Le vi pequeñito desde la otra orilla en que yo me encontraba, pero a medida que iba nadando hacía el, se volvía más grande y más terrible. Yo no creía en los monstruos, ni en las supersticiones y mucho menos en los mitos y supercherías que circulan por ahí. Pero la verdad es que algo había.
Me encontraba en Escocia y hacía calor, así que me tiré al lago a nadar un poco y vi algo a lo lejos que me preocupó. ¿Sería él?. A medida que avancé descubrí que era una zodiac y respiré profundamente para mis adentros. ¡Tonta!
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