- Sistemas de información geográficos: concepto, evolución y aplicaciones
Los sistemas de información geográficos (SIG) son herramientas que permiten integrar, almacenar, manipular, analizar y visualizar datos geográficos, es decir, datos que tienen una referencia espacial. Los SIG se basan en el uso de computadoras y software especializado para procesar la información geográfica y generar mapas y otros productos gráficos. Los SIG tienen múltiples aplicaciones en diversos campos del conocimiento y sectores de actividad, como la geografía, la ecología, la ingeniería, la planificación urbana, la arqueología, la salud pública, el turismo, la educación, entre otros.
El concepto de SIG surge en los años 60 como una forma de integrar los datos cartográficos con los datos alfanuméricos mediante el uso de bases de datos relacionales (DeMers, 2016). Los primeros SIG se desarrollaron en el ámbito académico y militar, y eran sistemas complejos y costosos que requerían de equipos especializados y personal capacitado (DeMers, 2016). A partir de los años 80, con el avance de la informática y las telecomunicaciones, los SIG se fueron popularizando y diversificando, dando lugar a sistemas más accesibles, flexibles y potentes (DeMers, 2016). Los SIG actuales se benefician de las tecnologías de la información geográfica (TIG), como el GPS, los sensores remotos, los sistemas web y móviles, las redes sociales y el big data (Longley et al., 2015).
Los SIG se componen de cinco elementos principales: hardware, software, datos, personas y métodos (Bolstad, 2016). El hardware se refiere a los equipos informáticos necesarios para ejecutar el software y almacenar los datos. El software se refiere a los programas que permiten gestionar y analizar los datos geográficos. Los datos se refieren a la información geográfica que se utiliza en el SIG, que puede ser de dos tipos: vectorial o ráster (Jensen y Jensen, 2019). El tipo vectorial representa los objetos geográficos mediante puntos, líneas o polígonos con atributos asociados (Jensen y Jensen, 2019). El tipo ráster representa el espacio mediante una matriz de celdas o píxeles con valores numéricos (Jensen y Jensen, 2019). Las personas se refieren a los usuarios y especialistas que interactúan con el SIG y realizan las tareas necesarias para su funcionamiento. Los métodos se refieren a las técnicas y procedimientos que se aplican para capturar, procesar, analizar y presentar los datos geográficos.
Los SIG tienen como funciones principales: la entrada de datos, el almacenamiento de datos, la consulta y recuperación de datos, el análisis de datos y la salida de datos (Bolstad, 2016). La entrada de datos consiste en introducir la información geográfica en el SIG mediante diferentes fuentes y métodos, como la digitalización de mapas en papel, la importación de archivos digitales o la captura directa mediante GPS o sensores remotos (Chang, 2018). El almacenamiento de datos consiste en organizar la información geográfica en una base de datos espacial que permita su gestión eficiente. La consulta y recuperación de datos consiste en acceder a la información geográfica almacenada mediante criterios espaciales o alfanuméricos. El análisis de datos consiste en aplicar operaciones matemáticas o estadísticas a la información geográfica para obtener nuevos resultados o conocimientos. La salida de datos consiste en presentar la información geográfica mediante mapas u otros productos gráficos que faciliten su interpretación y comunicación (Chang, 2018)..
Los SIG tienen múltiples aplicaciones en diversos campos del conocimiento y sectores de actividad (Maantay et al., 2018). Algunos ejemplos son:
En la geografía, los SIG permiten estudiar la distribución y variación espacial de los fenómenos físicos y humanos que ocurren en la superficie terrestre (Maantay et al., 2018).
En la ecología, los SIG permiten analizar las relaciones entre los organismos vivos y su entorno, así como evaluar el impacto ambiental de las actividades humanas (Martínez Vega y Sánchez Palomino, 2018).
En la ingeniería, los SIG permiten diseñar y gestionar proyectos de infraestructura, transporte, energía, telecomunicaciones, etc., teniendo en cuenta las condiciones y restricciones del territorio (Gualdrón Alfonso et al., 2020).
En la planificación urbana, los SIG permiten elaborar y monitorear planes de ordenamiento territorial, desarrollo urbano, vivienda, servicios públicos, etc., con la participación de los actores sociales (Gualdrón Alfonso et al., 2018).
En la arqueología, los SIG permiten localizar y documentar los sitios y vestigios arqueológicos, así como reconstruir y difundir el patrimonio cultural (Zamora Merchán, 2017).
En la salud pública, los SIG permiten identificar y prevenir las enfermedades infecciosas, los factores de riesgo y las desigualdades en salud, así como planificar y evaluar las intervenciones sanitarias (Cromley y McLafferty, 2012).
En el turismo, los SIG permiten promover y gestionar los destinos turísticos, así como analizar el comportamiento y la satisfacción de los turistas (Shoval y Ahas, 2016).
En la educación, los SIG permiten desarrollar competencias espaciales y geográficas en los estudiantes, así como fomentar el aprendizaje activo y colaborativo (Milson et al., 2012).
En conclusión, los SIG son una herramienta poderosa y versátil para el manejo y la comunicación de la información geográfica. Los SIG se basan en el uso de computadoras y software especializado para procesar la información geográfica y generar mapas y otros productos gráficos. Los SIG tienen múltiples aplicaciones en diversos campos del conocimiento y sectores de actividad, pero también presentan algunos desafíos y limitaciones que deben ser considerados.
- Análisis geoespacial: concepto, herramientas y aplicaciones
El análisis geoespacial es el proceso de examinar, manipular y visualizar datos espaciales para extraer información, identificar patrones y resolver problemas. Los datos espaciales son aquellos que tienen una referencia geográfica, es decir, que están asociados a una ubicación en la superficie terrestre. El análisis geoespacial se basa en el uso de herramientas informáticas que permiten gestionar y procesar los datos espaciales de forma eficiente y precisa (Zamora Merchán, 2017; Cromley y McLafferty, 2012; Shoval y Ahas, 2016).
Entre las herramientas más utilizadas para el análisis geoespacial se encuentran los sistemas de información geográfica (SIG), que son programas que integran datos espaciales con datos alfanuméricos y ofrecen funciones de consulta, análisis y representación cartográfica. Los SIG pueden trabajar con dos tipos de datos espaciales: vectoriales y ráster. Los datos vectoriales representan los objetos geográficos mediante puntos, líneas o polígonos con atributos asociados. Los datos ráster representan el espacio mediante una matriz de celdas o píxeles con valores numéricos (Gualdrón Alfonso et al., 2020).
Existen diversas herramientas SIG de acceso abierto que se pueden utilizar para el análisis geoespacial, como QGIS, GRASS GIS, MyGeodata Cloud o MapInfo. Estas herramientas permiten abrir, crear, editar y analizar datos espaciales de diferentes fuentes y formatos, así como generar mapas u otros productos gráficos. Además, existen otros programas o lenguajes de programación que también se pueden emplear para el análisis geoespacial, como R, Python o Google Earth Engine (Milson et al., 2012).
El análisis geoespacial tiene múltiples aplicaciones en diversos campos del conocimiento y sectores de actividad, como la ecología, la ingeniería, la planificación urbana, la arqueología, la salud pública, el turismo o la educación (Conesa Fernández-Vitora, 2006).
- MapInfo: un sistema de información geográfica para el análisis espacial
Existen diversos tipos de SIG, tanto de código abierto como propietario, que ofrecen diferentes funciones y características para el manejo de los datos espaciales. Uno de ellos es MapInfo, un SIG comercial desarrollado por la empresa Pitney Bowes Software. MapInfo es un software que permite crear, editar, visualizar y analizar datos geográficos en forma de mapas temáticos, tablas y gráficos. MapInfo también permite integrar datos provenientes de otras fuentes, como bases de datos relacionales, hojas de cálculo o archivos de texto (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
MapInfo tiene varias ventajas y desventajas en comparación con otros SIG. Entre las ventajas se pueden mencionar las siguientes:
Es un software fácil de usar e intuitivo, que requiere poca capacitación para su manejo (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una amplia gama de herramientas para el análisis espacial, como consultas SQL, operaciones booleanas, interpolación, geocodificación inversa, etc (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Permite crear mapas personalizados y atractivos con diferentes símbolos, colores y etiquetas (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una buena capacidad para importar y exportar datos en diversos formatos, como shapefile, KML, GeoTIFF, etc (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una buena compatibilidad con otros programas y plataformas, como Excel, Access, Oracle Spatial o Google Earth (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Entre las desventajas se pueden mencionar las siguientes:
Es un software costoso y requiere una licencia para su uso (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una limitada capacidad para manejar grandes volúmenes de datos o datos complejos (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una limitada capacidad para trabajar con datos raster o imágenes satelitales (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una limitada capacidad para crear modelos tridimensionales o animaciones (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
Tiene una limitada capacidad para trabajar en entornos colaborativos o en línea (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
La principal característica de MapInfo es que es un SIG orientado al análisis espacial. Esto significa que su fortaleza radica en la posibilidad de realizar diferentes tipos de operaciones y cálculos con los datos geográficos para obtener información útil y relevante. Por ejemplo, con MapInfo se puede calcular la distancia entre dos puntos, el área o el perímetro de una zona, el centroide o el punto medio de una línea, la densidad o la distribución espacial de un fenómeno, la relación o la correlación entre dos variables espaciales, etc (30 Aplicaciones de SIG | El blog de franz, s.f.).
- Bases de datos: conceptos, características e importancia para los sistemas de información geográficas
Una base de datos es una herramienta para recopilar y organizar información de forma sistemática y eficiente. Las bases de datos pueden almacenar información sobre diversos tipos de entidades, como personas, productos, pedidos, eventos, etc. La información se almacena en estructuras llamadas tablas, que están compuestas por filas y columnas. Cada fila representa un registro o una instancia de la entidad, y cada columna representa un campo o un atributo de la entidad. Por ejemplo, una tabla de clientes puede tener los campos nombre, apellido, dirección, teléfono y correo electrónico (Concepto.de, s.f.).
Las bases de datos se pueden crear y gestionar mediante sistemas de gestión de bases de datos (DBMS), que son programas informáticos que permiten crear, modificar, consultar y eliminar los datos de la base de datos. Algunos ejemplos de DBMS son Microsoft Access, Oracle, MySQL, SQL Server, entre otros. Los DBMS ofrecen diferentes funciones y herramientas para facilitar el manejo de los datos, como lenguajes de consulta, formularios, informes, consultas, macros y módulos (Microsoft, s.f.).
Las bases de datos tienen múltiples aplicaciones en diversos ámbitos, como la administración, la educación, la ciencia, la ingeniería, el comercio, etc. Las bases de datos permiten almacenar grandes cantidades de datos de forma segura y accesible, así como realizar operaciones y análisis complejos con los datos para obtener información útil y relevante (Base de datos – Wikipedia, la enciclopedia libre, s.f.).
La importancia y función de las bases de datos de SIG radica en que permiten a los usuarios acceder a información geocientífica actualizada y relevante, así como a herramientas para visualizar y explorar los datos espaciales, realizar consultas y análisis complejos, crear mapas temáticos y generar indicadores geográficos. Estas bases de datos contribuyen al avance del conocimiento geográfico y al desarrollo de soluciones innovadoras para los problemas territoriales (Introducción Sistemas de información geográfica, s.f.).
- Comercialización: concepto, funciones y tipos
La comercialización es el proceso que abarca todas las actividades y operaciones que se realizan para poner los productos o servicios a disposición de los consumidores o usuarios finales. La comercialización implica el estudio del mercado, la definición de las estrategias de precio, distribución y promoción, y la gestión de las relaciones con los clientes (Kotler y Armstrong, 2012).
La comercialización tiene como objetivo satisfacer las necesidades y deseos de los consumidores o usuarios, creando valor para ellos y para la organización que ofrece los productos o servicios. La comercialización también busca generar lealtad y fidelidad de los clientes, así como ventajas competitivas sostenibles en el mercado (Kotler y Armstrong, 2012).
Entre las funciones principales de la comercialización se encuentran las siguientes (Caldentey Albert y Gómez Muñoz, 1993):
Investigación de mercado: consiste en recabar, analizar e interpretar información sobre el entorno, el mercado, los consumidores o usuarios, la competencia y los productos o servicios.
Segmentación de mercado: consiste en dividir el mercado en grupos homogéneos de consumidores o usuarios con características, necesidades y comportamientos similares.
Posicionamiento de mercado: consiste en definir la imagen y el valor diferencial que se quiere transmitir al mercado sobre los productos o servicios.
Mezcla de marketing: consiste en diseñar y combinar las variables de producto, precio, distribución y promoción para lograr los objetivos de marketing.
Control de marketing: consiste en evaluar los resultados de las acciones de marketing y tomar las medidas correctivas necesarias.
La comercialización puede clasificarse según diferentes criterios, como el tipo de producto o servicio, el tipo de mercado, el tipo de intermediario o el tipo de canal. En este epígrafe nos centraremos en la comercialización agropecuaria, que es aquella que se ocupa de los productos o servicios derivados de la actividad agrícola o ganadera.
- Comercialización agropecuaria: características y desafíos
La comercialización agropecuaria tiene algunas particularidades que la diferencian de los bienes y servicios generados en otras actividades económicas. Caldentey Albert y Gómez Muñoz (1993) mencionan:
Producción atomizada y dispersa: existen muchos productores que transforman la oferta en muy competitiva.
Producción estacional e irregular: la producción depende de factores climáticos y biológicos que pueden alterar su cantidad y calidad.
Producción perecedera: la mayoría de los productos tienen una vida útil limitada y requieren condiciones especiales de conservación y transporte.
Demanda inelástica: la demanda no varía mucho ante cambios en el precio o en el ingreso de los consumidores.
Mercados imperfectos: existen asimetrías de información, barreras de entrada y salida, poder de negociación desigual y regulaciones públicas que afectan al funcionamiento del mercado.
Estas características plantean diversos desafíos para la comercialización agropecuaria, como (Caldentey Albert y Gómez Muñoz, 1993):
Mejorar la coordinación entre los agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria, desde los productores hasta los consumidores finales.
Aumentar el valor agregado de los productos mediante procesos de transformación, diferenciación o certificación.
Adaptarse a las preferencias y exigencias de los consumidores en cuanto a calidad, seguridad, trazabilidad, sostenibilidad y responsabilidad social.
Incorporar tecnologías e innovaciones que permitan optimizar los procesos productivos y comerciales.
Acceder a nuevos mercados nacionales e internacionales mediante estrategias de promoción, penetración o diversificación.
- SIG y comercialización agropecuaria: beneficios y aplicaciones
Los sistemas de información geográfica (SIG) son herramientas informáticas que permiten integrar, analizar y visualizar datos espaciales, es decir, datos que tienen una referencia geográfica. Los SIG pueden aplicarse a diversos campos del conocimiento y sectores de actividad, entre ellos la comercialización agropecuaria.
La comercialización agropecuaria es el proceso que abarca todas las actividades y operaciones que se realizan para poner los productos o servicios derivados de la actividad agrícola o ganadera a disposición de los consumidores o usuarios finales. La comercialización agropecuaria implica el estudio del mercado, la definición de las estrategias de precio, distribución y promoción, y la gestión de las relaciones con los clientes.
Los SIG pueden aportar beneficios a la comercialización agropecuaria en varios aspectos, como (IICA, 2018):
Mejorar el conocimiento del mercado: los SIG pueden ayudar a identificar las características, necesidades y preferencias de los consumidores o usuarios, así como las tendencias y oportunidades del mercado.
Optimizar la logística y la distribución: los SIG pueden ayudar a planificar y gestionar el transporte, el almacenamiento y la conservación de los productos, así como a reducir los costos y los tiempos de entrega.
Aumentar el valor agregado de los productos: los SIG pueden ayudar a diferenciar y certificar los productos según su origen, calidad, trazabilidad, sostenibilidad y responsabilidad social.
Acceder a nuevos mercados: los SIG pueden ayudar a explorar y penetrar en mercados nacionales e internacionales, así como a adaptarse a las normas y exigencias de cada mercado.
Entre las aplicaciones concretas de los SIG a la comercialización agropecuaria se encuentran las siguientes (Pucha-Cofrep et al., 2017):
Análisis de la demanda: consiste en estimar la cantidad y el valor de los productos que demandan los consumidores o usuarios en un área geográfica determinada.
Análisis de la oferta: consiste en estimar la cantidad y el valor de los productos que ofrecen los productores en un área geográfica determinada.
Análisis de la competencia: consiste en identificar y evaluar las fortalezas y debilidades de los competidores en un área geográfica determinada.
Análisis de localización: consiste en seleccionar el lugar óptimo para establecer un punto de venta, una planta procesadora o un centro de distribución.
Análisis de rutas: consiste en determinar el camino más corto, rápido o económico para transportar los productos desde el origen hasta el destino.
Análisis de zonificación: consiste en dividir el territorio en zonas homogéneas según criterios geográficos, económicos, sociales o ambientales.
- El factor información
Según Shepherd (2008), el factor información es determinante en un proceso comercializador al causar efectos en las partes involucradas. La información actualizada sobre demandas, precios y otros factores de mercado, permite a los agricultores negociar y también facilita la distribución territorial de los productos desde las zonas rurales a las ciudades y entre los distintos mercados. Los SIG facilitan el acceso y el manejo de esta información geográfica, al permitir integrar, analizar y visualizar datos espaciales de forma rápida y eficiente. Así, los SIG pueden contribuir a mejorar el proceso comercializador agropecuario, al proporcionar información relevante para la toma de decisiones estratégicas y operativas.
- Contratación agropecuaria: concepto, importancia y tipos
La contratación agropecuaria es el proceso mediante el cual los productores y los consumidores de productos o servicios derivados de la actividad agrícola o ganadera establecen acuerdos o compromisos para regular sus relaciones comerciales. La contratación agropecuaria implica la definición de las condiciones, los derechos y las obligaciones de las partes involucradas, así como la forma de resolver los posibles conflictos o incumplimientos.
En Cuba, en la Resolución 2253/2005, se define la Contratación Económica como un proceso en el que se integran los diferentes sujetos que actúan legalmente en la economía nacional para, mediante la concertación de contratos, garantizar sus respectivos planes económicos y satisfacer sus necesidades, y con ello, los objetivos y prioridades de la sociedad (Ministerio de Economía y Planificación, 2005)
Según el Decreto Ley No. 304, también se hace alusión al contrato económico como el acto jurídico mediante el cual se crean, modifican y extinguen relaciones jurídico económicas de naturaleza obligatoria, para la ejecución de una actividad productiva, comercial o de prestación de servicios en el que intervienen tanto personas naturales como jurídicas nacionales o extranjeras que estén domiciliadas, establecidas o autorizadas a operar en el país (MINAG, 2013).
La contratación agropecuaria tiene una gran importancia para el desarrollo del sector agropecuario, ya que permite una mejor planificación y organización de la producción y la comercialización agropecuaria, al establecer metas, plazos y responsabilidades. Facilita una mayor coordinación y cooperación entre los agentes que participan en la cadena agroalimentaria, al fomentar la confianza, la transparencia y la comunicación. Contribuye a una mayor eficiencia y rentabilidad de la actividad agropecuaria, al reducir los riesgos, los costos y las pérdidas, así como al mejorar la calidad y la competitividad de los productos o servicios. Promueve una mayor equidad y sostenibilidad de la actividad agropecuaria, al garantizar el cumplimiento de las normas legales, éticas y ambientales, así como el respeto a los derechos e intereses de las partes(Caldentey Albert y Gómez Muñoz, 1993).
La contratación agropecuaria puede clasificarse según diferentes criterios, como el tipo de producto o servicio, el tipo de mercado, el tipo de intermediario o el tipo de contrato. Entre los tipos más comunes de contratos agropecuarios se encuentran los siguientes (Caldentey Albert y Gómez Muñoz, 1993):
Contrato de compraventa: consiste en el acuerdo por el cual una parte se obliga a entregar un producto o servicio a otra parte que se obliga a pagar un precio determinado.
Contrato de suministro: consiste en el acuerdo por el cual una parte se obliga a entregar periódicamente un producto o servicio a otra parte que se obliga a pagar un precio determinado.
Contrato de arrendamiento: consiste en el acuerdo por el cual una parte cede temporalmente el uso o disfrute de una cosa a otra parte que se obliga a pagar un precio determinado.
Contrato de asociación: consiste en el acuerdo por el cual dos o más partes se unen para realizar una actividad agropecuaria en común, compartiendo los beneficios y los riesgos.
- Mecanismos de comercialización agropecuaria en Cuba: características y desafíos
La comercialización agropecuaria en Cuba se realiza a través de diferentes mecanismos que regulan las relaciones entre los productores y los consumidores, así como entre los distintos agentes que intervienen en la cadena agroalimentaria. Estos mecanismos tienen como objetivo garantizar el abastecimiento de alimentos a la población, así como estimular la producción y el desarrollo del sector agropecuario (Bu Wong y Rego Sánchez, 2007).
Entre los principales mecanismos de comercialización agropecuaria en Cuba se encuentran los siguientes (Bu Wong y Rego Sánchez, 2007):
Acopio estatal: consiste en la compra obligatoria por parte del Estado de una parte de la producción agropecuaria a precios fijados por el gobierno. El Estado se encarga de distribuir estos productos a través de la red minorista o de destinarlos a la industria alimentaria o a las exportaciones.
Mercado agropecuario estatal: consiste en la venta directa por parte de los productores de otra parte de la producción agropecuaria a precios fijados por el gobierno. Estos productos se venden en mercados estatales o en puntos de venta autorizados por el Estado.
Mercado agropecuario no estatal: consiste en la venta directa por parte de los productores de otra parte de la producción agropecuaria a precios libres. Estos productos se venden en mercados no estatales o en puntos de venta autorizados por el Estado.
Mercado mayorista: consiste en la venta por parte de los productores o intermediarios de productos agropecuarios a precios libres a otros agentes económicos, como cooperativas, empresas, entidades turísticas o sociales. Este mercado aún está en proceso de desarrollo y regulación (Bu Wong y Rego Sánchez, 2007).
Estos mecanismos de comercialización agropecuaria presentan diversas características y desafíos, como (Bu Wong y Rego Sánchez, 2007):
Coexistencia de diferentes formas de propiedad y gestión: existen productores estatales, cooperativos y privados que operan bajo diferentes condiciones y regulaciones.
Coexistencia de diferentes tipos de mercado y precios: existen mercados regulados y libres, así como precios fijados y flexibles, que generan distorsiones e ineficiencias en la asignación de recursos y en la formación de expectativas.
Insuficiencia y desequilibrio de la oferta y la demanda: existe una baja productividad y diversidad de la producción agropecuaria, así como una alta dependencia de las importaciones, que limitan la capacidad de satisfacer las necesidades alimentarias de la población.
Inadecuación e inestabilidad de la infraestructura y los servicios: existe una falta o deterioro de las instalaciones y los equipos para el transporte, el almacenamiento, el procesamiento y la conservación de los productos agropecuarios, así como una escasez o fluctuación de los insumos y los combustibles, que afectan la calidad y la seguridad alimentaria.
- Nuevas regulaciones para la contratación agropecuaria y retos actuales
Los decretos y leyes actuales que regulan la comercialización agropecuaria en Cuba tienen como objetivo eliminar las trabas y los monopolios que obstaculizan el desarrollo de la producción y el abastecimiento de alimentos a la población. Estas normas introducen nuevas formas de contratación, precios y destinos de los productos agropecuarios, así como incentivos para los productores y los intermediarios. Entre las medidas más novedosas se encuentran la liberación de la comercialización de la leche fresca y sus derivados, el sacrificio y consumo de las carnes de ganado bovino por los productores y la creación de comités de contratación a nivel local que evalúan y proponen los precios y las prioridades de acuerdo con las condiciones del mercado. Estas normas buscan aumentar la producción, el acopio y la distribución de los productos agropecuarios, así como mejorar la calidad y la variedad de la oferta alimentaria (Gaceta Oficial, 2021; Resolución 139/2021 del Ministerio de la Agricultura; Resolución 138/2021 del Ministerio de la Agricultura; Arias Salazar & Jordan Pantoja, 2022; Cuba flexibiliza la contratación de mano de obra en la agricultura, 2020).
Existen varias razones por las que los productores agropecuarios acuden a intermediarios para vender sus productos, a pesar de existir leyes que regulan la comercialización. Algunas de estas razones son la falta de cumplimiento de los contratos por parte de las entidades estatales, que no garantizan el pago oportuno ni la entrega de los insumos necesarios para la producción (Arias Salazar & Jordan Pantoja, 2022).
La insuficiencia y la inestabilidad de la oferta de productos agropecuarios en el mercado mayorista, que obliga a los productores a buscar otras alternativas para abastecerse y vender sus cosechas (Cuba flexibiliza la contratación de mano de obra en la agricultura, 2020).
La existencia de un mercado informal o paralelo, donde los intermediarios ofrecen mejores precios y condiciones que las entidades estatales, aprovechando la alta demanda y la escasez de alimentos (Mayorista de Suministros Agropecuarios: importar y al menor costo posible, 2022).
La baja preparación y capacitación de los productores para negociar y contratar sus producciones, así como para enfrentar los riesgos y las fluctuaciones del mercado (Pérez Villanueva & Torres Pérez, 2016).
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