Una orden de reintegro.
Vengo ante mi con ganas de reír mientras le pido a ella que me devuelva algunas cosas buenas y unas que otras engorrosas, sentémonos a platicar mientras cuento mentalmente los granos que componen la borra de café de una tertulia más o menos amena, cuéntame si guardaste debajo de tus labios los gratos besos que no me distes, y dime de ti que es de mi cuando no existía ni en tu pensar ni en tu abadía, aprovecho el asiento recordando la última comida que no me preparaste para pedirte por favor devuélveme lo que no guardaste. Que tal si me devuelves las noches de insomnio penando en la cama entre sábanas bien secas desvestidas de notas y gotas de oasis de mentira, devuélveme las miradas perdidas en la distancia furtiva, devuélveme lo que no fuiste para cuando lo sea no me sorprenda ni me detenga, ven ven cálmate no te vayas que las agallas se desmayan del miedo que me da pedirte la devolución de tantos momentos que no fueron que no se vivieron, mete el freno y sirve sírveme otro café dulce para no perecer entre la amargura de tu ser que se muestra como doble sentido casi como el signo de dos caras pues me mostraste la que no le gusta a nadie y nadie le mostraste ambas, ven y devuélveme el sudor de las manos cuando caminamos de a mentiras mientras la verdad era como alergia el calor entre los dedos que sujetaban la simulación de no sé que no sé cuando, devuélveme lo que alguna vez no me distepero que se quedó en la memoria del que está recluido bajo la anestesia del olvido.
Dime cuando vuelvo para pedir la devolución del resto, y mientras me siento me imagino los mimos y los cariños que escasearon antes de que salieran la luz,y no te exasperes que mientras te cuento lo que quiero de vuelta, puedes interrumpir diciéndome cuantas mentiras me diste y cuantas verdades me negaste, hablemos pensemos guardemos silencio mientras la rabia de no tener la razón se calma en un café más. Pidamos permiso al tiempo para que el reloj retrase el momento y sin retrasos conversar del porque de las cosas que siguen teniendo como depredador y presa con la mandíbula a la aorta cortando el oxígeno matando la esperanza de volver a vivir sin lo que no me diste sin lo que no viviste para sepultar la inconformidad de nunca haberte tenido si no más que unos cuantos momentos que ya no puedes devolver.
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