Al día comparto el hecho, como un hombre de ciencia, que no existe tal cosa como el impedimento de la convivencia de un hombre violento. Porque en principio ¿Qué es un hombre violento? Una personalidad. Algo tan sencillamente temporal como eso y lo expresan como si eso fuera eterno. ¿Qué ocurre con la sociedad?¿Qué les pasa amigos?¿No han pasado ustedes que puede ser los detonantes de este hombre violento?
Piensen, piensen, piensen. Ustedes ven a ese pobre diablo matando a mujeres, niños, religiosos-Se que muchos preferirían a estos siempre y por supuesta que no fuese un niño-, pero ¿A caso no ve alguno que la sociedad presiona para que estos cambien?¿No será esa la causa por la cual estos seres se vuelven más violentos? Que problemas. ¡¿Qué es el cambio para ustedes sociedad?! Piensen amigos. ¿Qué es el cambio? En principio alguien cuando usa esa palabra ¿Tiene una menor idea de lo que habla?
Un cambio lo podemos definir como un escenario para nuestra percepción pasa a ser otro escenario. Si nosotros aplicamos este concepto a un individuo: «Hombre violento ¡Deja de ser violento!» Imagínenlo con gritos, metralletas, tanques, todo lo que todo se pueda imaginar ¿No constituye un formato de represión para sus impulsos? ¿Qué pasa cuando reprimimos los impulsos? Lo dijo el pana Freud, de peores maneras sale…
La cuestión no es lo que pase sino lo que hagamos con lo que pase y esto comienza con preguntarnos ¿Qué está pasando? Si nos dejamos llevar sencillamente por el escenario…sencillamente vamos a caer en configurar el escenario, la cara…esto es un autoengaño cuando se trata de algo cuya complejidad va más allá de poner una taza de café que esté en un lado de la mesa en otro. Entonces, en un fenómeno tan complejo como aquel que se desempeña la violencia como herramienta frente al conflicto social pretender cambiarlo así como usted se pone de camisa y luego se la cambia…es una forma de represión.
Si hacemos represión de algo…entonces estamos interactuando con dicho algo. O sea, que se interactúa con eso de alguna forma…o sea, que hay una parte de mi con la que hago así…¿Cómo decirle a las personas que ellos albergan eso? Sencillo. Desde el primer momento en que esa situación nos despierta algo, entonces hay esquemas se nos están despertando, demandas sociales. Al fin de cuenta el fenómeno no es la causa de las demandas sociales, sino las demandas sociales que nos hacen reaccionar ante dicho fenómeno, verlo esencialmente. Estamos siendo más específico con eso de no es lo que nos pase, sino lo que hacemos con lo que nos pase.
¿Cuál es la solución entonces?¡Inspirar al cambio del sujeto! Eso implica entonces que nosotros tenemos que cambiar algo…Pero surge a ahora la indignación: ¡¿Pero por qué nosotros?!¿Usted no quiere salir de ese rollo? Primero vea que lo demanda a estar pegado a el, como usted colabora con el individuo reaccione así. ¿Cómo que es que dicen?:»¡Pero el es el que hace así!»…Evite caer en esa neurosis, pero le entiendo, un sujeto así provoca una disociación fácil por todo lo que despierta, podríamos decir, el enfrentarnos a alguien que se pone violento. Recuerde usted participa, moviliza materia, despierta reacciona en los demás, cosa que es instantánea y en total sintonía con la conducta que usted comunica. No caiga por favor en eso de las conductas funcionales…eso es una estatua, una herramienta para expresar cualquier emoción. La cuestión está en tomar decisión frente a esas demandas sociales frente al fenómeno, a las demandas que le hicieron tomar decisión frente a ello. Es lo que lo hará desligarse de participar, de fomentar, la existencia del fenómeno.
Tome en cuenta la existencia de demandas sociales que son tácitas…Este es un viaje por el inconsciente amigo para una sociedad ya no funcional. Olvídese de buscar ese perfil que es solo una forma de contribuir al hurto, al insesto, y a más violencia (lo que no queremos), sino para una sociedad que de por si, por su propia naturaleza, ya no sea ella contra el mundo, sino ella con el mundo, o sea y ya dejando la palabrería poética, usted sea un ente que vea a la naturaleza de frente, bajo cualquiera de sus formas, para luego, destaco que para luego, tomar una solución. Esto en el caso del hombre violento lo podemos ver como ser entes que propician a que este hombre, que le decimos violento-A mi también se me pegó el vicio de llamarle así-, a ver que demandas sociales lo sobrecargan y es que, por supuesto, si esto ve gente aligerada, como nos pasa en cualquier problema ¿Cómo este no va a empezar a buscar esa misma ligereza?¿Se le olvidó que cuando usted se pone violento, las muy pocas veces que seguro no le ha pasado ninguna, huye de ese algo que no puede resolver y que hasta evita de alguna forma a todo aquello que le recuerde ese problema?
¿Qué es la violencia sino una forma de evitación del hartazgo de no poder hacer algo con lo que nos pasa? En ese hombre que llama violentos, huye de sentir más tensión, que la generadora de violencia. Ayúdalo, ya le di una idea, y mira que buena idea: No tiene que tocarlo ni estar frente para eso.
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