Cada ser humano
crea sus propios demonios.
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Soy más polvo que carne
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La poesía condena al hombre
y el hombre se condena a si mismo.
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Cada día muere un poeta
y sus versos,
son recordados
mientras el dolor perdura
después
son guardados en viejos armarios,
echados al olvido,
unos pocos logran ser recordados.
unos pocos lograron ser felices.
unos pocos llegaron a escribir
buenas historias, buena poesía,
unos pocos, pero no muchos.
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Soy un muñeco de cera
en busca de un fuego melancólico
con quien arder.
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Una historia romántica, sin amor.
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Autor: Christian Yánez
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