Siento, mi ser está basado en mi capacidad de sentir, en el milagro vivo de poder sentir al mundo, en el milagro de poder sentir a las personas.

Y heme aquí exhausto,  agobiado, totalmente indefenso ante la sensibilidad de mi ser, uno que llora y queda mudo de la angustia que pesa en mi pecho, totalmente sofocado en mi tristeza de no poder sentirlos más.

«Dichosa la piedra dura por qué ella ya no siente»

Dichoso fueron todos los momentos sensibles que compartimos, colmados de amor filial con algunos, amor sensual con otros. Pero al final momentos que cobijaron mi alma.

Hoy ustedes perdieron toda sensibilidad y cómo el ciclo natural impone se les fue arrebatada sin siquiera preguntar.

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