La calefacción está encendida

Hace algún tiempo ya que no me quedaba despierto hasta esta hora, sobrio, no es que el alcohol sea un problema sino que estoy tan sumergido en la rutina que en pocas ocasiones se tiene tiempo para hacer otra cosa.Salir de la rutina nos aterra, una vez que te das cuenta se vuelve una putada porque para hacerlo hay que salir de eso, salir de la guía de la acción meramente mecánica. Es increíble como hacemos cosas para distraernos y ya de eso no quiero ser parte. Me di cuenta de que soy un sujeto y como tal tiene aspiraciones, creencias, deseos y sueños. Quiero ir por ello, no quiero menos de lo pueda sentir. Sé que tengo y porto un gran corazón y quiero darle la razón, aprender a escucharlo y a llegar a un común acuerdo. 

Sé muy bien que un gran anhelo de este loco corazón es encontrar a ese amor, por más que la trate parece ser que esa ausencia nunca deja de serlo y que no solo eso sino también que tengo una leve fijación con ir tras lo que no está, una gran capacidad para buscar y querer buscar amor. Una vez lo tuve y no pude sostenerlo, en ese entonces tenía muchas ganas y cosas propias por conocer. No supe cuidar ese amor y sé muy bien que uno vive el amor que puede brindar y tengo ese amor y esa forma de querer en mi. Por eso a veces las cosas duelen, yo quiero de verdad, quiero un amor así de grande y para mi quiero lo que mi corazón siente. Un amor si  de grande es el que quiero, el que busco, quiero amar tanto como pueda. Y llevar eso a lo que haga.

Los días son buenos, al menos la gran mayoría, también hay malos, esos no me gustan solo que hay que vivirlos. Hoy  fue uno bueno.