Sigue,
sigue tu camino.
Aunque
sea rígido, inflexible:
por
más que sea, todavía y siempre,
camino
truncado. Despierta
las
espigas calientes del verano,
y
retrata en tus poemas, la angustia
o
el delirio
de
un amor en desbandada. Fiel
a
él, persiste en hacerte hombre
a
partir del dolor cauterizado.
Y
ríe, no se te olvide nunca
la
divisa de tu pensamiento.
Hombre,
no olvides nunca
que
estás de paso….
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