UN REVES

Dos gajos de mandarina

Y Fransua subió a la mesa

Derramo la copa de vino

Y la miro con desdén

Fue a la esquina derecha

Dos vueltas y se sentó

Al mirarlo solo pensé

La despreocupación de él

La vida y la ironía

Quizá más mi vida que la de él

Y mirándolo pensaba

Qué será que piensa él

Un maúllo cálido

Se sintió en la habitación

Y mi delgado cuerpo

Solo se estremeció

Un leve sollozo me descubrió

Fransua sabía en qué pensaba

Dos horas, luego tres

Dos derechos y un revés

La lluvia cae fuerte

Fransua no se inmuta

Y yo tiemblo cada vez

Que el maúlla sin ver

Un vino, un tinto,

Un derecho, un revés

Un suspiro, un maullido

Y así llegó a su fin

Mi gato y su desdén

La ironía de mi vida

Y la simplicidad del día

Se consume en una copa medio vacía.

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