La ternura de una tortura celestial

He tenido pensamientos suicidas, aunque no soy homicida de cuerpos sin alma. He llorado lagunas y soñado despierto, porque cuando estoy muerto las imágenes pierden nitidez, pero sueño algún día volverlas a ver y nadar por las aguas de la tranquilidad con vistas al olvido, viviendo mi paraíso donde no saber amar será un motivo de amor… donde la incertidumbre no mate a quien no hizo nada o tal vez sí, pero… sin mucho dolor. Es lo que siento cuando despierto con el augurio de un nuevo día y mis calles están vacías, porque el sonido del silencio es mi chaleco salvavidas, como una flor que poco a poco recupera su color.

Y sin embargo, las paredes de mi cuarto se están agrietando.

Ayer me pregunté, “¿si de alguna manera pudiéramos ponerle GPS a nuestra alma, sabríamos la ubicación real de Dios o su señal estaría por las nubes?”

¿Será que Dios al determinar nuestra desconfianza hacia él, nos envía al infierno de una vez o tal vez, nos daría el castigo de la vida para nunca morir y quizá, nunca saber de él o peor, no conocer el cielo?.

No lo sé, a veces lo trascendental es confuso, pero su solución trasciende sobre lo intrascendental, muy natural.

Muy especial que un ser mortal se conforme con acabar lo natural de un hábitat inmortal lleno de sabiduría que no baja la guardia y no se esconde ante tus guardias cuando se alzan en armas y castigan la inocencia de una amada que solo cometió el error, de darnos la vida.

Que pesadilla…

Hoy estoy aquí sentado, pensando en el abrazo que no me has dado, en la mirada tenue que me has regalado, en aquel beso fuerte, con el que siempre, siempre te he soñado.

Que tiempos aquellos, en los que enamorarse solo era un delito, en los que preguntar por ti era gesto tierno, ahora el delito es quedarse callado, hablar de más o simplemente, ser sincero… y las preguntas sobre ti ya no salen de mi boca, he decidido no callar, porque cada segundo invertido me depura… y no es falta de cordura, sino de tiempo para perder en una chica que se alimenta de los poemas de un hombre y ¿para qué?, si al final, terminan en la basura del olvido junto a mi, esperando el instante bello en el que pueda dormir, para ir por ti, si, el que siempre me acompañó y me libero con sus consejos trascendentales, me acompañó como Dioses ancestrales y hoy se alejó de mí, pero lo voy a encontrar. “El espejo de mi alma es inmortal” y con el proyecto el significado de mi vida, trastornado por la esencia de un sueño que nunca he podido olvidar y quizá, solo quizá pueda o vuelva a perder, porque… ya lo tengo en mis manos. Que ser humano.

Se que de alguna u otra forma, mi vida terminara y no me quiero frustrar pensando en lo que vendrá, solo quiero soñar con un mundo mejor, en el que pensar no denote una rebelión y que luchar o defender algo, no signifique estar en contra de lo otro, sino más bien la armonía de un mundo único y diverso sin la tristeza de vivir en la monotonía de guardar fotografías a blanco y negro, donde todos piensen igual y que se acaben los bellos momentos de color o simplemente, con la ausencia del negro, la oscuridad de mi tormento que reboso el vaso, y ahora, se me derrama por dentro…