Nigromancia de Leiak

Nigromancia de Leiak

ETRESTLES

01/07/2023

“He parlamentado con espíritus de Strigoi por más épsilones, y décimas nocturnas que el Vóreios de Zefian en interminables tenebrosidades que han dividido cadenas con magia que vendan mis ojos en amaneceres en ciernes del Ovidio y horizonte, la Katana de un guerrero Lapon entre hojas del Hagakure indulgente de un Samurai, entre ambas zonas estaba llameante la Celestina convecina a mí para ir degradándose añosa con pliegues sexuales que desfilaban colapsando del frenesí al perderse entre sus dedos con blancura de sus ciliares, intermediando fuera del señuelo Ars Amandi del Ovidio también que se presentaba en el mantel Mataki sin óbice sobre el relieve desgastado y aletargado entre sábanas gastadas por sus pulgares dedos exteriores en el embozo del índice impedido de haberlo. Leiak ha de ir sobando el Mataki lleno de coloridos ojos para ver si el tercer libro caminaba solo sobre el vientre de las cortesanas Celestinas o una opción de fuertes augurios que ya le había confidenciado Strigoi en la antepuerta de su oído con fibrosos ateridos astrágalos, que le injertaron en la húmeda oscuridad del otro sombrío humedal de la Mandrágora. Mi estoicismo se ha ensalzado con las cortesanas en filial augurio con la hija de Labán, para menesteres de Jakob tras veinte años en Harrán en el antitrago del oído de Raquel y desierto de kabbalah. Labán hacía desde un mandato obediencia ante el monte Galaad tras un sub-primogénito tirado de los talones por su hermano Esaú, el temor era otra opción del augurio de sensibilidad que se acercaba en vez de alejarse de un mayor pánico, si es que sea quien venga y saque su raíz belicosa del completo refrán de Iahvé dando espalda a demonios que le imitan mas no pudiendo caminar como él sobre el desierto sin dejar huellas. Leiak tenía todos estos espirales de Espejismos Espartanos donde todos se vanagloriaban de democracias en cuanto a otros evidentemente en la tierra que les regaba por manos que también se afianzaban de la Xiphos con mangos de herrería, y agricultura con riquezas que solo aportan madera para navíos que nunca surcaran, tampoco en libertad a medias del espejismo oligárquico con hombres de guerra inhumados que caminaran libres en la polis hasta que esta les ponga en cruenta batalla donde sus osamentas transaran por molicie de dinero o fastuoso canje.

El labrantío gastaba a los compañeros que habían recorrido el puñal, Leiak después de recogerles de los campos quedaban sembrados de osamentas que iban dependiendo estadísticas con las victorias republicanas… Dónde está el tesoro? Ni quisiera mi desánimo ha de acometer afectos o estoicismo para ser quien promedia mi rebaño, el gran esfuerzo es de todos o de quienes pierden su paralelismo si con regularidad una espada es bien tomada ¿Para qué pues se desearía allí su ganancia donde la posesión de riqueza acarrea más cuidados que gozos que proporcionan con su disfrute? (Jenofonte, La República de los Lacedemonios, VII) para entonces mas espadas que nadie les hará carga a quienes las perdieron en batallas, ni siquiera de oro subastadas para quienes la coleccionan como integral de bronce con máximo celo original para quien debió tenerla ceñida en su mano hasta el último minuto que expirara al recordar que lo hacía con su arado en el labrantío Hoplita, en furtivas acciones ahora con la “V” Lacedemonia de Vernarth en completo que maldígase de un Dios que aun le escucha! Cantemos a las bestias, ellas obran con imaginaria benevolencia pero no con tangible demonizar que enternece con sus crías humanas siempre luchando con nigromancias como actante multidimensional, con textos que hablan de un mundo que aborrece medios humanos ya poseídos por un Labán, o por un Ovidio ilustrado que santigua con nigromancias a Celestinas que solo saben de úteros maldecidos de hierro seco narrados de una no reflejada emperatriz solo hasta el último estertor para tenerla convalecido quien canta consigo el cántico de nigromancia. El Mataki es labriego con manos curtidas e impregnadas de verdad, vertido por astrología del caballo de Alikantus que cojeaba en la estrepitosa vadera de Betelgeuse con alquimia mágica que claudicaba en las cavernas que no soportaban más nigromantes. De aquí provengo, del bosque de los valles transversales del Horcondising, de la Andromancia a quien le despertó de noche en la alborada siguiente en un nuevo mundo y una mañana nueva, sin saber donde era mas era un humano que adivina su hereditaria Andromancia entre espíritus muertos que indican que también  es y será uno de ellos, adviento de nekroi o muerte que solo esplende hacia una fémina hechicera colmando campos de doncella que segaban pastos cerca de las personas fallecidas. Aquí mismo “Yo Leiak” para quien cayera en este conjuro redondearé la cuadratura del blandir secular nigromante solo con ciencia escrita que palpita con interferencias de su corazón hacia una nueva concordancia de evasivos espejismos espartanos en que la riqueza se recuesta sobre la indigencia no siendo más que su propia ciencia desde un orden o Cosmos que amontona cuerpos vacíos de almas en vacíos estómagos, ni siquiera sin medicina astrológica que les midiera de veracidad alguna en Contemplationis in Deum en que otra cosas serán ángeles que rondaran por puertas de sepulcros que nadie de verdad habitará en párrafos del mudo ángel. El vampirismo fue cursado por Vlad Strigoi, duerme en golfos y ensenadas donde encuentra provocar a qué o quién le corteje, quizá les lleve a su castillo fortificado donde pasión escala acentos desde donde nace ni nadie será capaz de escribir un solo verso con estrofas escondidas en un corazón misterioso dentro de otro que es de un hombre versado en la viñeta sintetizando la trama de un titulo “Aquí yo Leiak Nigromante, un día fui Franciscano, ahora sigo la quietud de mi amo Vernarth y nuestro Apóstol San Juan” Yo casi convertido en clérigo que casi todo surge y fenece en unicidad de funciones en este banquete en Patmos, ante mayores cumplimientos y menores del cual mi corazón servirá para bienes mayores, Yo habito en ti mi señor, tu me enseñaste a cerrar los ojos no perdiendo la vida que no intercepta compuertas de otra, aquí está mi adhesión Vernarth ”

La caritativa devoción citará a los demás a asentarse al borde de la periferia de las mesas cartibulum que se regodeaba de curiosos queriendo degustar comidas que caían del cielo como maná sobre los escamones que de esta hacían disonancia de otras resonancias, con notorias reverberaciones en puntos de poligonales que se hacían análogos con las sillas bisellium apareciendo en las excitantes citas del reflejado orbe en el cielo pringando de fajos o fajinas de panes con aceites que se sorteaban en triklinios que seguían instalándose para la llegada de los invitados de Judah. Los vasos se hacían prensiles a las formas del mobiliario como compaginación de las panificaciones que iban moviéndose, y luego desorganizando la nomenclatura geográfica de las doce islas polígonas del Dodecaneso con panes que venían de Leros o Pserimos, mientras Rodas y Cos la islas más grande cosmopolita fueran meta de migradas de Pelicanos azules durante todo el año trayendo vino azul en las patas adornadas con argollas de oro con Iaspis sobre gramíneas esquiladas por los talones de miríadas de Petrobus y secuaces pelicanos. En este herbaje petulante podía sentir por mis brazos las danzas con Pan de mordaza que portaban en sus caderas las doncellas de la Sousta y  Canephores, de mayores niveles a menores se hacía un silencioso conventual del cual hacía lectura el acólito para culminar en alfareras de descarrío del Áullos Kósmos que se petrificaba en el capitel del trono de Vernarth, ya instalado sobre imágenes que se reflejaban del cielo en un agravio dispositio preparado para la retórica representado su Himatión más arriba del domo del Megarón que ya levitaba esperando por su base, de tal columna que otorgaba edificación antípoda con fuentes de alcance, y palabras claves otorgando la bienvenida a todos en especial atención sobre el altar que se encontraba a disposición de los actantes. El regazo en su vista puntualizaba el confín del mar que era el tópico frecuente que llama la atención para todos los decires que denotan prosternación del lenguaje sobre el actante que organiza su mandato trans-visual, sobre campanarios imaginarios que se convertían en tronos de carneros con patas del mobiliarios de klismos que descendían del cabezal de Wonthelimar que era el postrero en llegar después de sellar el tubular del túnel de viento, que  clausuraba ante los que venían a fundamentarse del capitel del domo configurando la primera parte del dispositio carolingio cuando se oteaban las miríadas de los Boyardas en tramos de la luz Jacobina semi-esférica, llenándose de góticas arquivoltas sublimando el remate de gabletes diseños que traía en sus planos Carlo Magno para superpuestos en la acrotera del domo, que levitaba anticipadamente antes de que empezaran con la edificación. El mayorazgo de luz decoraba claroscuros, oscilaban del lóbulo de astrágalos que portaba Lochnith en sus manos mas lejos que una sombra miniaturista en su variable crepitar progresando de su tamaño, cuando caminaba iba precipitado sobre recuadros que labraban en los reflejos botánicos del astrágalo, señalando que sus formas eran lides gaseosas de pensadores Querubines que se posaban en arcadas o arbotantes que secundaban de las principales formas góticas del Hepta o siete lóbulos de flores que empezaban a diversificarse en su crecimiento. Pablo de Tarso hacia resquemores sobre su visita entre tantos asuntos del paganismo y cristianismo que de alguna manera trataba de instaurarlo en la ortodoxia Judía, para bienes en siglos de los siglos no románicos y disímiles del estatuto Romano de otrora para decretarlo hoy como Hommo-Clerical.

Dice San Juan Apóstol: “ Limitadas doctrinas Cristianas estaban al radicarse en Jerusalén, tampoco  libres al someterse de un mundanal judaísmo. Lo predicaban mientras partían panes en fasmatémporos o paneras sacralizadas de salvación en compañía de quienes eran circuncidados, o por quienes recibían el reino mientras nacían en una dominación romana. Indisoluble era la ofuscación Estebaniana como primer mártir de la orden eclesiástica, que el universo apunta entre razas, sociedad y posesiones sensuales; entre griegos como trastos entre bárbaros e incultos israelitas entre judíos y paganos, para hacer leyes mayúsculas pero encubiertas de códigos sometidos de lo dictatorial tal si todos los esclavos fueran acopiados en Corinto de inferioridad femenina ante la supremacía masculina sin heredar carne en una reconciliación de mundos compartidos. Su política mueve fuelles de vientos libres para un enclave que comienza a ser una directa pertenencia de otro hombre con el Alfa, finalmente esto termina siendo su terrateniente en Omega como aspersión bautismal prófuga de los que se hacen prendidos del señor que no reconocen, si lo hace bajo ropas y pensamiento que lo lleva incluso en llagas o heridas hasta en sus cromosomas. El Epi-genotipo está el tercer mes de gestación con embriones hasta que se oyen latidos más allá de todas las galaxias de ida y regreso, colisionando con la cabeza de mujer que pone orden al dictamen establecido en la polaridad extrema del genoma, esculturas de coronación que se hacían multi diversas con formas góticas diferenciándose con duplicaciones de astros que se construían no especificado en ningún cuanto de energía acumulada después de miles de años para ser liberada en canalización de la ménsula, donde descansaban los Querubines dedicados por hoy señoría de ascendencia de advocación, la exaltación de vitrales que descendían del cielo con sus irisaciones seccionadas señalando canonícas horas del siglo uno, principios de la quinta década cuando Pablo señalaba la carta a los Romanos “Donde le dais de apacentar libre a las ovejas, los carneros abruman densidad de la certeza con sus traiciones, la sublimidad del movimiento de rebote del auricular que hace que sus dispares orejas sean adviertas a justificación de señalar por donde crece el peligro”. De éste modo Pablo de Tarso decidió nombrarse en medianía del Mataki, como Pablo de Patmos pues su alma todavía dependía del Mariano expendio para lapsos canónicos, pasando de hecho a convertirse en carnación principal de actante de fe con los puntos cardinales.

Nuevamente se aparece la Diosa Niké para consumar la victoria, luego desde extenuados estadios del anfiteatro de Pérgamo, Wonthelimar traerá la Victoria con la otra “V” de la diosa Niké, también sufragado por Athenea Nikephoros. Desde esta duplicidad ambas son transpuestas en “V” de Vernarth como iniciático seudónimo; que graficará el gemelo reforzado del génesis Helénico de Wonthelimar articulándose desde este Prótypo con el génesis cardinal Mandragoron que será jerarquía arquitectónica plétora y divinizada Vernarthiana.

Geodesia Mandragoron

– Norte : Vóreios ( Boreal de Zefian)

– Sur : Nótos ( Austral de Borker)

– Oeste : Dyticá ( Ocaso de Leiak )

– Este : Aftó ( Equinoccial de Kaitelka)

Ante esta reposición geodésica, Pablo de Patmos hace el contexto de estrechar la analogía de la cruz con el punto de intersección mediante la Luz Zohar que emergía del programa iconográfico que se estaba distendiendo fuera de los Ave Mariah que se oían en ecos intervalos, siendo el principal el que se oía por la prensa de aceite que sostenía Vernart para prodigar el primer virginal hilo de aceite del olivo que se juntaba con la cellisca llovizna que iba cayendo entre los puntos entrecruzados del Vóreios de norte a sur Notós, y del Oeste Dyticá con la Nigromancia de Leiak hasta la península de Kaitelka.

Todos sentados empezaron a rezar, luego emergió el naciente del Empíreo que venía con la cellisca y olivar hilo de primer grado virginal, todos entraron en trance, el alma les embargaba solo con luz que podía ver cada cual en sus facciones por la irradiación de los ojos de Vernarth y San Juan en el respirar de cada cual siendo dificultoso y discordante. En la distancia se veían los centelleos de Pedro y Jacobo junto al Mashiaj, venían para entrar en paz de cada uno de los que estaban aquí en Katapausis o paz indeleble, la noche se hacía advierta al Notós de Borker que oraba con los discípulos del Mashiaj acompañado de tres vientos del sur que transfiguraban al pollino de Betania que les admitía a llevarles al Séptimo Cielo aquí en la primera piedra del Megarón con el Mataki, siete paneras y candelabros eran tomados por la agonía del cáliz que todos llevaban en sus cuerpos brotando de su interior junto al hilo de aceite mixturado con sangre huida de Sion hasta Getsemaní, así exánimes con lo entredicho manchaban las luces del Menorah que se impulsaban sobre grises y agónicas sombras del pan que preguntaba por cual mano seria dividido? Indisolubles dicen sus manos beber, mas las manos del Mashiaj abrieron el cielo primero para iluminar la exacerbación del Dyticá de Leiak diciendo que el sudor de la agonía llenará nuestros ornamentados cálices intensamente develado por nuestra cellisca perturbada, el Equinoccial se hacía magenta y eritreo donde la gloria hacía pertinente el partir y pedir oblación en reacción natural de quien recibe, antes de que se ofrende. Los estremecimientos solo hablaban del rictus, cuando Vernarth se acuclillaba cada cierto lapso a soplar ascuas del incienso que tendían desde Aorion empalmado en la Cuarta Saeta de Zefian para dejar la ergonomía de su punta broncínea, señalando que los Querubines venían del Cielo cayendo para los que iban subiendo con sus cuerpos sacrílegos a purgar yerros adorándoles con simpleza puramente beatífica para traerles de vuelta a Patmos a purgar, lo que el yerro hará de virtud la luz sobre tinieblas en vidas tropezaran sobre la muerte gemebunda cuyos sufrimientos asólan mas allá de la vida el cual les aqueja impertérritos peligros del dolor no sabiendo resistirlos!

La frontalidad se hace ordinal de unidad al tres y dualidad al cuatro; es decir de Vóreios a Notós y de Aftó a Dyticá haciendo la cruz escurialense con líneas cruzadas atiborradas de azul celeste que les colmaba del Séptimo Cielo. Las tinieblas maceraban embriones sobre el yerro de la angustia que era confrontada ante un cuerpo imparcial caído del desánimo de superarle y alejarse de la escatológica. El Mashiaj mueve sus manos por Códices de Raedus pro generando el Júbilo para sarmientos que suben por el hilo del olivo que se escaldaba de pasión para colgarse sobre el madero del Kashmar. Los Kardiá o corazones resemblaban perdidos en minutos de Kairós desfavoreciendo en regocijarles para luego sobrecogerlos en algún escurialense gentilicio conformando la cruz de oro, cuyos cuatro brazos estaban cubiertos por esmalte azul-celeste en fractalidad parapsicológica haciendo mover su temporalidad en la súper imaginación del Áullos Kósmos de Vernarth.

El ácimo Matzoh se triplicaba en la imaginación de Vernarth en el primer cáliz de Elías que se esperaba para su equilibrio másico en la Eunomia y Euphrosuné, cuales inter-testamentaban pocos pasos aplicándose del reinado legislado del subyacente del cuarto cáliz de Elías, que ya inauguraba el cese de toda conmemoración. Se habrían acomodaticios relativos con San Pablo y San Juan al unirse y escenificar la llegada que fue esperada de Elías por su presencia espiritual asistiendo como ekklesia en asamblea de la familia que se aprestaba a cenar, abriendo la casa en la Cuarta Saeta de Zefian para domesticidad y conversión de la magnánima visita de la Primogenitura Hexagonal a Judah, sin fermento de levadura para cruzar la espada de Zefian en halo de remanencia que se originaba tras el pabilo del Menorah que sostenía Vernarth entre sus manos, así al levantarla y ladearla San Pablo horizontalmente la hacía del Notós y Dyticá haciendo del evangelio un sacrosanto brebaje en doble cáliz cruzado con el pan Matzoh en la mano de San Juan con hilo de primer grado de oliva teniendo que adiestrarlo al espiritual de la comunidad junto al kályx dentro de una Crátera que les acogía sobre el grial aspersor mayor para un gran clima espiritual. Lidiaban todos con la quietud que les acoge un silencio que era de otro mundo donde San Pablo y Elías en su primicia ovacionaban la buena voluntad de Vernarth por haber llevado consigo a San Juan a Judah, concretando el retorno de su forzada diáspora que significaba un gran aliento de postración desde la carta de los Romanos para un sedicioso complot en contra de quien converge en una comunidad dentro y fuera desde el sitio que vio luz divina con la masa misma de luz que pesa sobre las costillas de quien pueda radicar su soberanía contra  frugales públicos y menesterosos que venían desde Corintio. Elías estuvo espiritualmente en el Cenáculo, estuvo en la cuarta copa de luna llena que ardía en estilos que pendían desde el mayor razonamiento multidimensional ante un profeta, todavía huía sensiblemente del rey Acab persiguiéndole hacia su estado de vejamen donde no podía resarcirse desde una mesa de encina concentrada en el Mataki que hacía un encuentro universal habilitado con doce guardias de Seleuco, que asistían por medio de un onírico debilitamiento condicionado por el culto de ejercicio piadoso que prontamente lo llevarían en carne y vino, desde propios menesterosos que un día fueron sus encadenados. Rituales gestos salían desde sus caras al ver el género de fidelidad al sentir que podían vivir con manos con carne asada e inmolada con trozos de matzoh que litigaban similar al Pesach. El centro del fuego sagrado de la sinagoga era un sacramental fluir del portal ecléctico que procedía de Prócoro con esquizofrénica desde el panteón y de los sindicales bufos que iban con Euphrosuné o Eufrésine, que se instancia entre lamentos y jolgorios por Ménades que relumbraban en el caudal de su tristeza para el pletórico de su alegría con ciclaminos que se sostenían en el prosopon que llevaban puesto entre ambas diosas con la menestra del maskein de Vernarth y Eufrésine, para dignificar su presencia ante la primogenitura Hexagonal. Así las Ménades se replegaban más allá de tercer fuego sagrado próximo al ramplón de los soeces eructos de Dionisio que se escaldaban con Euphrosuné, en delirios para hacerla su Ménade.

Dice San Pablo: “Desde La Cisterna de Siloé se re-interpretó la Torah el ciego no podía ver e ingresar en las aguas turbulentas de la cisterna inferior, similar a las de Hasmoneo, tampoco podía ingresar a la sinagoga el decía que no podía entrar porque le dejaban afuera por ser minusválido no pudiendo caminar libremente. El Mashiaj le dijo levántate y llévate tus pertenencias, el nonagenario se levantó y caminó a su casa tal como le indicó el Maestro, en el camino se encontró con unos seguidores de Shammai diciéndolo que no podía llevar cosas pesadas en el día del Shabat, subsiguiente a este hecho benéfico el Mashiaj fue entronizado debido a esta decisión ante el Sanedrín porque les mencionó que se levantó y caminó, así Yeshua interpretó la Torah en vida y propiedad suya desde ése instante se optimizaron 18 cláusulas de conversión de paganos gentiles a prosélitos, modificándose solamente dos constituidas por Yeshua. La escuela de Hillel se sistematizó bajo su erudición con fariseos desde su fundación haciendo de esta la escuela rabínica que preponderaría en adelante, por la magnificencia y Exégesis del Mashiaj”

De este modo Shammai con su rigidez de protocolo fue cuestionado por su interpretación haciendo la de Hillel más humana de piedad personal con Fe-razón. Se levantan de este micro periplo de reminiscencia, Vernarth camina con San Pablo y San Juan, Vernarth coge el arco de Artemisa toma la cuarta flecha de Zefian que trajo del Duoverso, luego toma el arco y propulsa la flecha hasta donde se oscurece el Vóreios al Aftó, para transbordar la punta broncínea de Hillel hacia esa dirección distanciándolo hacia la llegada del objetivo religioso, creando la mano transferida de Vernarth en la de Hillel para encauzar el punto de llegada exacto donde se comenzará a erigir el Megarón. Shammai junto a minoría se sesgaba de las voces en la cuarta flecha que era propulsaba en el objetivo de la Torah, “Arco y Flecha” rozando la teología de casa de Beit Hillel, demarcando con sistémica devoción y misericordia el Eruv que se hacía presente con Hillel haciendo de una dramática vida traumática la glosa de quien un día portó sobre sus hombros un madero hasta un altar oscuro e insepulto desde del equinoccial de Aftó; llevando el madero aunque hubiese sido el Shabat que traía a Kaitelka como último invitado junto a Borker, cuando casi ya se clausuraba en el postremo mogote en el torbellino del túnel de viento del Prophytis Ilías que traía a este balénido pesado como una cruz.

Borker se instruye en Demiurgia luego de saber que todos estaban reunidos en el banquete, trataba de inter comunicar entre todos buscando la razón e inteligencia del alma que le anexaba al estar reunidos. La facultad suya y autoridad de las Almas de Trouvere le llevaban a la antigua Hélade en ritual que era de gran acervo y vernácula pureza, su libertad de acción le llevaba por  bosques de Nothofagus para descubrir sus cualidades de Demiurgo ayunando junto al cuadrangular Geodésico del Vóreios, Notós, Dyticá y Aftó, Leiak con castidad de asertivo legal le asistía para posibilidades que eran prioridades de las mismas para distanciarse del magnetismo de las Almas de Trouvere y Fantasmas de Shiraz que se unificaban frente a la geodesia para excitar las emociones planas. Borker toma la espada Xiphos de Vernarth, hace un círculo para separar barreras entre fantasmas y almas que convocaban así los esperpentos Hoplitas que estaban relativamente cercanos a esa dimensión que empezaba a asirse del centro de la eternidad, el circulo romperá el tabú para que las normas del Duoverso consintieran la antífona de inicio que está pre figurada en ecléctica del portal de la celda cercana de Prócoro, también se plasmaba un florero de bronce que utilizaría para simbolizar la situación de irrealidad bajo allanes del agua condensada que solía almacenarse en estos rituales de Borker. Anélidos y pedazos de carnes de falangistas se veían ingresar al círculo con osarios de escafoides que merodeaban del larnax de Alejandro Magno apuntando anticipadamente sobre pérdidas del Alma después de ganar el Mundo, las Armas de Christi se sumaban como corolario del común razonar al estar vivo o muerto en un versículo que podría infligir una sectaria alineada en la liga del Mortis Arsenal, o sea que empezaban a seguir moviéndose ante la vista de los demás declarando parábolas de común al avistamiento mágico. El primer ritual se circunscribía al círculo nigromante que a su vez hacía otro redondel de frente sobre precognición de otro curvado espacio que media el sepulcral de todos al avenir en sentidos que jamás ha sido referencia para un común que solo se ve sobre sí mismo, algunas veces invisible como un Shiraz o un Trouvere. Miraba Borker detenidamente a ojos que no eran propios de quien observa sino más bien de quien difunde inter espíritus que manan por su pontificado aclarando la visión de los demás para hacer a Vlad Strigoi quien le asistiera, debido a que él lo glosaría mejor. Las sensaciones hablaban del verdadero espíritu que transitaba entre todos, vivía para renacer en la pulcritud de sus acciones en segundos posteriores que verificarían su raigambre con la imagen del Notós para superiores momentos de gobernanza espiritual donde todo lo mueve, ahora lo estremecerá visiblemente sin impedimento de estadios que la llevaban invisible sin la conciencia de abandonar un cuerpo que siempre ha sido brío entre las percepciones que hablan del Ser Psíquico, en completo tornasol de transición del Austral hacia el supra austral! Donde el Nigromante llama al Demiurgo a saciar galanura física, para posterior convertirla en táctil físico psíquico que invoca espíritus moderados que convergen en lo físico, mas sin limitar su vitalidad. Borker soltaba los grilletes del Notós para viajar al austral-Boreal de Hakidiki, cerca del mar de Cassandra muy contemplativo del arrobamiento de escarceo hasta Kallithea hacia un epíteto para que la costa de las Cícladas no sean demonizadas, haciendo del círculo de Borker la convocación de Cassandra como viviente Sybila que ordena albores de un organismo presuntamente desorganizado biológico. El aire se enfurece, las batientes se agigantan con ordenes de Borker al esculcar obsolescencia de mayores sonidos armoniosos por sobre un aliento que necesita de Aion, de sus extremidades para moverse, ante el diferencial del espíritu súbito que solo sistematiza el entronque de liberación de un ser no excarcelado. La temporalidad decide albergarse de conservatorios combinados de riesgosos guardianes que propalan poderes arriesgando su propia esencia de objeto refugiado y sedentario subjetivo.

Las fuerzas nacían de otras mismas, escaldaban arcanos físicos que transmigraban a arcanos psíquicos que iban sistematizando salutíferas hordas de inmunidad que infligían naturas del Corpus que estaban formándose con la nigromancia del demiurgo, la voluntad estribaba por ordenados numerales que hacían levantar la acrotera que se mantenía ingrávida sobre la tetra saeta de Zefian demarcando el Eruv de posicionamiento en mayores preponderancias de un fervoroso riesgo de transición, que se depositaba en las manos de Borker como constructiva polución para arrimarse al osario de los Falangistas de Arbela que regresaban al mundo de los Vivos desde el Tremens o tembloroso delirio que se agravaba en cuerpos no conversos supra dotados en los colmillos de la historia. Todas las destrezas del mundo rugían por lámparas que descubrirán la obra que pende desde lo que se empalmaba por rehilar del mundo Físico y Espiritual de Borker, la voluntad de escarbar sobre si mismo transbordó a Borker en la reanimación de soldados de Arbela para que revivieran, para que asistieran en la construcción del Megarón seguidamente cuando ellos dejaran de ser insepultos espíritus purgando escobajos que lanzan dados desde la astucia de arrojo, desde tal valentía que instruye a intrusos que solo son pávidos arriesgados pero sin instrucción de nigromancia. Se licúan despóticos pululantes almas con cuerpos vacíos pero como espíritus íntegros, los osarios se vivifican y tiemblan de frío en el arrepentido momento del mal augurio que se lucía en el recipiente circular, se desvanece ante el todo con ocres uñas de Vlad que asiste a Borker para abrir luego y cerrar el ambiente bajo un atributo arcano que resemblaría la apariencia de todos bajo tal dominación. Los objetos mobiliarios de despensa y bodega de Prócoro se hacían furtivos por el cendal de expropiación, dejando visiones tras las cenizas del manto que cobijaba temporalmente el plenilunio de la regresión descontrolada por el arcén de Getsemaní que aludía tetra alados figurando en celosía que escondía la noche en su brocal más allá de exactos devocionales de San Juan y San Pablo. Lenguas sin vida yacían para revivir en espacios sagrados que tocaban la tierra del mundo nuevo desvivido desde la nada solo se aspiraba al prototipo de Hillel para la inteligencia que florece en bastarda sosería de quien no se escurre ignorancia, que solo piensa y no actúa. Shemash y Apochróseis (Sol y Sombras) se iban alargando de los que crecían por medio de cuales aun figuraban en la plana Encina como consola, estaban bajo el Mataki predestinado del peregrinaje en dos dimensiones mundanas e inexploradas momentáneamente, San Juan toma los cálices e ilumina con el Menorah donde se animaban a residir sobre curvas destelladas del plenilunio que solo se aprestaba a residir en solo dos cosmos que se unirían bajo el domino de uno que no colegía, solo protestaban en facilidades de trances.

El Ekev o razón o de causa, estaba en el dominio de San Juan cuando obstruía sus ojos, se transportaba al año 70 d. C. En guerra judío-cristiana, Jerusalén era destruida y su templo también, devastada así como el templo Beit Hamikdash que se desplomaba, cada piedra depositada en caída libre de sus muros hacia textual un gnóstico cristiano en estadio de análisis del Apocalipsis Apostólico, que llevaba para la Analogía del Ditycá o Equinoccial tras puntos de expectación que todos captaron cuando San Juan abría los ojos. Los valores para acreditar verdad se formaba del pontificado ante el Ekev que consolidaba la importancia de hechos de la caída del muro provocada por tropas de Tito. Esta regresión ostentada de parapsicología siempre era guiada por Vernarth, intercediendo San Juan con matriz del derrumbe del alma Mesana del Beit Hamikdash, que se inauguraba desde ahí con la caída libre de injertadas piedras con la voz del Mashiaj para comparecer en refuerzos de Zelotes para recolectar canterías huérfanas desde su caída libre generando la palabra bendita, y súplica testamentaria con el hecho de llevar todo ese atrevimiento de derrumbe para la siguiente oscilación del Ekev que incidía del Testamento de Leví, con gran cantidad de tonelajes de masas que seguirían la parábola de ascenso para erigir palabra y acción de generar y levantar el Megarón, ante el Stav o invierno Arameo desde donde el Mashiaj resemblará.

Dice San Juan por medio de Vernarth: “ Fuimos rodeados, carecimos de legiones para detener el avance de los bárbaros, las murallas eran destrozadas por arietes draconianos mas nuestros Tefilah giraron en adversidad del asedio, asidos de nuestro resistir atrayendo fuerzas que todo lo reconstruye cautivando el caudal de voz que determina todo lo ya hecho, más allá de los períodos sin ningún arquitecto que rediseñe su caída libre, que será lo que se catapulta del descontrolado fuego de la catástrofe que también reconstruye inversamente. Las personas, y quejidos se convertían en vías de escape para escabullirse en el Tefilah u oraciones que pasaban rozando por la cabeza del César en su estrado llevando consigo almas en llamas que envolvían todo. La demolición era gracia de una nueva construcción del elemental material, de la consagración del yermo de una mesa bajo el Mataki donde con total normalidad seguían viendo las visiones del Profeta de Betsaida, atándose de los cordones de sus sandalias con las torres de Phasael y Miriamme para gran altura de observación de un equinoccial que se hacía ahora en la analogía del Dyticá que llevaba  aromáticos imagines de San Juan para posarse en florestas del ciclamino hacia un divino encontronazo en Patmos, trasladando el vocerío de la muchedumbre que traían con fuerza de su voz en toda la edificación de parapetos que se contemplarían en abrir y cerrar de ojos del Santo con su Ekev para el pretérito como profecía de un Yeshua que nacía en muros convirtiendo voces en rasillas que edificaban evangelios vivos en la columna que divergía en archivolta de Vernarth concelebrándose junto a él.

La caída libre hostigaba, se veía afectada por fuerza de roce en ausencia de Tefilah, los muros se hacían más gravados, se aceleraban con la gravedad que superaba la aceleración del tiempo, se desencadenaba la gravedad de reposo que estaba en extramuros haciendo diferentes kilómetros de distancia con caída libre a más de 9,8 mts por segundo. Bajo el suelo la dimensión se hacía más baja que el terraplén de admisión creando colocaciones en reveladores canjes en posición solar para cual tratase de nivelar la fuerza de caída, aceleración versus gravedad en torno a cuerpos que se movían híper acelerados y desperdigados. La tierra constantemente apresuraba su masa para preponderar e ir donde pueda algo o alguien rescatarle, el aire se entintaba de aferencia en casos de aires aprisionados que desde sepulcros colindantes al valle del Cedrón raptaban aéreas de fisionomías lavandas para enlazarlos a mantos del Talit que en algunos casos surgían con miles de almas desde sus fosas, para recibir escombros amortiguados entre mantas que se electro imantaban, el cableado que generaban iba concibiendo con los que se reunirían en candorosas placas por Demiurgos para holística de retransmisión del tracto hacia Patmos comenzando desde las Cícladas hasta llegar al Dodecaneso.

Las placas sensibles ex kársticas de Patmos tremolaban por pasadizos de las Cícladas que permeaban en un ratio del primer reflejo en visión de distancia que se acercaba entre ambos episodios físicos permitiendo ir concientizando al segundo eje de reflejo en una perspectiva desconocida cercana a la cota subacuática del Prophytis Ilías cercano a la dolina de ingreso, entremedio de variables de inter placas que se adstringían con cintas reflectoras del Beit Hamikdash que mutaba al Megarón Áullos Kósmos. Aquí el omega reanudará un mínimo de fuerzas constantes del porcentual roce que mugía por manos de Zelotes que habían dejado aquellos sarcófagos en el Valle de Cedrón en valores medios de anclaje con grandes fugas de roce con agua que caía por vastos millones desde el viento inexorable que auxiliaba los objetos indivisibles en el ratio del valle de Kidron como reflejo de caída libre acertando el roce entre Olivos Berna con torrenciales lluvias que se hacían periódicas para una explanada cercana al monte Scopus, éste sitial se resentía por fuerza de roce en caída del muro apreciándose en sepelios que eran y serán de reaccionarias fases del grado Helenístico. Los objetos se morigeraban con estado de reposo y gravedad que retozaban por valles replicando distancias más que periodos de Elías en el mismo desierto de Judah y Mar Muerto en profundidad del valle emergiendo en elementos acuosos con proporcional velocidad de caídas de cuerpos materiales e inmateriales, esbozando la segunda ley Newtoniana al sumergirse en el agua bendita dentro del caudal de sabulosa súper atomizada que se reconvertía en el mismo Beit Hamikdash para materializarse en efectos sumergidos escondidos de la fuerza pagana insinuando la analogía del equinoccial del Dyticá, que empujaba la onda del balénido  Kaitelka en la constante de velocidad tensando la fuerza de las rocas que nunca dejaron de moverse hasta que su cuerpo ígneo se quintuplicó en la Quinta dimensión, distante de la conciencia hacia quien no entiende su inmaterial en micro segundos de fracción.

La densidad del filtro de lluvia se hacía voluminosa desde sus intersticios sumergidos, creando gravedad del movimiento horizontal que sojuzgaba su ecuación en cinéticas que otorgaban el diferencial en la irresoluta expectativa del cese de movimiento, en que o cual cantidad de reacción será más de lo que iría hasta Patmos desproporcionándose de macro poleas que oscilaban en meridianos con velocidad acelerada. Previo al desacople de fuerzas de caída cuerpos ya sumergidos se contrapesaban para dar origen a las cuerdas de volumen que se desprendían de la cámara mayor del muro para registrar la secuencia final del desgaste que generaban los puntos de reconversión en equilibrio de sus masas, luego del pedestal de arranque que se acumula y re-conecta con este fenómeno del Portal Ecléctico Invisible de Patmos, siendo consciente que tendrían que ingresar a la caverna después de haber cesado labores para esta retransmisión de masa del muro reinvertido para propulsar el levantamiento de Megarón. Tres meses después, dentro del Plenilunio Helenístico en colores del Tefilah que se harán matemáticos, fascinando la intensidad espiritual que inspiró a San Juan para construir el templo cerca de su caverna del Apocalipsis en el arrecife de Patmos. La santidad contará astrágalos frente a ciclaminos para delicados avances que van vistiendo los verdes azules del cuadrinomio que representaban en la geodesia puntos de orden y facción evangelista. Se abrumaban confusiones para no detener los movimientos del esplendor en efusiones de tempestades de sagradas, tal oraciones en la sala que se refugiaban desde Kímolos trayendo las Almas de Helleniká para oficios que hicieran tendencia del katapausis después del posterior plenilunio, descontando tres meses que nunca transcurrieron desde que arribó Vernarth embarcado en el Eurídice.

Kaitelka, y el juicio de su morada determinarían el corpus psique de irascibles nigromancias de Borker y Leiak supeditado a Zefian para que las lluvias torrenciales sobre Patmos sean percibidas por frisas masas de agua condensada de Cassandra que venían trayendo el templo Beit Hamikdash con dos sombras antropomórficas secundándole, eran de un Cohen, Levita y Samarita; eran guardianes del Aktína o centella que venía de Jerusalem hasta Patmos para asimilar el espectro de entronización de caída libre que se convertía en subida libre desde la cuarta saeta del espectro en la primera pilastra a erigir. El resuello se hacía cada vez mas entrópico ya que sería concentrado en certeza de calina que se liberaba por el titánico belfo de la ballena; más bien dicho de su presencia que era levantada por larvas que provenían de ciertos ataviados de Zeus que había expulsado, para liberar larvas que eran de atuendo inmortal pareciendo de un cebo para que acecharan con la nigromancia, mas esta vez sería muy contemplativo para la edificación del Megarón de Vernarth debido a que la Anfictionía era causa de menguada política  para su espectro olímpico. Las energías o Energeia eran cebabas para objetos que tomaban formas de papiros cubiertos de invisibles enzimas traídas desde Qumram, la causa mortis revivía larvas haciendo del oblivion que proseguiera después del mortis de toda legión multiplicada por Syntagmas que se siniestran del verdadero propósito de remanencia física. Kaitelka con el torso físico terrenal de Patmos tomaba forma de la diosa Niké, en que se gastaran puntos consanguíneos que rebanaban esporádicamente a Borker para delimitar lo que es vital del Mortis que hacia Tánatos con la frecuencia de acción al barrer el perímetro que era de mil ochocientos metros de sortilegio haciendo que destrezas no desestimen dar blanco o enfocar según la Torah con arco y flecha ya apostado para el arista de injerencia de morbilidad pudiendo ocasionar los vapuleos de Niké adyacente a la imagen adoptada de Kaitelka que se aproximaba a seres hádicos o Hades que redundaban en geología que equilibraba el mandato de auto-rectificación de existencia geológica para, reseteados acervos en millones de años para que el Eón ceda del arcaico de Patmos. El eón arcaico o Arqueozoico y ocasiones Arqueano, creó la división de escala temporal geológica en la segunda división geológica del Precámbrico, casi como un gran desafío de literario arcaico que comienza sincrónicamente con su estratigráfica manifestación, bio-celular y subducción o hundimiento de una placa litósfera bajo el borde de otra placa formándose límites llamados convergentes entre las placas, la placa subducida se hunde y deja la capa más delgada pre continental hasta su auge que coincide en respectiva del material del Beit Hamikdash que venía descendiendo para acoplarse en la acrotera, en el capitel que estaba suspendido en el punto del arranque que extrapolaba al inframundo Helénico del quinto patio de la Necrópolis de Helleniká, y Altar de Atenea en Pérgamo viniendo con diosas que traían victorias para esta gesta de iconografía ante invasores del siglo 70 d. C. Su litosfera se arqueaba como anticipo de sensible gigantomaquia en fauces del pórtico que salvaguardaba a fieles del Megarón imantando todas  épocas desde la arcaica original hacia este palacete paradigmático donde se produjo una gran sacudida cósmica con un gran mega sismo e irisaciones de Dionisio en su aguada verde, Kibeles con su coloquial café moro como diosa auténtica del Prophytis Ilías, Shemash, Selene tornado al ocre, Leto de Magenta al hematíes, Zeus de púrpura, para que frente a Zeus mismo propaguen la apoteósica “V” de Vernarth que iría con Atenea en este mayestático friso de Pérgamo que se corporizaba en vasta imagen sobre el aire de los que reposaban observando los siete candelabros, en siete paneras y cáliz de colores de este friso que impulsa el propalar de Kibeles. Mientras que Alcioneo se apegaba, se arrollaba en las manos curtidas de Vernarth con las sierpes de Atenea, el Sistema Solar se hacía incandescente sobre esta imagen ovoide de “V” que se concebía cortical desde concepciones que se alineaban en la receptibilidad de su cromática, y religiosa de ambas culturas Judaicas, Helénicas sobre bi-moleculares egregias masas de materia instalándose en los aposentos de una procesión antediluviana que tomaba matices litúrgicos del régimen arquitectónico centralizado, unificando a Judah y Dodecaneso ante su incontinenti pasado y replicantes esferas de asociación del Portal Ecléctico Invisible, que todavía tomaban la materia que era transformada por campos hipnóticos que Alcioneo dejó tras foscas del virtuosismo deletéreo al caer su substancia en el mesón central donde estaba el Mataki sostenido por el parador de encina a su vez este estaba sosteniendo a Alcioneo que emergía de aullidos del Lupinus que no se detenía por el hipnótico flagelo del Reino celestial. De éste talente se devoraba el espectro a todo lo creado botánico, los basiliscos se devoraban entre sí para absorber sustancias que se alimentaban de Kaitelka que distendía con Niké, y esta con Atenea. Todo repasado del olvido a un presente hacía el desnivel del virtual libre que avanzaba convirtiendo la periferia del Megarón con el mundo paralelo del Portal Ecléctico propugnado a Prócoro mientras Vernarth corría para todos los sectores llevando conjuntos e hileras de inciensos de Lupinus que se depositaban en cadáveres de otra flores que renacían junto a Hoplitas alineadamente haciendo de heredad la verdadera dermis que cubría a un Heleno que está siempre cubierto de la membrana de Hélade o tierra del sustento de esencias victoriosas, para albergar a todos los caídos con aromas de laureles de Niké que se deleitaban del ángel que salía de su cofre Stíthos dorado.

El arcén del olvido se descomponía al no vencer al corazón limpio que se incubaba en el prójimo infeliz, pero convencido! El limpio kardiá se colmaba de cutículas de diosas féminas de Hélade con sangre y cubiertos manantiales con el Corpus Mortalis, mas esta vez pirándose de colmillos de fábula al irse consumiendo con sucumbidos besuqueos de vida con grandiosa tendencia de una nueva gubernatura que estriaba a centímetros de la descomposición de un aventurado mundo que no se contenía del verdadero objeto de salvar a los que se estacaban en sus podridos eriales, no siendo capaz de auto gobernarse de la víctima que les alejaba de seres miserables hórridos en su propia tenebrosidad. El tiempo de Kairós danzaba fusco en octavos estoques del lapso extraviado, el radio medio del tiempo se hacía probos falsos en medio turno que realmente aspiraba a otros inorgánicos que ni siquiera se auto cubrían ante la vista de los demás que esgrimían salir de la puerta, que estaba a punto de sellarse para precisar el definitivo extendido del ritual de templos que se consolidaban en su obstinación, que hacían sus idénticos ante el encarnecido befo y hálito de Kaitelka que cómodamente estilaba como Niké, precisando el triunfo ante subsistencia de lo intrínsecamente templario no externamente en comunión de dos templos prójimos descendiendo hacia los demás niveles de estacionamiento al poder advertir con fantasmagóricas en Fantasmas de Shiraz, de Trouvere y las Almas Christi que en mudas nieblas se aproximaban por caminos en cerrazón de la misma ante las Almas de Helleniká, que apreciaban el Mercurial Cinabrio, tomando proporcional del tornasol donde se matizaban fisonómicos sobre cada facial enfrentando fases de plenitud de magia en empuñaduras que quieren hacer mega vaticinios de suicidios no esperando eras sin reposo, sino solo unidades en concomitancia con dinámicos vínculos de consanguinidad, Fe holgada en la repercusión de su vegetada persuasión.

El carácter científico torrencial de esta mágica caída de lluvia actuaba sobre esta tierra de mitología y leyenda con parapsicológicas que iban continuando tras la calzada del fuego que venía de Mesopotamia, entre dominios ya recorridos por Alejandro Magno cerca del Tigris y Éufrates, deponiendo la situación bélica con bolas de fuego que simbolizaban los rayos sobrenaturales con los vestigios de la diosa caldea Ashtoreth, elucubrando sus volquetes con seis ruedas para llevar rayos guardianes del vestigial de señores alados del oriente que vienen a señalar preferencias por un nuevo mundo. La fusta del cochero separaba los prescribes de quien trataba de ser guía o guardián alado, representado por sus seres cosmopolitas sempiternos que eran representados por espejos que brillaban en facetas cercanas Aorion, a su vez se auto contemplaban con el Alfa Centauro anunciando los gabinetes de tormentas. Las Radiosidades con desdén se atribuyen a Zeus de las escampavía que tronaba con la institución del templario viniendo de Jerusalén, evadiendo el castigo que era suavizado por indeseables anfitriones que no pudieron lidiar con conserjería de Querubines aprestados en las cuatro esquinas del Beit Hamikdash que lucían circunvecinos al Megarón, procreando grados de adelantos del hombre sin identidad para un nuevo mundo por solo ser un nuevo Adán que se hacía acreedor del anónimo mundo humano que era electrificado por dieléctricas imantaciones que evolucionaban de la ciencia del paradigma del Aúllos Kósmos aduciendo el corpuscular con su mecánico efecto secundario para atraer la oriental fortaleza con elementales tempestades eléctricas, señalado después de las lluvias torrenciales que invadían Patmos. Los conductores fluían mientras todo parecía ser perpetuo como si nada fuera a decidirse bajo el concepto de una vasija que le contenga ya contenido, o eternas tormentas que no dejaran de hacer conductores hilos tejiendo nubes que escapaban de la voracidad del cambio que les aislaba del mayor conductor que contenía cargas eléctricas almacenadas para que Vernarth fuera quien es y quien será, el Duoverso suscita enigmas en estas acciones probables para durabilidad de cambios que nacen de mismos enmiendes originados por los que ya fueron equivocados desde una Gólgota suscitado en sus descargas, apostando la duda del hombre y los mandamientos de su existencia efectiva. El diagnóstico plantea la probabilidad de mantener todo el cosmos con vibrantes tormentas debido a que ya no hay cambio climático que figuraba en gráfica Helénica en un ecuatorial perdido, para la remisión de el enérgico Meltemi aludiendo el conocimiento del mundo en alta tensión. Las análogas señales eran recibidas en el mesón central donde repartían el Matzoh, caracterizando sistemas de transmisión a este nuevo espacio-temporal que hacía de esta zona apocalíptica una atmosfera eléctrica deforme, la bruja Circe cambiaba su epidermis al ver cerca a Vernarth que parecía ir hurgando con sus zarpas las tempestades y fucilazos eléctricos cuando ella le miraba cerca soltando la lira que ordena, que re ordenaba todo para todos!

El Corpus Mortalis en panteones griegos, Helenos, Egipcios con sus bóvedas se henchían de mármol por  cuadrillas que tratasen de encontrarles, sería pronto la noche más larga del mundo del Egeo lo cual era propicio señalar lugares adonde pernoctar debido a que los Corpus se mixturaban con Almas de Trouvere en los Apeninos, Fantasmas de Shiraz desde Jaffa, Almas Christi desde Leros con los Gerakis, finalmente Almas de Necrópolis de Helleniká para sostener a todo prosélito creyente de la Primogenitura Hexagonal. Se atraían de una fragmentada teoría de inteligencia en todo ser que teme al propio suyo sin opinión de aquellos que les deja solos, y también rehenes de aislamiento de un corpus caracterizado por persuasión de los primeros objetos del crepúsculo que solo dejaba distinguir lunas, no del firmamento con la inteligencia que se aletargaba y se encerraba en su propio objeto del ideario del individuo y dioses que todo administraban sin un Corpus Mortalis, más bien desafiaban los tres cuartos del día y tres cuartos de su agudeza espiritual para resistir el asedio del espacio que enmaraña su pausa de la hora que le excluye de todo adminículo para contrarrestar la salvedad detonada no rescatada del desafío. Las voces de las Moiras sintonizaban aliste a Circe, bajo el principio ordenador de Zefian que ya entregaba la desnudez de ergonomía de la Cuarta Saeta para dejarla en la incuria de Vernarth, y San Juan ya revividos abarcando y asumiendo tres cuartos del día que glosaban para atraerles del umbral que se comportaba en Demiurgia inamovible donde hombres dejaban de ser hombres con inteligencia, más bien dialogaban sobre iniciaciones del cosmos carentes de un centrismo humano que lo adquiera para un diálogo de Timeo por doquier donde sean inexistentes cosas cual farfulla con matices de ciencia que traerían serios hedores de su erudición. La saga se hacía del Ekev de causalidad que se explora desde una entendida causa ya emitida del filántropo Samaritano que relucía mas a ésta hora que cualquiera cierre sus ojos para no abrirlo después de la noche eterna Egea, el sentido filántropo se sensibilizaba con razón en maniobras de Zefian después de entregar las Saetas sabiendo que su personalidad trinaba del Timeo para no disentirlo desde una conciencia humana, sino de una bilocación del Beit Hamikdash atribuyendo su concepción bajos recursos de quien le contenga racionalizando, que sea bajo el recurso clínico de quien está recuperado de su tartamudez y dislalia. El constructor argivo Tecton, ya venía con sus alarifes, mientras los Corpus Mortalis acertaban a quien o quienes martillarían del plexo o de quien o cual sería la primera red de lineales para ejecutar el Vóreios de Zefian, ajustándose al principio de un Corpus Mortalis cuando empezaba el principio constructivo del tecton Argivo, las arqueadas se desconfiguraban en irracionales medidas con sexto sentido pudiendo prever el trazo del Filebo Platónico, asintendo con un depurado trajín cansino que lo apropiaba en presuposición, yendo a establecerse donde todos vayan juntos a recoger bayas del campo franco, junto al Mataki que ya ponía fin y clausura del Fedón que se enrostraba con la febril organización en tembloroso afán del antro filosófico no determinando morir como Corpus Mortalis en breviarios de elipsis quedando en nada, ni paria del que lo atesore con mas contingentes de memoria del mismo quien renace de escorias habiendo tenido perspicacia que queda vacía en acantilados, bajo la figura de hombre señalado que revive en relámpagos que habilitaban regias sapiencias mientras su Corpus se iba Mortalis con su alma que arreciaba extensos campos de su tesis pulsando lo que quita al corazón, sumando lo que adiciona el moribundo aunque no se sepa donde vaya así resumirá su ontología más que un habiente penitenciario que posa libre sobre su habiente profano desde retórica que manifieste posición en trayectoria del que recordará, tampoco localizando la próxima escena del reto de una vida nueva, el Fedón está sobre su exvoto con dos poderes institucionalizados, habrá de saber quién se atreverá para curarle de asedios y demonios que le resucitan no haciéndole su cautivo. El conjuro inauguraba qué saber o decidir  nomenclaturas de un Demiurgo Platónico, que desde toda vida pasada que le hacía ulterior, pero no procesado del Séptimo Cielo entrambas coincidencias, desde una astral magistratura que le llevará por el pleito del auto exorcismo para mayor y montaraz prominencia que le proteja cuando quiera advertir que mas allá Él vendrá, enésimamente mas monumental que de ello mismo con su contendido Fedón en su escrita alma re-escrita por él y el Corpus Mortalis. 

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