Desventurada y nostálgica luz de la noche,
bellas estrellas adornan el umbral del cielo,
el frío incita beber café viéndote en el humo
y la bohemia lluvia susurra tu abatido nombre.

Recordar el anhelo de mi pasión es fácil,
noches frívolas permanecen a tu favor,
discerní el porque me enamore de ti
y descubrí el porque dejaré de hacerlo.

Una simplicidad entender palpables hechos
y un reto apresurado tratar de explicarlos,
porque un corazón cortejado estará ciego
con una idealización necia al cambio.

Arrojaste las recónditas cartas sobre la mesa,
jamás derrocharé mis cartas de esa manera.
Proponer empate dónde solo hay un ganador
fue de lo más crédulo que hice por amor.

Aún hay esencia del diverso amor que liberamos
y sin regresar a la morada, pensarás en mi,
porque el destino nos plantó para encontrarnos,
pero jamás abrimos lo que se tiene que abrir.

En la cruda oscuridad palpitan tus ojos fríos,
voces turbias del silencio me quieren confundir,
mirarte en cada rincón y paraje será mi delirio,
hasta que la noche infame olvide hablarme de ti.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS