El niño sintió que algo estaba pasando, ya no estaba en aquel cuarto oscuro, le estaban separando del tubo que le alimentaba, le quitaban del ambiente acuoso y caliente que le daba confort y le alejaban del sonido que le hacia dormirse tranquilo y confiado, pues ese sonido era adornado con la dulce voz que le tranquilizaba en aquel paraíso donde siempre había vivido.
Ante todo ese ruido que ahora le rodeaba, esas cosas raras que le cegaban la vista, no pudo mas que cerrar sus ojitos y llorar, nunca lo había hecho pero lloró, pero oh que bueno, sintió un abrazo que nunca había experimentado y que le pareció conocido de toda su vida, oyó de nuevo el sonido repetitivo de antes, pero esta vez más débil y escucho mas fuerte la voz mas hermosa de su vida, si era la misma voz, pero ahora mucho mas fuerte, entonces se sintió tranquilo; estoy en un lugar feo, hay mucha luz y ruidos, pero no importa, ella está aquí conmigo y ahora la siento mas cerca de mí, y se durmió tranquilo.
Ha pasado algún tiempo y se ha acomodado a su nuevo hogar, es el centro de atención y toda la familia se esmera en darle mucho cariño, de verdad este nuevo mundo no está del todo mal, los colores ya no parecen tan feos, ahora le atraen, los sonidos despiertan su curiosidad y qué decir de los sabores, esa bebida que le da su madre de su pecho es fantástica, ¡no sabia lo que me estaba perdiendo! pensó y se volvió a su tarea preferida, dormir.
Ahora todo ha cambiado, el deseo de conocer su mundo le invade con fuerza y nada parece detenerle, sus piernas aun dóciles pero le ayudan a dar pequeños pasos, aun siente miedo, pero el deseo de ir mas allá le arrastra; ayer experimentó algo nuevo que no le gustó para nada, al ir corriendo a los brazos de su padre, las piernas no soportaron y cayó al suelo, el dolor fue enorme en su rostro y brazos, pero otra vez la dulce voz de su madre le hizo olvidar el dolor y, otra vez se durmió.
No se cuanto tiempo ha pasado, el niño se pierde entre los demás niños al llegar a la escuela de párvulos, todos corren, juegan, saltan y comen en un ambiente de amistad enorme; aunque al principio no fue así, los primeros días era un mundo demasiado diferente y le provocaba mucho miedo, hoy le gusta tanto porque después del refrigerio la maestra les da tiempo para dormir, y a él le encanta dormir.
Los días de escuela han seguido, día tras día, mes tras mes, y año tras año, ahora está por terminar la primaria, las cosas que ha vivido son muchas, los recuerdos, enormes, si tuviera que escribir un libro tendría muchas páginas; los maestros, los buenos y lo son tan buenos, y los compañeros, ese grupo de chicos con los que ha vivido experiencias increíbles, que ahora, para iniciar la secundaria, algunos deberán separarse, esta sensación de intimidad con otros y la tristeza que produce la separación no la había experimentado, y la verdad no es tan agradable, tanto es así que esa noche pensando en ello, no pudo dormir.
Hoy cumple 15 años, ya tiene nuevos amigos del nuevo colegio, nuevos profesores, responsabilidades y, por primera vez, una chica que le gusta, ella aun no lo sabe, pero a él le parece la creación mas perfecta, y cuando esta junto a ella; que él busca que sea muy seguido, le parece que el tiempo se queda detenido y quiere decírselo, pero aún no encuentra como; es la primera vez que dormir no le parece fácil, no puede hacerlo, algo está en su cabeza, en su corazón y hasta en su estómago que le produce un sentimiento extraño, siente algo pero no sabe qué, tiene ganas de llorar, ganas de salir corriendo y eso, ¡eso es! tiene ganas de estar con ella, de verla, escuchar su voz y poner una cerca electrificada para que ningún otro chico le hable, es mas que ni la vea, esta vez se quedo toda la noche despierto.
Ahora es el día de su graduación, hay un gran alboroto en su escuela, en su casa y hasta en su cerebro, la emoción se debe a que además de obtener el resultado de su esfuerzo, ha sido seleccionado para leer un pequeño discurso en el acto, su familia estará allí y esto lo tiene muy excitado. Al final el discurso salió muy bien y las felicitaciones de sus compañeros y maestros estuvieron a la orden del día; al llegar a casa la fiesta con familiares y amigos y la deliciosa cena, le provocaron un cansancio enorme y terminó acostado en el sofá de la sala, con el traje de gala y los zapatos puestos, dormido.
La universidad se hizo realidad desde hace unos años con sus nuevos horarios de clases, nuevos profesores y con un círculo de compañeros más pequeño; el tiempo con la familia es cada vez menor, a penas comparte con ellos los fines de semana, y debe regresar a la tediosa vida de estudiante universitario, el estrés y las tareas son su día a día , pero el sueño por ser profesional es muy grande y hay que hacerlo realidad, después de todo, el tiempo pasa rápido; es lo que piensa mientras con un libro de filosofía sobre su rostro para cubrirse de la luz, se queda dormido.
Siempre pensó que el día de su matrimonio sería el día mas feliz de su vida, pero aunque está feliz, hay un montón de ideas sobrevolando sobre su cabeza como aves carroñeras que desean robarle la felicidad; esas ideas sobre cómo será la vida de casado, cuán costosa está la vida y deberá trabajar mucho más ahora que tiene mayor responsabilidad, es como si tuviera algo de miedo; pero mirar a su esposa tranquila y feliz a su lado le da tranquilidad, ella tiene la capacidad de apaciguar sus miedos y todo estará bien, es hora de viajar para su luna de miel y aunque está muy cansado, al menos esta noche no deberá dormir.
Debería estar contento pues hoy cumple 40 años, pero quizás el cansancio del trabajo y alguno que otro achaque le tienen preocupado; a la fiesta vinieron sus padres y hermanos, sus hijos celebraron la llegada de los primos con quienes se alegraron jugando; estuvo bien, gracias, amor, dijo al acostarse, mientras pensaba que la fecha de pagar la cuota del carro era mañana y la universidad de su hijo, el sábado, y se quedó dormido.
Han venido sus hijos, todo mundo está feliz, su esposa ha preparado esa comida que tanto le gusta, y motivo de su cumpleaños numero sesenta le han traído muchos regalos, platican sobre la vida y ahora junto a sus hermanos recuerdan a su madre y siente que al hacerlo las lágrimas se vuelven pesadas y sus parpados no pueden sostenerlas; su padre no resistió mucho tiempo sin ella y también se dejó morir de tristeza, el viejo debió amarla mucho pensó, y como estaba cansado, se quedó dormido.
Sabía que este día llegaría se dijo así mismo, no tengo pena, he sido feliz y la muerte es parte de la vida, quiero que sean fuertes, que vivan su vida, cuiden a su madre les dijo a sus hijos y los parpados como pesadas lozas se empezaron a cerrar, y se quedó dormido esta vez para siempre.
En la sala del hospital las enfermeras corrían trayendo instrumentos, el medico se quitó los guantes, secó su frente y con mucho pesar dijo:
—señora, lo sentimos mucho, su hijo no sobrevivió al parto, hicimos lo posible para evitar perderlo, pero solo vivió unos cuantos segundos.
Nelson_Peña
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