LUNA.
Yo te veo ahora, en esta noche normal
Cuando ya ha pasado la magia de tu espectáculo,
Te veo ahora en la hora que mi espíritu se encuentra intranquilo
Por el deseo inequívoco de no saber quién soy.
Tal vez tú desde la lejanía de tu altura lo puedas ver
Y me digas a donde ir,
Que es lo que se supone debo de hacer
Porque yo, la verdad no lo sé.
Todos han olvidado el brillo que tenías
La magia que desbordaba en ti,
El deseo que infundías en los noctámbulos
Haciendo sus noches más pasajeras y hermosas.
Y te escribo ahora
En el lecho de mi muerte indecisa,
O tal vez la eternidad con sus suspiros
Me deje ser tu acompañante imperecedero.
Luna déjame ser tu dueño
Déjame acariciar tu luz intangible,
Esa que alumbra mi senda oscura
Y va siempre delante de mí.
Dame el cáliz bendito de tu mirada
Llena mi alma febril con tu ausencia incorpórea,
Calma mis ansias de muerte
Bésame y tócame, como si estuvieses junto a mí.
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