El color más radiante, sin límites espectrales,
Tiñe tu mirada esquiva.
Mientras la luz más brillante y candente
Fluye desde las cuerdas de tu voz.
Logro mecerme dulcemente
Sobre esa vibración veloz,
Sin miedo al mundo
Arrullada en el calor
Que brindas desde lo profundo:
Felicidad, niñez y amor.
Desearía estar ahora mismo a tu lado
Para besarte hasta el corazón,
Que es como un candado
Buscando su llave de sol.
Eres un feroz León,
Que bajo su melena encubre el arte,
No dejo de pensarte
Y creo estar perdiendo la razón.
Pero la mejor medicina:
Una dosis de tu pasión,
Para sonreír como niña pequeña
Mientras me agigantas con amor.
Cada una de tus huellas
Designa mi eterno rumbo.
Son tus composiciones bellas
Que compartes con el mundo.
Cada acorde agitado
Me brinda la paz más inquietante,
Eres el eterno navegante
En mi mente, de lado a lado.
Me derrites como algodón azucarado,
Me tiemblan las mejillas y estoy ardiendo.
Me estás quemando desde el alma
Tu fuego me consume hasta el aliento.
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