Bajo sus palabras está mi control.
Frente a sus ojos soy débil.
La presencia de su rostro en mi mente genera una explosión de sentimientos de deleite.
El dinamismo que le brinda a mis ideas crea arte; casi tan glorioso como imaginar sus cuerpo en mis besos.
Con sus ojos me da fuerza para intentarlo y no fracasar más.
Es el impulso de mis días, mis ganas y mi anhelo; para llegar con aquel nosotros a la cima.
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