Tienes que ser digno, como la fuente de más versos, una palabra que de lugar a un llanto profundo en un lector algo despistado.

No debes dar explicaciones, no es tu momento o lugar, el arte no se rinde ante las adversidades, se arrodilla ante el sentimiento; este que recorre las entrañas y no deja salir mas que destellos de su propio ser.

Eres hoy el acorde del piano que suena en aquella sala lejana junto al mas triste de los músicos, llorando con melodías que brotan de sus dedos, despedazando su alma con cada nota que surge; porque cada una es mas intensa que la anterior, solo él y su dolor se deleitan en semejante obra maestra de lagrimas y pasión.

La palanquetas del teclado resonando a media noche implica mas que eso, es el alma danzante de un soñador mudo, traduciendo sus propios pensamientos, dejando tatuado en un código infinito sus propios deseos, su mas inquietantes sueños, lo que quiere pero no puede decir, su estupidez al hablar le han convertido en poeta y escritor de sus mas tormentosos pesares y su mas trágicas y divertidas tragedias.

No naciste para ser popular, leído por muchos o criticado por todos, lo hiciste porque soy el poeta, escritor estúpido que no puede darse a entender al mundo sin usar retahílas y entretejidos en las palabras, no puedo llorar sin dejarlo anotado en algún trozo de papel, o en un archivo del pc. No porque quiera recordar, es mas porque deseo hablar y no desarrolle ninguna otra habilidad que me permita darme a entender.

Y entre miles de opciones naciste tu, el escrito ya descrito, la composición de textos que no podremos entender en un par de años. Eres y ya. DA

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