El amor en los tiempos de vida y el amor en los tiempos de muerte

La niña corre por los prados, baila, brinca y se mueve con la energía de la vida, de las ganas de recorrer y experimentar el mundo. Esta deseosa de que los vientos la envuelvan y desordenen sus cabellos. Que su boca pruebe los deliciosos y dulces sabores de las tortas. Que su cuerpo avance y avance hasta que sus piernas la obliguen a recostarse y experimentar la extraña y magnifica realidad en los sueños.

A lo mejor fue suerte, destino o casualidad, pero la niña encontró a alguien para que la acompañe en todos sus recorridos. Alguien que fluya con su mismo ritmo. Que sus corazones palpiten a la misma velocidad. Así es como empieza la historia de Niña junto a Compañero, su par.

Él, está tan cerca de ella, que su cuerpo casi se convierte en una extensión del cuerpo de ella. Los brazos de la niña terminan y vuelven a empezar cuando junta sus manos con Compañero. Sus bailes solo se expresan como deberían cuando se encuentra danzando con Compañero. El mundo de niña solo pareciera que girara cuando mira a Compañero a los ojos y sabe que no está sola. Sabe que alguien puede amarla y acompañarla en todas las dimensiones de su vida.

Expresan y viven la vida en conjunto. Se demuestran su amor, cuando se acompañan en las tardes aburridas de lluvia, cuando pelean y se perdonan, cuando empiezan a tomar las expresiones del otro, cuando con una simple mirada saben que quiere el otro, cuando la vida continua y siguen unidos.

El tiempo avanza y así también la Niña y Compañero. Los años empiezan a notarse. Siguen bailando, pero más lentito. Se ríen más por la complicidad, que por el chiste que ya han escuchado 20 veces antes. Recorren el mundo, pero hasta más cerquita, a lo mejor hasta su café favorito en la esquina, las piernas ya no aguantan como antes. Así, el tiempo empieza a correr rápidamente, mientras que ellos solo pueden caminar despacito. Pero, que les importa, sienten tanto amor y juntas están sus vidas. No necesitan más.

Una mañana cualquiera, todo se vuelve distinto. Es como que faltara una parte. Algo no calza. Hay un extraño vacío en el corazón.

El sándwich que siempre compartían las tardes de domingo, ahora en el redondo plato se ve que sobra una de las mitades. La cama se siente más grande, pero es del mismo tamaño. Falta una de las voces en el coro de su canción favorita. ¿qué está pasando?

La niña vive, con su amor adentro, pero no sabe con quien expresarlo. Compañero, ya no está. Siente tanto y tan fuerte, que solo le gustaría poder decirle “Te amo” y saber que Compañero lo sabe. Que donde sea que este, pueda sentir lo que ella esta viviendo.

Niña solo puede extrañar. Mira sus alrededores y todo se ve igual, pero no se siente de la misma forma. Todo tiene un nuevo significado. Los edificios son igual de altos, pero ahora sus tonos son grises. Lo mismo se siente con las flores, el delicioso perfume de antes, ahora su aroma es casi imperceptible. El mundo sigue girando, pero en vez de hacia al futuro, está atascado en el pasado.

Hoy, la niña, baila con el recuerdo.