LA CULPA ES DE LA PANTALETA…

Siempre fui una niña ingenua, de esas de cuento de hadas, del príncipe y del corcel… De esas que imaginaba historias y cuentos en su cabeza creyendo que al crecer la historia tendría vida en mi vida… Escasos seis años, creyendo en el amor, en el cuidado que se supone debe haber dentro de un seno familiar, ahí descubrí que puede ser el lugar donde las peores pesadillas se hacen realidad.

¡Bájate la pantaleta! Fue la primera orden que recibí de parte de mi hermano de manera nerviosa… acuéstate en la cama fue la segunda orden que dio mientras se asomaba por la puerta mirando si alguien estaba cerca… Mi hermano mayor me habla y en automático voy y hago lo que me indica, mi madre en el patio lavando la ropa y mi padre quizá ya habría salido a trabajar… cumplo la orden sin decir nada, sin preguntar por qué o suponer que sucedería… Él se baja los pantalones y hay algo duro hay entre sus piernas que frota entre las mías… El techo blanco me parecía un lienzo perfecto para empezar a trazar líneas imaginarias, mientras sin saber que pasa en mi o que hace el, un líquido caliente corre hasta mis pies… ¡Levante! Fue la tercera orden en una voz de éxtasis que solo puedo reconocer el día hoy…Anda y cuelga la pantaleta en las cuerdas del patio… Obedientemente voy y hago lo que me dice. Cuando la dejo, mi madre tuvo que advertir algo extraño, ya que hoy que lo pienso, pues nunca había hecho algo como eso… Su nariz detecta un olor conocido por ella y sucio para mí a esa edad… Hay un escándalo luego de eso en la habitación, algo descubrió mi mamá que aun no entiendo y entre gritos e indignación tan solo me preguntan y yo respondo… ¡Bájate la pantaleta! Es la cuarta orden que recibo, esta vez de mi padre, vuelvo y me acuesto mirando el techo blanco, un correazo, dos correazos, mis lágrimas empezaron a correr, ya no logro imaginar nada, ya no hay líneas que trazar… Mi padre esgrime que la paliza es para que aprenda a cuidarme como mujer, sigo sin comprender que está pasando, no entiendo la cara de odio de mi madre hacia mí, no comprendo tanta furia en cada golpe, siento como si el techo cayera sobre mi pecho y me golpeara… Una lección quería darme mi padre ese día… Cuando algo te pasa es culpa tuya… Es tu culpa te vean con deseo, es tu culpa si te tocan, es tu culpa que te bajes las pantaletas.