«El Engaño de la Amistad»
En los rincones oscuros de mi ser,
se oculta el peso de un dolor ajeno a entender,
perder a un amigo amado, un golpe cruel,
por la interpretación errónea de lo que él fue.
Un lazo fuerte y genuino, creí haber construido,
pero en la nebulosa de sus pensamientos se perdió,
sus ojos vieron sombras donde había luz,
y ahora, la amistad se desvaneció sin disputa alguna.
Oh, amargo engaño que se infiltró en su mente,
transformando la realidad en una ilusión decadente,
aquello que compartíamos, hermoso y sincero,
fue distorsionado, despojado de su verdadero valor.
¿Cómo pudo interpretar lo que no existía?
¿Cómo pudo dar paso a esta dolorosa agonía?
El corazón se desgarra en esta pérdida,
y el alma anhela la reconciliación prohibida.
El amigo que tanto quería, ahora se desvanece,
se convierte en un recuerdo que mi corazón estremece,
me duele pensar en lo que pudo haber sido,
en las risas y aventuras que se han ido.
El engaño se alza como una muralla infranqueable,
se interpone entre nosotros, indestructible e impenetrable,
y en la soledad de mi dolor, me pregunto sin cesar,
cómo pude perder a alguien que tanto amaba.
Pero en medio de este oscuro laberinto,
encuentro fuerzas para sanar mi quebranto infinito,
porque la amistad verdadera no se basa en la mentira,
y el amor que merezco, no es el que él podría brindar.
Así que, aunque duela y el alma esté en llanto,
acepto que la partida de este amigo es mi quebranto,
aprendo a dejarlo ir, a soltar su mano en la distancia,
y encontrar en mi camino nuevos destinos con esperanza.
Porque la lección es dura, pero valiosa,
que no todos los lazos serán eternos en esta vida preciosa,
y aunque el engaño me haya causado sufrimiento,
sé que merezco amistades que sean auténticas en todo momento.
Aprendo a perdonar y a dejar ir con amor,
aunque el recuerdo perdure, en mi corazón hay valor,
pues el verdadero amigo se mide en lealtad y verdad,
y aquel que no pudo comprenderlo, simplemente se desvanecerá.
Que este poema sirva como testimonio,
de lo duro que es perder a un amigo en el engaño,
pero también de la fortaleza que se encuentra en el interior,
para sanar, crecer y buscar nuevas amistades con fervor.
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