El amado (el odiado)

El amado (el odiado)

Kayo

29/03/2023

El amado

Atimilico, es que esa noche habían detectado que era Atimilico. La noticia recorrió toda la ciudad como el agua sobre la frente del obrero, al cabo de dos días toda la muchedumbre estaba al tanto de lo que le habían diagnosticado. El por su parte, tomo la noticia con indiferencia, al igual que la cara de felicidad del doctor, un rostro que para cualquier otro paciente se significaba que estaba sano. Abandono el hospital aquel día y se dirigió a su casa junto con Marciano. Por la noche luego de comer se tumbó frente a la chimenea a esperar que el sueño lo atacase, marciano comió algo repetidas veces y se hecho en su cama, cerca de él. El sueño ataco primero a Marciano, que después de unas cuantas vueltas sobre su eje, cayo rendido. Al cabo de tres horas pasada la medianoche lo ataco a él.

El día siguiente, ya consiente que todos estaban enterados de su posición, se dirigió al mercado en busca de ingredientes para almorzar, Marciano se quedó en casa, pero él estaba seguro que se dirigía sigilosamente detrás de él, aunque varias veces lo había retado, en el fondo lo reconfortaba. De la enorme fila de verduras tomo las más coloridas y como sabía que Marciano lo observaba tomo un poco de atún enlatado. El hombre que atendía, de aspecto sucio y con una prominente barba, no le quiso vender nada, solo cuando él se dispuso a pagar el triple acepto atenderlo, agregando un comentario sobre la felicidad que le daba su diagnóstico, el no hizo caso.

Marciano en la cocina, olfateaba la bolsa con intención de encontrar la ubicación del atún, lo encontró cerca de un puñado de perejil. Al darse cuentas de esto, el, tomo la bolsa y saco la lata volcándola sobre una vasija de cerámica con el nombre “marciano” pintado. Al vaciar las demás bolsas se encontró con que había olvidado guardar la sal. Descartando la idea de volver supuso que ese día comería así.

Por la tarde tomo un balde repleto de agua jabonosa junto a esponja algo deteriorada por el uso, se dispuso con esas herramientas, a intentar quitar algunos escritos del frente de la casa. Algunos eran bastante largos otros una simple palabra. El agua caía por la vereda, con ella, Marciano se divertía esquivándola, pero esta lo tocaba provocando que diera un brinco. Por la noche escucho fuertes ruidos sobre la ventana, intento ignorarlo, pero un estruendo más fuerte lo obligo a dirigirse allí. Los vidrios rotos, habían caído en el plato de Marciano, el cual lo olfateaba para intentar comer. Luego de limpiar todo coloco un pequeño cartón para evitar el frio, pero este no resulto muy efectivo.

Metódicamente, vacío lo que restaba de la lata de atún. Al comprobar que ya no tenía dinero suficiente para que aceptaran venderlo algo, por ese día, se permitió no comer. Con los últimos trozos de carne formo un pasta que sirvió a Marciano, ver como lo comía le sentó bien, aunque la panza le rugía, pero el lo ignoraba.

En los siguientes días la esponja perdió su uso útil, tan solo era una migaja sucia que al raspar le dañaba los dedos. Guardo el balde en una habitación de herramientas y al cerrar la puerta se despidió de él. Cuando el invierno llego, todos los vidrios estaban rotos. El cartón que poseía, solo alcanzo a tapar tres de ellos, por lo que tuvo que improvisar para mantener cálida al menos una habitación. Eligio la cocina donde Marciano dormía. Acostado a su lado, intento descansar, pero el hambre se lo impidió.

Cuando ya habían pasado dos meses desde que le habían detectado que era Atimilico, Marciano estaba más delgado y el por su parte mucho más. Buscando por la noche entre la basura, encontró algunas sobras que dio de comer a Marciano de su mano, ya que una de las piedras había impactado en su plato, haciéndolo añicos. Busco algo para él, pero el miedo de que el vecino sospechara lo hizo regresar a la cocina. De repente escucho un murmullo que provenía de afuera, se acercó por la ventana rota a observar. Lo que tanto temía estaba ocurriendo, aun calles atrás una muchedumbre con antorchas se dirígia hacia allí. Rápidamente y sin tiempo a ponerse calzado tomo a Marciano en brazos y escalo la parte atrás del jardín que daba a la montaña. Aunque las ramas le lastimaban gran parte de los taloneas y las manos, cubrió todo lo que pudo a Marciano hasta llegar a la cumbre, una parte de ella en realidad. A esa altura su casa era observable en todo su esplendor, ardiendo en llamas coronado con gritos de alegría. El debilitado cuerpo de Marciano comenzó temblar por el frio, al notarlo saco la única prenda que le cubría el desnutrido pecho y lo envolvió en él.

Más lentamente se dignó a seguir escalando a montaña, quizás allí habría algo que Marciano podría comer. Pero cuando llegó allí, frente al sol del amanecer, la Atimilica le tomo factura, cayo de rodillas, luego boca abajo, pero con un esfuerzo logro darse vuelta. Marciano que había salido de sus brazos, se sentó a su lado. El resplandor del sol le trajo calidez en su rostro pero también una realidad, Marciano estaba más delgado de lo que recordaba, seguramente porque la oscuridad de la cocina no le dejaba verlo. Sintió un punzón en el pecho que lo hizo recostarse otra vez, Marciano al darse cuenta subió a su pecho con mucho esfuerzo, y empezó a dar vueltas en el, para luego acostarse.

El odiado….

La luz….del…día….no, es la luz de tus ojos amarillos, donde resguarda mi tranquilidad y…¿ porque tu peso es tan ligero? es por mi culpa quizás, yo no lose, pero si fue así fuese ¡realmente lo siento mucho!¿ PORQUE AUN ASI ELIJES DORMIR JUNTO A MI?, sabiendo que de aquí no bajare, podrías bajar..no..ya no …Puedes pero podrías haberte escapado hace mucho pero estuviste a mi lado y yo me pregunto¿ por que? pero el¿ por qué? de todo, y es tanto mi enojo conmigo mismo. Pero…sabes algo. Aunque mis labios no puedan moverse…quizás escuches los latidos de mi corazón, cada vez mas lentos….incluso en el frio…en la hambruna y la escases tu estuviste allí…..¡Oh tantos recuerdos vienen ami mente!… te veo en una zanja diminuto, repleto de barro, a ti te han abandonado. Pero pude salvarte de allí y cuando comenzaste a crecer me sentí bien..no..no es eso, por primera vez yo ¡Me sentí feliz!..y lo que es mas, no me sentí solo…fue la comida no…el hogar no…. Porque cuando eso se acabó tu estuviste allí. Entonces realmente ¿tú me aprecias?….si pudieras responder quizás me recuperaría. Pero eso no es posible…no en este mundo….el calor de tu cuerpo es más agradable que toda la luz del sol… y yo…que veo el mas allá….que aun siento hambre y no..yo.. no aun…no quiero morir…pero no hay nada que hacer…Mis ojos ya se cerraron solo escucho tu respiración que cesa al mismo tiempo que la mía.

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