Despedida a Perla

Desde los primeros momentos Perla demostró cómo con amor pasó de ser un ser tímido y miedoso a ser el miembro de la familia más protector, demostró como en el amor encontró una faceta donde recibía a cada miembro de la familia con mucha alegría así se hubiera ausentado 5 minutos. La esencia del amor de Perla también se demostró en su deseo indetenible de estar con nosotros cerca así fuera acostada a un lado, la capacidad de identificar cuando no había nadie en la casa para subirse a las camas y el anhelo de que la persona que la encontrara se acostara con ella hacía que nos recibiera en la cama moviendo la cola. Cada ladrido que daba Perla hacia el exterior buscaba defender el amor que tenía por nosotros.

Su disposición en jugar en sus años tempranos era cuna de alegrías de amor. El gozo que sentía al salir a caminar con su familia al lado, la alegría que sentía al salir de paseo y lo rápido que aprendió a usar la maleta de viaje son algunas expresiones más de amor. El magnetismo de Perla hacia su familia la mantenía cerca de nosotros sin necesidad de una correa.

Perla demostró una gran capacidad de saltar en sus primeros años, capacidad que usó para llegar a nosotros en cualquier cama o silla y manifestar el amor que sentía. Su danza y saltos de alegría en forma de agradecimiento cuando Diego, el padre de la familia, le servía un plato del mismo almuerzo de nosotros era un ritual hipnotizante de ver.

En sus años más maduros nos demostró que aún sin una buena visión puede continuar con su fijación en la familia también demostró que con una dificultad auditiva en su ocaso escuchaba con atención las palabras que nosotros su familia le decíamos y que aunque prefería estar en reposo, hacía el esfuerzo necesario para estar acostada cerca de su familia.

Nunca dejó de subir gradas con tal de alcanzar la compañía y cercanía de nosotros quienes también le dábamos todo el refugio que buscaba al escuchar truenos o explosiones. Nos ayudó a cazar ratones y cuidar la casa que también sentía propia y estoy seguro que en su último aliento estaba luchando para vernos y sentirnos una última vez

Perla nos demostró que aunque luzca blanco y negro, su esencia se expresa en una gama infinita de matices de amor.

Por eso hoy te agradezco Perla por darnos tu vida entera y solo me queda desearte que vueles muy alto y encuentres el descanso que mereces .

Te amo por siempre Perla.

Gracias por haber sido la Joya de esta familia.

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