He intentado olvidarlo, pero siempre busca una forma de encontrarme.
No importa a donde huya o en que sitio me esconda, siempre habrá algo que me recuerde a él. El café en las mañanas, los días fríos, el olor a tierra mojada, el sonido de las cascadas.
Realmente no importa lo que haga, él siempre estará allí, en las pequeñas cosas, en las preguntas sin sentido, en los corazones de cupido o en los desvelos sin motivos
Fuimos un par de extraños al conocernos, y hoy fuimos un par de extraños al despedirnos.
Y aunque sé; que él pasa sus noches contemplando las estrellas en otros ojos, besando los lunares de otro cuerpo y haciendo con ella todo lo que nosotros debimos alguna vez haber hecho; aun así, no puedo dejar de revivir nuestros recuerdos y de escribir cada una de nuestros anhelos.
Observo las imágenes y por pequeños momentos mi corazón se vuelve a sentir tan feliz como en aquellos tiempos.
Los lugares de repente fueron demasiado grandes, las horas demasiado largas, y mi sombra demasiado extensa.
No importa a donde huya, él siempre estará ahí. Ya viajé a África, Ecuador, visté Londres, fui a la Sabana y me sumergí en los fondos marinos, y aun así, siempre le encontraba allí.
Está en el rocío que se queda en las ventanas de mi auto, está entre las personas, está en la lluvia, en el fuego, en el otoño, la primavera, verano e invierno.
Está en todos los lados, está en mi vida y creo que siempre lo estará. Porque el primer amor es verdadero y el resto, es solo para olvidar
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