He vuelto, porque necesito inundar mis pensamientos, porque en la tierra firme me han apuñalado el amor, no debo rendirme y encerrarme a llorar, debo tomar mi barca y mi remo, sé que podre encontrar esa luz que me lleve de nuevo por buen camino, pero algo ha cambiado, me siento extraño y sin fuerza, mi pequeña barca no se ve en condiciones de navegar, mi remo esta carcomido por el abandono en el cual lo he dejado, y esta noche, tendré que salir al altamar de una forma que jamás lo he hecho antes, esta noche por el dolor de mi desamor, me arrojare contra la marea alta y nadare sin salvavidas, apenas cargo entre mis dientes una pequeña navaja para defenderme de los depredadores del océano, he salido ya sin mirar de lo que queda de mi tierra firme, porque tengo deseos de ahogarme pero hay otros amores realmente puros que me esperaran en la orilla, son esos amores que uno ignora y cuando se van no hay nada que los remplace, el amor de madre, me da las fuerzas para sentir deseos de volver.
He ya nadado durante horas y mis brazos ya no quieren seguir, se mueven con la fuerza de voluntad que lleva mi alma, cada vez que trato de rendirme recuerdo ese rostro que jugo con mi corazón y me hace liberar adrenalina para no detenerme hasta que encuentre una nueva luz que me lleva a flote, en el camino me he encontrado con sirenas, pero estas solo quieren llevarme a las profundidades para devorarme, las alejo cuando les hablo sin soltar el cuchillo de mis dientes, pero se alejan porque ven que a lo que le mas le temen es a la mirada, filosa tanto como la misma Excalibur, no he podido omitir los duros recuerdos que me tratan de hundir, pero agradezco que tengo el amor puro de mi madre que me espera.
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