ENTREVISTA

¿Qué es lo que pretendes como escritor?

Desacralizar. Y para alcanzar dicho fin utilizo mucho la ironía que es la gran desacralizadora.

También recurro a la paradoja que conduce siempre al absurdo, a la metáfora que es la expresión misma de la relatividad y por supuesto al humor, ácido corrosivo contra la estupidez y la solemnidad

¿Deduzco por lo que has dicho que eres antidogmático?

Si totalmente. Veo los dogmas como los bajos donde no debe encallar nunca un libre pensador.

No hay para mí ninguna verdad absoluta. Hago mias las palabras de Machado “Tú verdad no, la verdad , y ven conmigo a buscarla, la tuya guardatela”

¿Qué es lo qué mas valoras que diga un lector sobre tu libro?

Que lo ha vuelto a leer. Por que creo que la buena prosa poética como la buena poesía es a la que se vuelve siempre por que cada lectura es distinta a la anterior. Quiero que mis libros sean joviales fuentes en las que el lector nunca se canse de mojar

¿A tú juicio por qué el genero de aforismo no tiene más éxito?

Por que son libros que carecen de ritmo. Por muy buenos que sean los pensamientos, sino se colocan con un cierto orden de tal modo que enlacen unos con otros armonicamente, el libro te caera de las manos. Yo quiero que mis libros fluyan, que tengan un ritmo por eso pretendo hilvanar los pensamientos de tal forma que cada página contenga un sentido propio. Hay algunos aforismos que por su fuerza me piden estar solos, otros los veo necesitados de compañía. Cada uno me pide un espacio y yo se lo respeto. El ritmo es la clave para mantener la atención del lector independientemente del género que sea, lo que ignoro es por que en este genero

no se le ha dado la importancia que merece, como si se le ha dado en la poesía.

¿Escribes libros duros?

Si, muy duros pero no solo hay pesimismo en mi obra también hay ternura, humor.
Persigo zarandear al lector de lo brutal a lo amable, de lo amable alo brutal, como la vida misma. Me gusta mezclar lo trágico con lo cómico, lo trascendente con lo banal, lo cursi con lo sublime

Mis libros son cualquier cosa menos consuelo, son la antitesis de un libro de auto ayuda. Yo también odio a Paulo Coelho.