Pasas años viviendo en modo avión, todo en automático y desconectada del mundo, a mil pies de altura y sin un lugar a donde llegar. Hasta que un día sale una tormenta con mucha turbulencia y te obliga a bajar. Pero sigues en modo avión, solo que con los pies sobre la tierra. Y un día de buenas a primeras chocas con alguien que te hace conectar, te desactiva el modo avión y te enciende todo un mundo frente a ti, conectan en segundos y la vida se vuelve algo más que una escala en un aeropuerto. 

Pero el tiempo decide que aún no es el momento de quedarse, que no están preparados para viajar juntos. Y así pasa el tiempo, te quedas con los pies en la tierra, porque… ¿Cómo regresar al modo avión después de conocer un mundo nuevo? ¿Cómo dejar a un lado lo que alguien te enseño y lo viste bueno? Así que decides esperar, tomarte un tiempo, dejas los viajes y decides vivir. 

Y después de un tiempo, unos tragos de más y un destino bastante caprichoso la conexión regresa, así sin más, y está vez se queda, al fin el tiempo y el destino conspiran y unen fuerzas para dejar que dos almas viajeras después de un largo camino y preparación puedan poner juntas el modo avión…

Autor: Ana Belén González Valencia

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