Para las Mujeres

Querida Mujer,

Sí, con la M mayuscula de Madre, Maldita, Maravillosa, Mortal, Majestuosa, Mártir de la sociedad, Maestra, Mágica, María Madre del hombre que llamamos dios, Marimacha, Muy Madura para tu edad, Machota, Muy puta, Madrugadora, Melancólica, Mija, Magnética y muchas otras M y letras mayusculas que nos llaman a diario.

Hoy te quería advertir de una cosa, no llores por tu cuerpo. No es algo que te defina, no es tú, no es fijo, no es tu destino, no es tu final, no es tu salud, ni es tu estilo de vida; no es tu fortaleza o debilidad, no, no y no.

No hagas mi error. No entres en el bucle. No escuches a nadie que te diga gorda. panzona. vaca. ballena. cerda. obesa. rechoncha. voluminosa. Porque tú eres hermosa. Una mujer que ha luchado por su libertad, por sentirse bien contigo misma y con los demás. Una mujer que ha logrado sobrevivir y no volverse loca en este mundo patriarca, donde el señorío no tiene ni idea, pero opina. En un mundo que es difícil para todos y la injusticia es la lucha diaria.

No llores por el peso cómo lo hice yo esta mañana; nos dicen que tenemos que entrar en la ropa del verano pasado y no podemos subir o bajar de talla. Porque los estándares están incrustados en nuestra mente valiente, pero a veces cansada y débil que se traga los cuentos de la gente ajena que ni conocemos.

Luego están los que sí, los conocemos y nos “llevan de la mano” por la vida (de las cosas que nos hacen creer), y lo que sus palabras duelen. Pero sus palabras son solo suyas y no tienen nada que ver con nosotras. No forman parte de la verdad, de la realidad que una vive y siente.

Sal a la calle, respira hondo, da un paseo por la zona, nota los detalles de la vida – los arboles, las ramas, las flores de primavera, las hormigas recorriendo el suelo (que no tienen nada que ver con las que recorren tu piel cuando tu alma no está tranquila), mira el cielo. Huele.

Si no tuvieras cuerpo, no podrías hacerlo. Disfrútalo, ámalo y no llores por algo que no te define.