Por. Karol Bolaños 

Místico brillo de plata que penetra en mi seno profundo. 

Dulce placer helado que atraviesa mis entrañas.

Fuego ardiente que quema el deseo.

Soy agua en tus labios sedientos.

Fragante, como el sudor fresco que se alborota en las mañanas cálidas frente al mar de tus ojos. 

Insaciable, como fiera que devora su presa esquiva. 

Soy tierra firme que se sostiene ante la inclemente lluvia o la dura sequedad.

Respiración vital, constante y genuina que encarna el ritmo de la vida. 

Soy aire que entra desde el aliento compartido y se expande en un fluido de estrellas de expiración. 

Te vuelves nada, tal vez, todo.

Recoges tú brilló tímido, vuelves a la sombra infinita del espacio para seguir deseando volver a cruzarte en mi ávido pensamiento.

Etiquetas: femenino profundo

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