Me deslumbra la incertidumbre del amor, que cambia con los años según nuestro rencor, el mismo que padece de orgullo, cuando el corazón le hace caso omiso a la razón.

Amores y desamores forjan el camino desesperado de la vida, que nos obliga a adentrarnos en un rumbo algunas veces sin salida, pero cuando miro tus ojos desesperados, recuerdo que todos vamos por el mismo tranvía.

La búsqueda implacable del amor perfecto, con innumerables imperfecciones que lo hacen el correcto, nos permite poco a poco ser nosotros mismos para adentrarnos sin miedo en este mundo de egoísmos.

Te permito tomar mi mano el tiempo que la desee tu corazón, ya luego veremos si soltamos y como transitamos el dolor, vivamos sin miedo a dejarnos, que mientras esto dure, yo le apuesto por ti al amor.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS