Psíquica Prisión

Psíquica Prisión

freddInca

08/07/2023

En una estación de policía, el comisario se encontraba en su oficina, estaba bebiendo una taza de café, -“¿jefe, está bien?”- dijo el suboficial Ramírez, ingresando, -“sí, estoy bien”- dijo el comisario, -“lo noto muy tenso, ¿es por lo que paso ayer, verdad?”- dijo el suboficial, -“anoche no pude dormir bien, tuve pesadillas, fueron muy reales”- dijo el comisario pensativo, -“tranquilo, ya paso, esa familia no volverá hacer daño a nadie”- dijo el suboficial, -“eso es lo que me tranquiliza”- dijo el comisario preocupado, -“entonces…”- dijo el suboficial abriendo la puerta, -“estas son las mañanitas que cantaba el rey David, a los jefes más bonitos, se le cantaban así, despierta…”- cantaban el resto de su equipo con un pastel en manos, -“gracias muchachos”- dijo el comisario alegre al verlos, todos lo saludaron por ser el día de su cumpleaños, -“sé que tuvimos mucho trabajo en cerrar el caso de ayer pero ya estamos libres, además no podemos olvidar este día”- dijo el suboficial Ramírez sonriente, -“gracias Ramírez”- dijo el comisario contento, -“vamos jefe, estamos en todas las noticias del pueblo, somos los héroes de este lugar, y usted es la cabeza, sino fuera por usted esa gente seguiría haciendo de las suyas, hizo un buen trabajo”- dijo Gonzales, -“es verdad, supo dirigir bien al equipo, estamos orgullosos de usted”- dijo el suboficial Martínez, -“y tenemos que celebrar por su triunfo y por qué estamos de fiesta, felicidades”- dijo la suboficial, Hernández, -“jefe, mañana vendrá el alcalde del pueblo, quiere conversar con usted, al parecer le va hacer un reconocimiento honorifico”- dijo Álvarez, -“ya veo a toda la prensa tomándonos fotos, saliendo en la televisión a nivel nacional”- dijo Gonzales sonriente, -“ya no sueñes despierto”- dijo Martínez quitándole su gorra de oficial y riéndose con él, -“ya, déjense de tonterías, partamos el pastel y celebremos con el mejor comisario del pueblo”- dijo Hernández sonriente, el comisario les agradecía, pero se veía algo preocupado.

Luego se veía a Ramírez conversar con Martínez en los vestidores, -“veo muy extraño al jefe, ¿¿le pasara algo?”- dijo Martínez, -“tuvo una mala noche, aparte con lo que sucedió ayer, ¿crees que el alcalde venga a felicitarlo o a cuestionarlo por lo que le paso a esa gente?”- dijo Ramírez preocupado, -“no fue culpa del jefe, todos los vimos, ellos se suicidaron, los peritos estuvieron aquí y lo confirmaron”- dijo Martínez, -“espero que la visita de mañana sea para algo bueno y no que sea algo malo”- dijo Ramírez pensativo, de pronto escucharon unos disparos, -“¿qué rayos fue eso?”- dijo Ramírez agachándose, –“cúbrete, vamos”- dijo Martínez en voz baja, agachado tomo su arma listo para disparar. Iban a salir de esos vestidores, cuando escucharon otros disparos y un grito, -“esa fue Hernández”- dijo Ramírez algo asustado, -“¿qué rayos está pasando, quien entro a atacarnos?”- dijo Martínez serio, cuando el par de colegas salieron de los vestidores, caminaban por los pasadizos muy alertas, entraron a una oficina y veían a Gonzales muerto, sentado con un disparo en el pecho, -“¿quién hizo esto?”- dijo Ramírez asustado, -“¿dónde está el resto?”- dijo Martínez serio, fue por otro pasadizo y veía a Álvarez en el suelo tenía un disparo en la espalda, -“¿quién está cazándonos?”- dijo Ramírez molesto, de pronto las luces se apagaron, las luces de emergencia se encendieron, ambos se ocultaban pues escucharon los pasos de alguien que se acercaba, Martínez y Ramírez se miraban, salieron apuntar por el pasadizo, -“¡manos arriba o disparo!”- dijo Martínez molesto, ambos apuntaban pero no había nadie, -“¿escuchaste eso?, parecía que alguien estaba aquí”- dijo Ramírez asustado, -“cúbreme”- dijo Martínez avanzando, Ramírez atrás de él, cuando vieron a Hernández sentada recostada contra la pared, -“¿Hernández quién te hizo esto?, contéstame”- dijo Martínez acercándose a ayudarla, ella lo miraba, se cogía el cuello pues tenía un herida que sangraba demasiado, quería hablarle pero falleció al intento, -“¿dónde está el jefe?”- dijo Ramírez asustado, -“aquí”- dijo el jefe apareciendo a sus espaldas con su rifle en mano le disparo en la cabeza a Ramírez, luego apunto a Martínez, asustado lo miraba con la sangre manchada en su rostro, -“¿jefe, usted, porque hace esto, porque nos hace esto?”- dijo Martínez sin entender, veía como le apuntaba en la cara, -“te dije que vendría por ustedes”- dijo el comisario con sangre el rostro sonrió y le disparo.

3 años después

-“Aquí estamos con Samara, psíquica, vidente y parapsicóloga, es la experta del pueblo vecino, ayudado en muchos casos como estos, será muy útil en este caso”- dijo Ema, una joven de 22 años de edad, mientras conducía su auto, Samara era una mujer de 60 años, estaba fumando un puro, -“bueno señora Samara, sabe para qué le trajimos aquí, necesitamos de su ayuda para resolver todo lo que sucedió en este lugar”- dijo Blas con cámara filmadora en mano, -“joven, llámeme solo Samara, mis servicios así como son muy caros, son muy certeros”- dijo Samara seria, -“está bien, solo queremos aclarar esta tragedia, luego usted será recompensada”-dijo Blas, -“solo no me interrumpan cuando esté hablando, no toquen nada que yo les diga, abran bien los ojos por donde vamos y sobre todo, yo llevare el timón, entienden”- dijo la anciana, -“está bien”- dijo Ema que era la persona que entrevistaba.

El auto se detuvo a las afueras de la estación de policía, era ya un lugar abandonado, un policía se les acerco, -“hasta que llegaron, ¿saben lo que esto me costaría?, mi puesto en el trabajo”- dijo Carmelo algo nervioso, -“tranquilo hermano, ya trajimos a la última”- dijo Blas saliendo del auto con la cámara, -“¿vas a filmar todo?”- dijo Carmelo, -“todo tiene que ser grabado como evidencia y tú como policía serás el testigo de todo los acontecimientos”- dijo Blas golpeándole el hombro, -“¿yo también entrare?”- dijo Carmelo nervioso, -“hermanó, no querías ascender de puesto, esta es tu oportunidad, de suboficial de tercera ascenderás a de primera, esta es tu oportunidad”- dijo Blas, -“eso lo dices porque sabes que llevare un arma y quieres seguridad”- dijo Carmelo nervioso, -“solo por que llevas el arma, pero me siento más seguro con ellos”- dijo Blas filmando al grupos, -“¿y tu novia, que le pasa?”- dijo Carmelo mirando a Ema que veía muy concentrada a la comisaria.

-“Señorita Ema, llevo aquí casi una hora esperando, no tengo todo el día, además mis honorarios son elevados”- dijo Rony, un hombre cerca de los 40 años, llevaba barbaba y lentes, -“esto también le va a servir a usted para su canal de redes sociales, no es usted un aficionado a lo paranormal”- dijo Ema acercándose, -“soy un investigador de lo paranormal”- dijo el hombre sacando una grabadora de voz, un micrófono, se colocó unos auriculares, -“ya estoy listo”- dijo Rony cargando su equipo, -“qué bueno”- dijo Ema acercándose luego a una joven de apariencia asiática, -“Muriel, gracias por venir”- dijo Ema, -“te dije amiga, yo te ayudare a resolver este caso, además trajiste a la experta que te recomendé”- dijo Muriel, -“más tu habilidades de ser astrologa serás un gran apoyo, junto con ella podemos averiguar más de lo que paso en este lugar”- dijo Ema, -“solo te digo que desde que llegue, siento energías negativas, no esperemos nada bueno cuando entremos”- dijo Muriel algo nerviosa, la joven astrologa.

-“Primero agradecerles porque todos decidieron acompañarme en esta expedición, sé que será algo escalofriante, pero si estamos todos juntos no nos pasara nada, aquí la experta, Samara será nuestra guía, Muriel y Rony son el personal de apoyo, serán los brazos de la señora Samanta”- dijo Ema, -“yo trabajo sola, no necesito ayuda, no soy una novata en esto”- dijo Samara seria, -“lo sé, pero tal vez ellos también capten algo más que nos sea de utilidad, tómelo como sus refuerzos, son confiables, están a su disposición, usted será la guía no se preocupe”- dijo Ema, -“pregunta, ¿cuánto tiempo demorará esta expedición?”- dijo Carmelo, Blas lo miro serio, -“unas horas, en dos días demolerán este lugar ya que no funciona, y solo la nueva delegación al oeste del pueblo es la que funciona, chicos trabajemos en quipo y si creen que es demasiado peligroso para todos, abandonaremos el proyecto”- dijo Ema mirando al grupo, -“temía que dijera eso”- dijo Carmelo, -“buenas palabras ingresemos”- dijo Blas. El grupo ingresaba, sacaron el candado y las cadenas de la puertas, Ema iba con su linterna a adelante con Samara, atrás iba Blas y Muriel, luego Rony y Carmelo.

Samara sacaba un péndulo, ella miraba hacia donde se movía el artículo, y empezó a caminar, -“estamos siguiendo a Samara, ella es la guía en esta expedición, necesitamos aclarar lo que realmente sucedió en esta comisaria, hace tres meses ocurrió una tragedia, el comisario y sus cinco suboficiales fueron asesinados, cuando la policía del otro condado llego a la escena del crimen encontró los cuerpos por toda la delegación, hicieron investigaciones y cerraron el caso apuntando que el comisario perdió la razón y mato a sus compañeros, ¿pero porque lo haría, un hombre con un prestigio intachable?, ante los ojos del pueblo era un buen ejemplo de seguridad para los suyos, la familia del comisario no cree que él haya sido quien haya matado a sus compañeros y amigos que fueron a la vez, pero las autoridades así lo manifestaron y cerraron el caso”- dijo Ema hablando hacia la cámara de Blas, Samara se detuvo, -“díganos Samara, ¿Qué observa, que siente o que escucha?”- dijo Ema, -“aquí, hubo una masacre, muchos disparos, sangre por todo estos lugares”- dijo Samara cerrando los ojos, -“no escucho nada”- dijo Rony subiendo el volumen a su micrófono, -“siento un aire frio, que me escarapela le cuerpo”- dijo Muriel, -“tranquilos, son almas de aquellos inocentes que han muerto, no nos harán nada, piden libertad como si algo los tuviera atados, chicos los espíritus no son peligrosos, estas almas están que deambulan, porque tuvieron una muerta horrenda”- dijo Samara concentrada, -“este lugar está cerrado, nos tienen prohibido ingresar aquí, porque mejor no dejamos el caso y nos vamos a casa”- dijo Carmelo algo asustado, -“eres un policía, demuestra valentía”- dijo Blas serio, -“silencio, escucho algo”- dijo Rony volteando a su espalda, todos voltearon a mirar atrás, menos Samara, -“¿qué escuchas?”- dijo Carmelo asustado, -“¿qué es lo que escuchas Rony?”- dijo Ema, -“algo, unos ruidos, como chillidos”- dijo Rony subiendo el volumen para escuchar más, -“¿chillidos, como de qué?”- dijo Carmelo asustado, -“basta hermano, me estas poniendo en vergüenza, muestra que tienes pantalones”- dijo Blas serio, -“se acerca”- dijo Rony, los demás atentos a lo que se aproxima, en eso aparecieron un par de ratas que corrían entre las piernas, ellos se asustaron, -“ratas, solo fueron ratas”- dijo Carmelo tranquilizándose, Muriel se sujetaba el pecho, -“¿estás bien Muriel?”- dijo Ema, -“si, solo fue un susto”- dijo Muriel calmada, -“Rony, asegúrate que no sean ruidos de animales antes de ponernos tensos”- dijo Ema, -“no hable fuerte, lo siento, solo les dije que escuche algo”- dijo Rony bajando el volumen, -“silencio, sigamos más adelante, por aquí solo siento sufrimiento”- dijo Samanta guiándose con su péndulo, el grupo la seguía.

Samanta mientras avanzaba tocaba las paredes, -“¿que sientes?”- dijo Ema mirándola, -“estamos cerca de algo”- dijo Samanta hablando en voz baja, -“¿cerca de qué?”- dijo Carmelo asustado, -“por aquí”- dijo Samanta avanzando, -“esta es la zona de las celdas”- dijo Ema, -“por aquí hay algo, algo horrendo paso aquí”- dijo Samanta mirando su péndulo que giraba en forma circular, se detuvo frente a una celda, abrió la puerta, Ema iluminaba hacia la oscuridad, -“¿en esta prisión?, no hay nada”- dijo Blas filmando, -“veo aquí varias almas, un anciano, un hombre, una mujer joven y muchachito”- dijo Samanta algo asustada miraba a la habitación oscura, “¿qué están haciendo, que te dicen?”- dijo Ema algo asustada, -“escucho algo en baja voz, subiré el volumen”- dijo Rony apuntando su micrófono a la celda, Muriel se sentó y empezó a sacar sus cartas, barajeaba, -“muéstrame que hay aquí, muéstranos”- dijo ella repartiendo tres cartas en el suelo, le salían en las cartas: La cara de una calavera, un diablo y alguien ardiendo, -“¿qué significa eso, Muriel?”- dijo Ema, -“muerte, algo demoniaco y sufrimiento”- dijo Muriel asustada, -“¡¿quiénes son ustedes, que hacen aquí, porque no se han ido al inframundo?!”- dijo Samanta molesta miraba a la celda, Rony graba, empezó a escuchar risas muy bajas, -“esto me está asustando”- dijo Carmelo, -“guarden silencio, no me dejan oír bien, repítanmelo”- dijo Samanta seria, Blas le tapo la boca a Carmelo, Rony muy atento estaba escuchando pero no entendía lo que decían, en eso escucho un grito aterrador, él grito asustado, se quitó los auriculares, el grupo se asustó al verlo, -“¡retrocedan todos, vamos!”- dijo Samanta seria apresurándolos, todos se alejaron, -“¡quédense donde están!, yo puedo ser muy peligrosa, no se nos acerquen más, no nos meteremos en sus dominios, porque ya sé cuál será su condena, vagar por estas tierras, sin descansado alguno”- dijo Samanta hablando a la oscuridad, todos se veían asustados, ella hablaba unas palabras extrañas, en un idioma que no entendían los demás, -“¿que está diciendo?”- dijo Carmelo, -“no sé, ¿qué idiomas es?”- dijo Ema, -“es hebreo, son frases para alejar a los malos espíritus, para que daño”- dijo Muriel, -“¿no que los espíritus no eran peligrosos?”- dijo Carmelo, -“los espíritus de gente normal, de los que hacen pacto con los demonios, se convierten en almas violentas”- dijo Muriel, -“¿y tú que escuchaste?”- dijo Blas mirando a Rony, -“escuche un grito, fue algo aterrador”- dijo Rony, -“¿lo tienes grabado?”- dijo Ema, -“si”- dijo Rony algo agitado, Samanta se cayó y señalaba, Carmelo, Ema y Muriel levantaron sus linternas, de pronto se les cayeron a los tres como algo los forzara a arrojarlo, asustados estaban todos, -“yo me voy de aquí”- dijo Carmelo asustado, -“no te vas hasta que todos salgamos juntos”- dijo Blas serio sujetándolo del brazo, -“esto es algo fuera de mi posibilidades”- dijo Carmelo, Samanta saco de su bolsillo una pequeña botella, bebió y escupió hacia el pasadizo, iba avanzando, -“¡atrás, atrás seres diabólicos!”- dijo Samanta molesta bebiendo y volviendo a escupirles esa agua, luego la puerta de la celda se cerró por sí sola, saco un cartucho, lo encendió en medio del camino, espolvoreaba un polvo, ella dijo unas palabras en latín mientras retrocedía, -“salgamos de aquí, vamos a otros lado”- dijo Samanta seria, llegando hacia donde estaba el grupo, luego se alejaron.

-“¿Puedo saber que sucedió allá atrás?”- dijo Blas serio, -“Samanta, ¿puedes explicarnos lo que viste, que fue lo que paso?”- dijo Ema, -“es esa celda, se encontraban las almas de cuatro personas, un hombre anciano, un hombre maduro, delgado que llevaba un sombrero y una capa, un jovencito que traía una venda en la cabeza, estaba cubierto casi la mitad de la cara, y una muchacha de cabello largo que no dejaba de reírse, en ese lugar esas personas se suicidaron, lo hicieron para que sus almas se queden en ese lugar, en este mundo, sus cuerpos fueron llevados pero sus almas se quedaron atrapados aquí, en esta prisión”- dijo Samanta, -“¿a que te refieres?”- dijo Rony, -“a que ellos hicieron un pacto demoniaco, para que permanezcan en estas tierras deambulando, será difícil que los mandemos al inframundo”- dijo Samanta seria, todos lo miraban, se veían algo asustados.

-“Son los Redhead”- dijo Muriel, -“¿quiénes son los Redhead?”- dijo Blas, mirándola, -“hace unos años, se reportaban la desapariciones de unos adolescentes, todos entre 15 años de edad aproximadamente, entre hombres y mujeres, al parecer fueron a los manantiales que se encontraban en los montes cerca del pueblo, pero nunca regresaron, la policía inicio la búsqueda, cuando llegaron a encontrarlos en una casa oculta en los montes, la mayoría de ellos estaban muertos, encontraron a dos uno muy mal herido, el ultimo tenia traumas terribles, al parecer les sacaron los órganos, para usarlos en ofrendas o cultos satánicos, los Redhead los habían secuestrado, torturado, se desato un tiroteo, todos fueron capturados, los encerraron en esta comisaria, el pueblo querían lincharlos con sus propias manos, acabar con sus vidas tal como lo hicieron con sus hijos, querían cobrar venganza, cuando la policía iba apaciguar a la gente, los Readhead se degollaron el cuello los unos con los otros, al sacarlos y enterrar los cuerpos, todos se habían calmado, esa pesadilla término”- dijo Muriel mirando a todos, -“yo escuche algo, el comisario quedo como un héroe por calmar las cosas pero no podía explicar cómo fue que se degollaron los criminales, la sobreviviente está en un hospital psiquiátrico, pero luego la noche siguiente, el comisario enloqueció, mato a sus compañeros y luego se voló los sesos, por eso cerraron esta comisaria”- dijo Carmelo, -“no creo que él los haya matado, debe haber una explicación para esto, Samanta ¿entonces los espíritus de esa gente están deambulando por aquí?”- dijo Ema seria, en eso levanto la cabeza y veía a el comisario atrás de Carmelo, con su escopeta que le apuntaba, ella grito aterrada, todos voltearon a ver lo que sucedía, no vieron a nadie, -“¡¿qué te pasa Ema?!”- dijo Blas, acercándose para consolarla, la veía llorar, -“vi alguien, alguien que estaba con su escopeta, parecía un policía, no vi su cara pero tenia uniforme de policía”- dijo Ema llorando asustada, -“cálmate, tal vez te lo imaginaste con todo esta historia”- dijo Blas abrazándola, -“ya es suficiente, nos vamos ahora mismo, con la autoridad que tengo les pido que nos marchemos”- dijo Carmelo serio, -“no nos podemos ir, hasta saber lo que paso, si fue el comisario quien mato a los compañeros o fueron esta familia quien los hizo”- dijo Ema secándose las lágrimas, tomando fuerza y valor, “¿por qué quieres saber lo que paso aquí?”- dijo Blas, -“¡¿Por qué la insistencia?, ya comprobamos que este lugar es peligroso!”- dijo Carmelo serio, los demás miraban a Ema, -“diles el porqué, tú tienes un vínculo con uno de los policías”- dijo Samanta mirándola fijamente, -“si, el comisario Fernández, fue mi padre”- dijo Ema llorado, todos se quedaron sorprendidos.

-“¿Fue tu padre, el comisario, quien mato a sus compañeros?”- dijo Carmelo asombrado, -“por eso querías venir a este lugar”- dijo Rony, -“¿Por qué no me lo dijiste antes?”- dijo Blas serio, -“creí que si sabias que mi padre fue culpado de un crimen, no ibas a estar conmigo”- dijo Ema soltando lágrimas, -“era que me digas la verdad”- dijo Blas serio, -“lo lamento, perdón a todos por ocultarles esto, pero necesito saber lo que le paso a mi papá, sé que él no fue quien mato a sus compañeros, él no actuaria así, era un padre ejemplar, amoroso, buen esposo, ustedes no lo conocían”- dijo Ema llorando, -“mis superiores lo encontraron con el arma en la mano, misma arma que mato a sus compañeros”- dijo Carmelo serio, -“si no fue tu padre entonces ¿quién crees que fue?”- dijo Rony, -“para eso les pedí que vinieran, para que podamos aclararlo, mamá me dijo que esa noche que capturo a los Redhead, tuvo muchas pesadillas, no podía dormir, que en sus sueños se le aparecía el jefe de esa familia, que lo amenazaba que vendría por él, al día siguiente fue a su trabajo para despejar sus mente, pero no regreso en la noche, luego le avisaron que había muerto al igual que sus compañeros”- dijo Ema secándose las lágrimas, -“¿y tú que crees que sucedió?”- dijo Rony, -“que los espíritus de los Redhead, mataron a los compañeros de mi padre y a él”- dijo Ema, -“¿Qué, fantasmas, me estás diciendo que fantasmas mataron a los policías, a mis colegas?”- dijo Carmelo serio, -“cálmate Carmelo”- dijo Blas serio, -“no me pidas que me clame, tu novia está loca, cree que hay fantasmas asesinos y si los cree nos trae justamente a este lugar por favor piensa lo que dice”- dijo Carmelo molesto, -“si no crees en fantasmas porque te alteras”- dijo Muriel, -“los fantasmas existen, pero no escuche que sean agresivos”- dijo Rony, -“lo que dice esta niña puede ser muy cierto, los espíritus de esta gente deambulan, pueden poseer un cuerpo, para cometer sus maldades”- dijo Samanta, -“¿tú crees que lo que yo diga entonces puede ser cierto?”- dijo Ema, -“vamos averiguarlo ahora mismo”- dijo Samanta seria, -“no, nos vamos ahora mismo, todos de aquí, llamare a mis superiores que vengan ahora mismo por nosotros, aunque me suspendan pero nos vamos”- dijo Carmelo sacando su radio, -“no por favor”- dijo Ema, -“¿alo, delegación?, ¿hay alguien que me conteste?”- dijo Carmelo serio, en eso se escuchaba unos murmullos, -“ayu-den-me, a -yu- den-me”- se escuchaba por la radio, -“esa voz es de mi papá”- dijo Ema queriendo llorar, -“ayuden- me, ¡ayúdenme!”- se escuchó una voz débil hasta dar un gran grito, Carmelo se asustó y soltó su radio, todos lo miraban, -“¿Qué fue eso?”- dijo Carmelo, -“no dejaran que nadie venga a ayudarnos, no dejaran que nos vayamos, tendremos que darle lucha”- dijo Samanta seria, -“lucha y como haremos eso”- dijo Blas, de pronto se escuchaba un ruido como de una puerta, -“por aquí, vengan”- dijo Samanta, mirando su péndulo que empezó a girar, -“no me muevo de aquí, mejor me salgo de este lugar ahora mismo”- dijo Carmelo asustado y serio a la vez, -“creo que es suficiente con todo esto, yo también me voy”- dijo Rony empezando a tener miedo, -“Rony no te vayas, a ti te gusta la investigación paranormal creí que esto iba hacer material para tu canal”- dijo Ema, -“esto es suficiente, creo que tengo lo suficiente para hacer mi contenido”- dijo Rony marchándose, -“Rony”- dijo Ema, -“espera, vamos, yo estoy aquí, no te dejare sola”- dijo Blas, Ema lo miro y fueron con Muriel y Samanta, avanzaron por otro pasadizo.

-“¿Estás seguro que el camino era por aquí?”- dijo Rony, -“si, era por aquí, bueno, eso creo, esta comisaria no es muy grande”- dijo Rony algo asustado, -“hemos dado vueltas, camino casi media hora, ¿a dónde vamos?”- dijo Rony enojado, -“no lo sé, era por aquí pero ya no está la salida”- dijo Carmelo,-“creo que debí quedarme con Ema y su amiga la anciana esa”- dijo Rony serio, -“no, es por aquí, debe ser por aquí”- dijo Carmelo, -“mejor me pondré a escuchar algún ruido que venga de afuera, y así encontraremos la salida”- dijo Rony colocándose los audífonos, subía el volumen al micrófono, -“espera, escucho una risa”- dijo Rony, -“¿una risa?”- dijo Carmelo, -“sí, creo que es de mujer, cada vez es más cerca, está más cerca, ¿Quién está ahí, salga de la oscuridad”- dijo Rony nervioso apuntaba el micrófono ala oscuridad, Carmelo se ubicó a su espalda para ocultarse, Rony miraba hacia la oscuridad, de pronto salió el fantasma de una joven, que grito y se lanzó sobre Rony y le presiono los ojos hasta hundir sus pulgares, Rony gritaba, Carmelo grito asustado, él se escapó, el fantasma de la mujer pertenecía los Redhead, había matado a Rony. Carmelo corría hasta llegar a un cuarto, eran los vestidores de los policías, los casilleros se abrían las puertas por si solos golpeándolo, Carmelo asustado gritaba, en eso se cayó, se recostó junto al muro, saco su linterna e iluminaba, temblaba y se puso a rezar, en eso escucho un ruido, alumbro la puerta de un casillero y veía la cara del joven de la familia Redhead que asomaba su cabeza con vendas, lo miraba y sonreía, Carmelo grito, se puso de pie y al salir del cuarto corriendo lo detuvo un hombre maduro y calvo con saco y sombrero que le torció el cuello, el cuerpo de Carmelo cayó al suelo.

Siguieron avanzando por la comisaria, Samanta se detuvo, -“aquí hubo muerte”- dijo ella, Muriel iluminaba y en las paredes veía manchas de sangre, -“era gente inocente, le pertenecía a una mujer”- dijo Samanta tocando la sangre en la pared, Muriel saco sus cartas y empezó a tirarlas en el suelo, -“a mi también me sale, era madre, pero aquí me sale que está sufriendo”- dijo Muriel, -“es cierto lo que ves en tus cartas, el alma de esa pobre mujer esta pidiendo ayuda por ser liberada”- dijo Samanta, Blas miraba hacia atrás de él, -“¿qué sucede?”- dijo Ema, -“escuché un ruido, como un grito, me preocupa mi hermano, ¿ya abra salido?”- dijo Blas, -“tal vez, seguro llamo a los policías pero antes de que lleguen tenemos que encontrar la verdad sobre mi padre”- dijo Ema, -“no saldrá nadie, si tu hermano decidió alejarse de nosotros tomo una mala decisión, puso en riesgo su vida y la de ese camarógrafo aficionado”- dijo Samanta, -“en las cartas me sale algo muy peligroso, miren es la carta del demonio, debemos movernos hacia otro lugar”- dijo Muriel asustada, -“algo se acerca, no puede ser, salieron, vamos muévanse, ¡corran, ya!”- dijo Samanta seria mirando hacia atrás, -“¿A dónde nos vamos?”- dijo Blas preocupado, -“ya, váyanse, yo los detendré”- dijo Samanta molesta su péndulo giraba muy rápido en su mismo eje, -“salgamos de aquí”- dijo Muriel tomando de la mano a Ema y llevándosela, Blas las seguía. -“¡Atrás seres malignos, váyanse a sus aposentos, no permitiré que hagan daño a estos seres indefensos!”- dijo Samanta molesta empezó a sacar de su bolso un polvo y empezar hablar en latín, se veía llegar a la mujer Redhead que se reía tapándose la boca y al joven Redhead con la cabeza vendada que gritaba adolorido, con temor ellos retrocedían de Samanta, cuando Samanta miro hacia arriba, veía a un hombre que caminaba por el techo y salto a su tras, ella voltio a verlo, él le tapó la boca, el fantasma de los jóvenes caminaban por las paredes, -“nos quisiste dar guerra, este será tu fin vieja estúpida”- dijo el hombre Redhead enojado, le quito su mano y la beso antes que ella diga algo, durante el beso empezaba a salirles sangre a ambos.

Ema y sus compañeros corrían por los pasadizos, llegaron a las celdas, -“¿hacia dónde vamos?”- dijo Blas nervioso, -“tenemos que encontrar la salida”- dijo Muriel, -“¿y Samanta, no podemos dejarla sola aquí”- dijo Ema preocupada, -“siento que algo que se acerca”- dijo Muriel asustada se detuvo, algo le jalo de los cabello hacia atrás y la introdujo en una celda que estaba abierta, la puerta se cerró, -“¡ayúdenme, sáquenme de aquí, Ema por favor!”- dijo Muriel hablándole desesperada por la rejilla, -“Muriel, yo te ayudare”- dijo Ema asustada, Blas miro que había un anciano que lo señalaba, -“no puede ser, vámonos de aquí Ema, ya están aquí”- dijo Blas asustado, -“no podemos dejar a Muriel”- dijo Ema, -“vámonos”- dijo Blas llevándosela a la fuerza, -“¡no, espera Blas, no podemos dejarla, Muriel!”- dijo Ema siendo llevada por su novio.

-“¡Ema, no me dejen por favor, no me dejen!”- dijo Muriel llorando asustada, el anciano se acercaba a mirar por la ventanilla de la puerta, Muriel asustada retrocedió, él le sonreía, -“¡aléjese de mí, aléjese!”- dijo Muriel enojada, el anciano sonriente le decía no con la mano, -“¡váyanse, fuera de mi vista!”- dijo Muriel asustada, luego tiro sus cartas al piso, -“que se aleje, que se vaya”- dijo Muriel asustada, nerviosa esparcía sus cartas, tomo una carta y veía a un hombre con espada, -“¿un salvador?”- dijo ella, miro hacia la puerta y ya no veía al anciano, se puso de pie, -“tranquila, yo te ayudare”- decía una voz en eco, Muriel voltio a mirar a sus alrededores, -“tranquila, solo necesito de ti”- dijo la voz, la puerta de la celda se abrió, Muriel se quedó de pie petrificada.

-“No debimos dejarla, era mi amiga”- dijo Ema llorando, -“estaban ahí, vi a un anciano horrible, era un fantasma o algo así, estaba acercándose, debí salvarte, no quiero que te pase nada”- dijo Blas, -“me siento muy mal en dejarla”- dijo Ema llorando, -“no podíamos hacer nada por ella”- dijo Blas sujetándole la cara, -“te voy a sacar de aquí, vendremos con ayuda y rescataremos al resto del equipo, está bien”- dijo Blas serio, Ema asustada miraba a espaldas de Blas, era Samanta, -“Samanta que bueno que estas aquí”- dijo Blas poniéndose de pie al verla, Samanta tenía los ojos completamente negros, estaba poseída, lo sujeto de la cabeza y empezó a golpearlo contra la pared varias veces, Ema gritaba aterrada y retrocedió en el suelo, viendo como Samanta poseída destrozaba la cabeza de su novio, luego dejo el cuerpo sin vida de Blas, -“nadie va a escapar de aquí”- dijo Samanta sonriente, -“Samanta que te paso, no me mates”- dijo Ema llorando asustada, -“estábamos durmiendo tranquilos y nos despertaron, pero gracias por hacerlo, necesitamos más ofrendas para nuestro señor y sus almas serán necesarias”- dijo Samanta sonriente, -“¿Samanta?, tú no eres Samanta, ¿quién eres?”- dijo Ema, -“soy el fiel sirviente de mi señor, quien le da las ofrendas necesarias, las que se merece y tú serás una de ellas”- dijo Samanta riéndose, Ema se puso de pie y empezó a correr peor Samanta corría y la alcanzo, ambas cayeron al suelo, Ema quería alejarla de su encima, Samanta se reía y la golpeaba, -“¡déjame!”- dijo Ema golpeándole en la cara, -“¡maldita zorra, como te atreves a pegarme!”- dijo Samanta furiosa al tocarse su cara, -“¡déjala!”- dijo Muriel seria apareció ante ellas.

Samanta y Ema vieron a Muriel ante ellas, -“¿quién eres tú?”- dijo Samanta poniéndose de pie, Ema se alejó arrastrándose, -“¿no me reconoces Redhead?, una vez te capture, y ahora lo volveré hacer, te llevare al lugar donde debes estar”- dijo Muriel seria, Samanta se reía, -“eres tú, tomaste el cuerpo de esa muchacha, vaya creí que estabas con tus amigos suplicando que los dejemos ir”- dijo Samanta riéndose se balanceaba de un lado a otro, -“no puedo ayudarlos a ellos a salir de este lugar, pero a mi hija le ayudare, a ella no te la arrastraras”- dijo Muriel seria, -“¿papá?”- dijo Ema mirando a su amiga, -“vete Ema, sal de este lugar, déjame resolverlo a mí, este tipo es mío”- dijo Muriel seria miraba a Samanta, luego se le acercó Samanta sonriente, fue atacarla, Muriel grito y empezaron a forcejear, se golpeaban contra la pared, Ema estaba mareada se puso de pie, -“¿papá?”- dijo Ema, -“¡vete Ema, escapa!”- dijo Muriel mientras forcejeaba con Samanta, Ema las miraba pelear luego dio media vuelta y veía a Ramírez, Gonzales y Hernández que se acercaron, -“ven te ayudaremos, te sacaremos de aquí”- dijeron las almas de los tres policías, Ema estiro su mano por ayuda, los policías se la llevaron lejos de la pelea.

Samanta y Muriel seguían golpeándose contra la pared, ninguna quería perder, Muriel furiosa golpeo a Samanta y la arrojo contra la puerta de una oficina dejándola tirada, luego fue en busca de Ema. Ema caminaba con los policías, -“gracias por venir a ayudarme”- dijo Ema mareada, -“tranquila estarás a salvo con nosotros”- dijo Hernández sonriente, de pronto se convirtió en la joven Redhead, Ema asustada la miro y vio que al otro lado, Gonzales se había convertido en el joven Redhead y adelante, iba el anciano en lugar de Ramírez, Ema grito aterrada, -“¡ayuda, papá!”- gritaba Ema llorando, los Redhead se la llevaban contra su voluntad, iban riéndose, -“¡déjenla!”- dijo Muriel apareciendo por detrás para rescatarla, pero Samanta apareció de un pasadizo y la golpeo arrojándola al piso, empezó a golpearla varias veces, Muriel veía como se llevaban a su hija arrastras hacia una celda, Ema gritaba ayuda, de pronto aparecieron los cinco policías verdaderos, Ramírez golpeo al anciano, Gonzales golpeo al joven de las vendas, Hernández golpeaba a la joven Redhead, Álvarez y Martínez aparecieron sujetando a Samanta de los brazos, -“déjenme, ustedes deben estar sufriendo”- dijo Samanta furiosa, -“no dejaremos que le hagas daño a nuestro jefe ni a su hija”- dijo Álvarez, -“ya no más suplicas, ahora te daremos pelea, porque somos la ley”- dijo Martínez mientras golpeaba a Samanta en el suelo, Muriel se puso de pie veía a sus amigos que encerraban a los Redhead en la celda mientras los golpeaban con sus garrotes, Samanta gritaba en la celda, Muriel ayudo a Ema levantarse y la llevaba la salida.

-“¿Eres tu mi papá?”- dijo Ema mirando a su amiga, -“si, tome el cuerpo prestado de tu amiga, una vez que estén afuera sellen este lugar, que nadie lo derrumbe, ni ingrese, esta comisaria será la cárcel para esos demonios, mi equipo y yo hemos decidido que seremos los vigilantes sus carceleros, y no dejaremos que salgan de este lugar”- dijo Muriel, -“eras inocente, siempre lo supe”- dijo Ema, -“Redhead, poseyó mi cuerpo, líquido a mis amigos y luego a mí, pero somos más fuertes de lo que él cree, estoy orgulloso de ti, ahora sal con tu amiga y has lo que te encargue, te amo hija”- dijo Muriel llegando a la salida, -“papá, te quiero”- dijo Ema, -“y yo a ti, no lo olvides nunca”- dijo el comisario Fernández dejándola en la puerta de la comisaria, luego Muriel cayo desmayada, Ema veía a sus padre correr para ayudar a sus amigos, Ema abrió la puerta, saco a Muriel de la comisaria, Ema cerró la puerta, puso la cadena y el candado, se llevó a su amiga.

Muriel despertó, -“Ema, logramos salir”- dijo Muriel mirando el cielo, -“si, nos ayudo mi papá”- dijo Ema triste, -“lo sé, lo encontré en esa celda, gracias a él y ti estamos afuera”- dijo Muriel, -“ya sé cuál es la verdadera historia, mi papá fue inocente”- dijo Ema sonriente se secó las lágrimas, luego se fue con Muriel.

-“Así como lo oye, cuando ingresamos todos perdieron la razón, se atacaron entre ellos, enloquecieron, si no creen mis palabras pueden entrar a buscarlos pero les aseguro que es muy peligroso, tal les pase lo mismo y no puedan regresar”- dijo Ema a un oficial, -“yo fui testigo lo que paso, si no cree en fantasmas, es cosa suya pero lo que hay ahí adentro es algo demoniaco”- dijo Muriel, -“la historia que me dicen es algo difícil de creer, pero no queremos involucrarnos más con este lugar, conozco sobre los Redhead, y los eventos que pasaron en esta comisaria, por algo nos mudamos, está bien chicas, sellaremos el lugar”- dijo el oficial, dio la orden y obedecieron los policías sellaron las puertas, ventanas del lugar, pusieron un letrero prohibido ingresar, lugar peligroso y tóxico.

Fin

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