En los llanos profundos de intenso calor, era una madre abrazando a su hija con mucho cuidado y amor. Los días largos y las noches cortas, era el día a día en aquel lugar de intenso calor. Mas en el intenso fervor de la zona, había un hermano que cuidaba a su familia; con la ayuda de una cámara y una buena vista sacaba fotos con las cuales mantenía a su hermana y querida madre. Sonaban las plazas con tañidos de cámara, viniendo de aquel impetuoso trabajador, que al llegar la noche, revisaba con mucho ímpetu sus fotografías y para decorar su obra; añadía una vela como marca personal, y al finalizar el largo día, se juntaba muy alegre con su familia en fin de descanso. 

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