Para mi papá:

La necesidad de uno de tus abrazos incrementa cada día más. 

Tu carácter era tan parecido al mío, tajante pero al mismo tiempo con un corazón sensible que tus ojos se volvían vidriosos al recordar una deslealtad; y tu forma de dar amor y cariño también, distante pero verdadera y con abrazos cargados de comprensión acompañados de la frase “el viejo te quiere mucho”, al igual que al final de cada llamada.

Tu humor era también parecido al mío, salías con cualquier ocurrencia para hacerme reír, hasta hacerte el gracioso hablando como porteño y por todo el camino no te salías del personaje.

A pesar de las enfermedades, vos no tenías días malos.

Te necesite durante mi niñez y adolescencia pero no te juzgo, sino que nunca supiste como sostener algo tan frágil, como el día en que nací que le dijiste a la enfermera que no querías alzarme porque era muy chiquita y tenias miedo que me resbale de tus brazos (hoy, no hay lugar que no quiera estar que no sea en los tuyos).

Te recuerdo todos los días; nos volveremos a ver pronto junto a mi otro Papá ☁️

Te amo para siempre,

tu chica.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS