Por culpa de esos embusteros.

No concilió las ideas y las palabras no encauzan en un texto. No veo más el suelo sobre el que habría de estar el camino. ¡Mierda! Está ahí, lo estoy pisando, pero no lo veo, no… no sé.

Quiero un cigarrillo.

¿Cómo hago para darme la mano un momento? Me desencuentro cuando creo que te tengo enfrente y no estoy más seguro de que garompa siento. Porque creo que así está bien y que lo demás es complejo y no vale la pena.

¿Vale el tiempo si los desperdicio en traiciones? quizás sí. Quizás mejor una traición de tanto en tanto y no tantos olvidos de mí mismo.

Un cigarrillo, por favor.

Me pierdo para encontrarme un poco trastornado y después no sé cómo recomponer lo que queda. Rompí tres vasos y armé un cisne de cristal que no sirve para nada, pero es hermoso. Tendré que tomar el whisky directo de la botella, sí, pero veo la escultura y sonrió, a veces me angustio y otras veces lo veo y no está. Creo que las cosas que no sirven para nada sirven mucho más que las otras, como si alguien nos estuviera engañando.

Siento que puedo decir esto mientras el tío cacho me pide que le pase la mayo por que el pollo está muy seco. El pollo es lo importante en la mesa y yo flasheando que mis reflexiones pusieron palabras a una verdad absoluta. Igual y no era el lugar. Imagínate, para colmo esta noche vamos al gigante que juega Central, ni a mí me importan mis reflexiones. “Estuvimos en las buenas y en las malas también, dale que esta noche no podemos perder …”

Todavía quiero el cigarrillo.

Al final escribí alguna cosa, un poco conforme estoy, otro tanto desilusionado. Quiero hacer páginas y solo tengo algunos párrafos. Quizás valga más romperlos y armar constelaciones ¿Podría hacer estrellas con palabras? Quizás, si las describiera con detalles suficientes, si les diera el color, brillo, les inventara un aroma y les encajara un nombre. Una se podría llamar Diego, otra Leo, un par de Robertos, un Gustavo, un Luis, un Jorge Luis, un Julio (por el de la tinta, al otro le dejo un cascote como mucho) otra Juan, Eva, René, Charly tiene que haber una estrella Charly y otra que sea Che… Creo que tengo muchas estrellas para todos y no sé cuánto cielo se me conceda, permítaseme ver infinitos ahí donde no sé que como se llega.

Un poco ya me olvidé del cigarro.

¿Podemos pensar en dejar de pensar? Un rato, es que me agota. Igual y si saben cómo y me dan una mano se los agradecería. No, sabes que, deja, mejor me quedo pensando. Ya veo que dejo de existir por un momento de fiaca.

Bueno al final no fume y descubrí que el whisky es más rico sin hielo, hay que romper más vasos en el mundo.