres quitar todo a Gabriel menos su espada.

Lujuria: ¡Tampoco seas exagerado!

Demoniofeles: Bueno, estando todo claro, comencemos con lo planeado. Miren estamos de suerte, ahí vienen un par de humanos. ¡Todos a sus puestos!

(Demoniofeles se esconde y los tres demonios se preparan para atacar a los humanos)

Entran un par de pastorcitos, están con cara de miedo porque se perdieron.

Juan: Oye, Pedro, que ya nos perdimos.

Pedro: Sí, verdad, no vamos a poder regresar.

(Aparece Lujuria)

Lujuria: ¡Hola, guapos! ¿Qué hacen tan solitos por aquí?

Juan: Ay, nanita, ¿ya viste Pedro? Esa muchacha está muy colorada.

Pedro: Sí, Juan, y tiene cuernos y también cola. ¡Hay, nanita, se nos apareció el chamuco! ¡Córrele, Juan!

Juan: Sí, Pedro, ¡vámonos!

Ira: ¿A dónde van? ¡Agárralos, Miedo, que se nos escapan!

Mientras los tres demonios estaban atacando a los pastorcitos, los gritos de auxilio alertaron a Gabriel, quien aparece de manera repentina lo cual sorprende a los tres demonios sobre todo a Lujuria, quien se queda atónica ante la presencia del Ángel y empieza a divagar…

(Gabriel aparece y entra en escena para rescatar a los pastores)

(Baile 4)

Gabriel: ¡Mira nada más que tenemos aquí! ¡Ustedes ni en Navidad descansan!

Miedo: ¡Ahhh! ¡Mira, Ira, ya llegó Gabriel, nos va a golpear…

Ira: No tengas miedo, somos tres y el uno.

Lujuria: Tranquilo, guapo, sólo nos divertiremos un rato.

Gabriel: ¡Liberen a los pastores!

(Sueltan a los pastores y ellos salen corriendo)

Gabriel: Ahora sí, ¿quién será el primero? Necesito un poco de ejercicio.

Lujuria: Tranquilo, mi amor, no queremos pelear, ya soltamos a los pastores, ya nos vamos, sólo dame un besito. (Se acerca a Gabriel intentando seducirlo)

Gabriel: ¡Suéltame y aléjate, infernal demonio mano larga!

Ira: ¡Tampoco la empujes que es una dama!

Gabriel: ¿Quieres pelear?

En ese momento saca su espada y la levanta, de pronto Demoniofeles sale de su escondite y le arrebata la espalda por detrás a Gabriel.

Demoniofeles: ¡Matanga dijo la changa!

Gabriel: Devuélveme mi espada, intento de espanto.

Miedo: ¡Vámonos, patitas pa que las quiero!

Todos los demonios huyen y Gabriel sale persiguiendo a Demoniofeles para recuperar su espada.

(FIN DE ESCENA)

Mientras tanto Satanás y a Skadi esperaban a Demoniofeles y a Gabriel cuando de pronto escuchan un grito.

Demoniofeles: ¡Auxilio! ¡Auxilio! ¡Jefecito, casi me alcanza!

Entra Demoniofeles corriendo con la espada y tropieza y cae, Satanás recoge la espada y mientras Demoniofeles intenta levantarse para escapar, Gabriel lo toma por la cola.

Gabriel: ¿A dónde vas, demonio de pacotilla?

Demoniofeles: ¡Ay, jefecito, ya me agarró! ¡Sálveme por lo que más quiera!

Satanás: Mira nada más, si es Gabriel, ¿se te perdió algo?

Gabriel: Sí, algo que este, pedazo de suciedad, me robó.

Satanás: ¿A esto te refieres? (Levanta la espada)

Gabriel: Mira, Satanás, no estoy para juegos. Si no quieres que te deje como la última vez, dame mi espada y tu sácate de aquí. (Le da una patada a Demoniofeles, quién sale corriendo)

Satanás: Pues si tanto lo quieres, ¡ven por ella!

Gabriel: Conste que te lo advertí.

Gabriel se lanza a atacar a Satanás, pero antes de que lo toque aparece Skadi y lo convierte en una estatua de hielo.

Satanás: Jajaja, te lo dije, Gabriel, que acabaría contigo.

Skadi: Fue fácil acabar con este. Bueno, de una vez mátalo, que tenemos que ir detrás de Maroz.

(En ese momento, aparecen Maroz y los guardianes en auxilio de Gabriel. Skadi y Satanás no se lo esperaban).

Maroz: ¡Deténgase! ¡Freya, Bálter, Nanuk, atrápenlos!

Skadi: ¡Satanás, son muchos, no podremos con todos! ¡Escapemos!

Satanás: ¡Vamos! Mejor avisemos al señor tenebroso de esto. ¡Córrele que te alcanzan!

Bálter: No creí que esto fuera tan sencillo.

Freya: Pensé que sería una batalla.

Nanuk: ¡Que flojera! ¡Pensé que este viaje sería con más acción!

Maroz: Tampoco es para que hagan esos comentarios, además hay algo muy raro en todo esto… ¿qué hace Skadiaquí? Y, ¿quién es ese con el que estaba, Freya? Hay que ver cómo se encuentra el que estaba atacando.

Freya: ¡Maroz! ¡No se mueve! ¡Creo que lo mataron!

Bálter: Bueno hasta que sucede algo interesante.

Maroz: ¡Cállate, Bálter! ¡Eso no es un juego! Voy a revisarlo, ¡está vivo! Súbanlo al trineo. Él nos puede decir que hacía Skadi aquí, no creo que sea casualidad que ella estuviera aquí, precisamente hoy, esto no me da tranquilidad.

Nanuk: Pues no hay porque preocuparse si al vernos lo único que hicieron fue salir corriendo.

Maroz: No siempre todo es batalla y eso ¡grábenselo todos! No hay que perder tiempo que aún nos faltan unas paradas más.

Freya: Y, ¿qué haremos con el extraño que llevamos?

Maroz: Sólo es un hechizo, sólo hay que llevarlo al castillo y ahí lo regresaremos a su normalidad. Ahora, ¡vamos!

(Todos salen de escena)

(FIN DE ESCENA)

Mientras tanto en el Polo Norte, Morrigan preparaba todo para la batalla y estaba listo para atacar. Él y los titanes de hielo y parte de los demonios de Satanás, ya tenían rodeado todo.

Morrigan: Es momento de atacar, Titanes y Demonios, acaben con todo lo que esté a su paso, no dejen nada con vida.

Titanes y Demonios: Así será, gran señor del mal.

Tróleo: ¡Amo, alguien se acerca!

Morrigan: ¡Todos prepárense!

Skadi: ¡Maestro, somos nosotros!

Morrigan: ¿Qué hacen ustedes aquí? ¡Se supone que deben estar siguiendo a Maroz!

Satanás: ¡Sí, señor, pero no está solo!

Morrigan: Sólo es acompañado por sus tontos duendes.

Skadi: Esta vez no, estaba acompañado por tres guerreros más y portaban armaduras de los viejos guardianes.

Morrigan: ¡No puede ser! ¡Sólo quedaban tres guardianes vivos… Maroz, Merlín y Malak! Malak murió y yo mismo maté a Merlín. ¡Sólo quedaba Maroz! ¿De dónde salieron esos guardianes?

Satanás: No lo sé, pero son muy poderosos. Nos hubieran matado si los enfrentábamos.

Morrigan: Está bien, agrupen a sus guerreros. Atacaremos el castillo ahora…

(FIN DE ESCENA)

En el castillo de Einar, la guardia real se preparaba, ya que un mensajero dio la noticia que las legiones de Morrigan estaban a punto de atacar.

Einar: ¡Magestic, el momento llegó, hay que prepararnos!

Magestic: Ya estoy lista, prepara a la guardia real.

Einar: ¡Guardias! ¡Preparen armas!

(Baile)

En ese momento las legiones atacaron el castillo y los guardias, junto con los dos guardianes contestaron el ataque… Y es así como se libra la primera batalla.

Morrigan: ¡Ataquen! ¡Que no quede nadie en pie!

Einar: ¡Guardias, a defender el castillo! ¡No permitan que avancen!

Morrigan: ¡Jajaja, jamás podrás detenerme, iluso!…

Magestic: ¡No está solo, jamás podrás vencernos!

Morrigan: ¡Chiquilla tonta! Ustedes no son nadie para mí y mis poderes van más allá de los suyos jajaja

Einar: Magestic, vamos a atacarlo, lo derrotaremos. Prometimos cuidar el castillo.

Magestic: ¡Acabaremos contigo!

Morrigan: Jajaja, ¿dónde escuché eso? ¡Cierto, lo recuerdo! ¡Tu padre dijo lo mismo antes de morir! (Risa malvada)

Los guardianes junto con la guardia real del castillo, lucharon con todas sus fuerzas, pero no fue suficiente. Morrigan y sus legiones los derrotaron. Todos cayeron, uno tras otro… Morrigan destruyó todo y a todos, sólo conservó a los guardianes como prisioneros.

(Fuera luces) (Salen todos)

(FIN DE ESCENA)

Al otro lado del Polo, Maroz y los demás guardianes estaban haciendo su última parada en el Polo Sur, lugar de los Elfos de Hielo, sin imaginar que el castillo había sido tomado por el mismísimo Morrigan y estaba iniciando su reinado de miedo y maldad.

Maroz: Por fin hemos llegado al Polo Sur y todo ha salido a la perfección. En unas horas más estaremos de vuelta en el Polo Norte. Creo que Morrigan jamás atacará.

Freya: Cierto, creo que todo estará bien. Maroz, pedí que atendieran al extraño que encontramos, ya en un momento estará mejor.

Ogmios: Princesa Freya, que alegría verla de nuevo. Vengan, tenemos algo preparado para ustedes. Hoy es un día de fiesta porque ha vuelto con bien.

Nanuk: Pues vamos, ¡hay que celebrar!

(Luces fuera) (Entran los Elfos de Hielo)

Ogmios: Princesa, esto es para ustedes.

(Baile 5)

(Termina el baile y Freya agradece a su reino, pero les dice que tiene que volver para terminar su misión y después regresará de nuevo a su reino)

Freya: Querido súbditos, agradezco este recibimiento, agradezco el amor que tienen hacia mí y la corona, yo prometí a mi padre que los protegería ustedes y al reino y eso haré. Partiré de nuevo para cumplir con la misión que tengo como guardiana. Prometo volver para cuidar de ustedes y poder reinar en paz y armonía. ¡Gracias, los llevaré en mi corazón!

Todos los súbditos: ¡Viva la princesa Freya! ¡Larga vida a la princesa!

Maroz: Freya, es hora de partir, tenemos que volver, tengo un mal presentimiento.

Freya: Sí, Maroz, vamos. Ogmios, te encargo el reino, protégelo hasta mi regreso.

Ogmios: Claro que sí, princesa, yo daría mi vida por usted y por el reino.

Freya: Lo sé, adiós, nos veremos pronto.

Maroz: Bálter, Nanuk, suban al acompañante que sólo ha quedado inconsciente, es hora de partir.

Bálter: Claro, Maroz, ya estamos listos.

Nanuk: Y yo que apenas me estaba acostumbrando a las buenas atenciones.

Maroz: ¡A volar, renos, llévennos de vuelta casa, el Polo Norte nos espera! ¡A toda prisa!

(Todos salen de escena mientras los elfos se despiden y les desean un buen viaje)

Elfos: ¡Buen viaje! ¡Que la fortuna los acompañe con bien hasta su destino! ¡Larga vida a los guardianes!

(Luces fuera) (Salen todos los elfos de escena)

(FIN DE ESCENA)

Mientras tanto en el polo Norte todo era destrucción, Morrigan se había apoderado de todo el reino y su reino de terror comenzó. Los sobrevivientes se convirtieron enesclavos. Al llegar, Maroz, al polo Norte, no podía creer lo que sus ojos veían, estaba atónito con tanta destrucción, sus ojos se llenaron de lágrimas al ver a su reino destruido y sus duendes muertos. Por primera vez su corazón sintió rencor. Los guardianes por su parte no podían creer lo que veían, estaban petrificados y llenos de terror.

Maroz: ¡No! ¿Porqué? ¿Porqué ellos? Ellos no tenían la culpa, ellos no merecían morir.

Morrigan: Jajaja bienvenido, Maroz, veo que ya viste mi obra de arte. Veo que ahora usas niños para defender tu reino. Tengo un regalo para ti… ¡Titanes, tráiganme a los prisioneros!

Titanes: Sí, amo.

Maroz: ¡Tú! Pagarás caro lo que has hecho, esta vez no te perdonaré, tomaste es lo que más amo y lo destruiste… ¡Acabaré contigo!

Morrigan: ¡Jajaja, no puedes! Siempre has sido débil. ¡Yo no fui quien prefirió a los humanos! Mira, tú los abandonaste a todos ellos por darle felicidad a los humanos, aquellos a los que protegiste hicieron que olvidaras a todos los que estaban cerca de ti. ¡Mira, aquí traen el obsequio que tengo para ti! ¡Tus queridos guardianes! Hubieras visto sus caras cuando los derrote, pobres ilusos, creyeron que podrían derrotarme. Por cierto, ya conocí a la hija de Merlín… ¡Titanes, láncenlos hacia Maroz! ¡Velos de cerca, ve lo que ocasionaste!

Maroz: ¡Como te atreves, juro que no tendré piedad, eres despreciable! Todos lucharon y dieron sus vidas porque tienen algo que tú jamás tendrás: amor, compasión. Tu corazón está podrido y lleno de odio.

Morrigan: Jajaja ¿amor? Qué triste, ¿de qué te sirvió tu amor? Sólo los hace débiles, además ahora todos me temen hasta tú, jajaja.

Maroz: ¡Cállate! ¡Guardianes! Luchemos con el corazón, tenemos que luchar y ganar. El sacrificio de todos los que se han ido no será en vano.

Guardianes: ¡Sí, todos a luchar hasta que no podamos más!

Morrigan: Legiones, ataquen y destrúyanlos, que no quede ninguno. La victoria casi es nuestra, por fin, la maldad vencerá sobre el bien y el amor. ¡No más amor, no más Navidad! (Risa malvada)

Maroz: ¡Tú serás mío! ¡Acabaré contigo con mis propias manos!

Morrigan: ¿Qué pasa, Maroz? Matarás a tu propio hermano (Risa malvada).

Maroz y los guardianes lucharon hasta el último aliento, las legiones de Morrigan lo superaban en número y uno a uno fueron cayendo. La esperanza se apagaba como una llama con el viento, así, nadie más quedaba, sólo los dos hermanos… Maroz con un rencor por aquel que era susangre y le había arrebatado lo que más quería y Morrigan odiándolo porque jamás lo amarían como a él…

Morrigan: Al fin y como la última vez que peleamos, aquí estamos, solos tú y yo, es momento de acabar con esta batalla que hemos tenido por siglos.

Maroz: Esta vez sí será la última batalla. Haz causado mucha destrucción, es momento de ponerle fin a tu maldad.

Morrigan: Sigues creyendo que podrás derrotarme, jamás lo harás porque eres débil, tu amor te hace débil. ¿Dónde están los guardianes o los humanos que proteges? ¡No hay nadie!¡Estás solo!… ¡Solo y acabado!

Maroz: ¡Cállate! El mal jamás vencerá el poder del amor y el bien.

Morrigan: Pobre iluso, ¡cállate y muere!

Los dos hermanos se lanzan en un último ataque, el último aliento de fuerza de ambos… dos guerreros enfrentándose ysolo un camino: la muerte o la victoria.

Morrigan: ¡Por fin! ¡La victoria es mía! ¡La maldad ha triunfado sobre el bien! ¡Muere, Maroz! (risa malvada)

(De repente, de la nada, sale Tróleo y con la espada de Gabriel, apuñala a Morrigan justo cuando estaba a punto de asesinar a Maroz)

Morrigan: ¡Ahhh! ¡No puede ser!… ¿Tú? ¿Porqué?

Tróleo: ¡No matarás a mi padre!

Morrigan: ¡Tú tampoco vivirás! ¡Muere! ¡Muere, horrible troll!…

Tróleo: ¡Ahhh!… Maroz… Perdóname… Sólo quería ser como tus demás duendes… Perdón.

Maroz: ¡No, Tróleo!… ¡No!

Tróleo lo salva, aunque eso le cueste la vida. Él no pudo olvidar que Maroz fue quien lo crio desde que era un pequeño bebé. Todo eso lo hizo arrepentirse y dar su vida por quien, para él, fue su padre… Ésa pequeña lágrima que escurría por la mejilla del troll, mientras moría, fue la prueba de que el amor siempre será más fuerte que toda la maldad que existe y fue la esperanza de un mundo nuevo lleno de bondad, que logró que el corazón del pequeño Troleo recordara que hubo una época en el que él creía en la paz y el amor por sus semejantes… Esta historia nos recuerda que aún y cuando la esperanza está casi muerta un milagro de amor puede surgir de donde menos se espera…

¡Feliz Navidad!

FIN

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