Se sentía el aire rozando mi piel moviendo mi largo cabello y trayendo olores lejanos a mi nariz.

Siempre fue algo bonita la soledad y humedad del bosque, me siento inmensa a pesar de ser algo diminuto cuando estoy en él, quisiera recorrerlo e investigar cada parte de su inmensidad, pero solo estoy de paso, de descanso, antes de atosigar mi vida en otra larga semana de trabajo.

Las tomas que puedes hacer en un lugar así son increíbles, la inspiración para escribir o pintar simplemente también surge; todo se vuelve bellísimo, algo que con palabras no sería posible describir con toda veracidad y que para saber bien hay que estar ahí y sentir.

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