Aún no puedo creer que por ti mis lágrimas no dejan de caer.
Ojalá el tiempo pudiera devolver.
Y así la tristeza de mi corazón detener.
En mi mente no te puedo dejar de ver.
Tú haces que mi alma se comience a romper.
De tanto llover, mi almohada una laguna decidió ser.
Mis ojos como cataratas se pueden ver.
Desearía que mis poemas tristes dejen de ser.
Por ti, mi inspiración feliz dejó de aparecer.
Triste poesía la que me haces hacer.
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