Se nace, se crece, se reproduce y se muere; amanece, atardece y anoche; se inicia el calendario en enero, pasamos a Julio y llegamos a Diciembre cerrando el ciclo anual.
Son ciclos que inician y terminan. Muchas veces esos ciclos se prolongan, simplemente porque nos gusto ser niños o adolescentes y le temíamos a las responsabilidades de la vida adulta o porque de repente estamos en Junio ( como ahora), y no queremos que se termine el año porque la edad pesa, o porque nos asusta que pronto ya llegará el 2024. Todo este rollo de inicio y fin me traslado a mi vida diaria, donde tenemos que cerrar ciclos emocionales, sentimentales, físicos, etc. ciclos que se han prolongado por el miedo a soltar, sentirnos solos o simplemente porque nos aterra pasar al siguiente nivel de experimentación en la vida.
En lo personal me encanta observar, y retratar de vez en cuando imágenes que impactan mi mente. Hace unos días pensando precisamente en esto de cerrar ciclos para avanzar, me llevó a buscar entre mis archivos esta imagen, de un pequeño, contemplando el mar, sin preocupaciones, sin problemáticas de adultos, solamente siguiendo el rumbo del barco, con su mirada. Es a esto precisamente a lo que me refiero, no es que no nos importe el nuevo rumbo a emprender, sino que decidimos soltar, para sentirnos bien, diría más que bien, sentirte sin un peso, sentirse libre, sentirse con ganas de emprender a la siguiente navegacion, al siguiente escalón, contemplando el mar mientras sientes la suave brisa del mar.
Si me preguntas que sigue, te diría -soy cristiana, Dios sabe que pasara, no me preocupa , porque sé que este ciclo seguirá en sus manos al igual que las anteriores. Pero surge otra pregunta ¿Quienes estarán en este rumbo?, no lo se, pero se que seguirán las personas que tienen que estar, quizá se añadan más, o quizá, no, eso no importa, lo que importa es que en este ciclo dejemos huellas, marcas, y cuando tengamos que emprender otro vuelo, sepamos que al menos logramos impactar como lo hace una pequeña hormiga, o un grano de arena del inmenso mar, llamada vida.
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