Tumbada dentro de mi cabeza, empeñada a contemplar el cielo negro que nubla muchas veces el raciocinio de una persona aferrada, poco a poco empezó a aclarar…
viendo en el horizonte aquel sol tenue saliente que yo estaba dispuesta a vislumbrar y que disiparían todas mis dudas hasta alcanzar el cenit mas alto sin importar que llegara a quemar mis ojos.
Me di cuenta de que tenia un Patrón…
camino que no me ha sido difícil de atravesar a pesar de los escombros y las piedras que me entorpecen y se adentran en mis zapatos hasta lastimar.
He estado envuelta entre pieles muertas…
Pieles arrastradas por traumas familiares y una vida muy difícil, como si de una Heroína se tratase, me he visto con la tendencia de creer que esos humanos son auténticos y valientes porque se enfrentan con la realidad y tratan de no repetir patrones, caminando hacia adelante o al menos eso era lo que yo creía hasta hoy.
Mientras mas vas adentrándote, esas pieles comienzan a mostrar unas grietas que poco a poco se va despellejando hasta mostrar un rostro deforme y es ahí cuando te das cuenta que esos humanos terminan cometiendo los mismo errores de sus humanos mas cercanos.
Mi padre fue poco afectivo y casi nunca estaba en casa, esa chiquilla que habita dentro de mi aun, busca ese humano que la envuelva de un afecto inmensurable, aquel que no obtuvo de sus padres, mi mamá estaba siempre ahí pero era algo fría y muchas veces distante en su propio limbo…
Esos humanos que crecen con carencias van construyendo y moldeando una mascara para mostrar al mundo mientras alimentan al monstruo aparentando ser lo que no se atreven con coraje a ser realmente porque es desconocido para ellos y no desean volver a sentir a ese niño pequeño y vulnerable, limitándose a contemplar todo lo correcto desde afuera y tratando de replicar con resultados meramente mezquinos.
Pero cuando llega la penumbra y el ocaso esos atributos que te atrajo a sus orbitas en un inicio es lo que termina por hacerte salir disparado a cien mil años luz cuando finalmente contemplas la otra cara de la luna.
La mascara siempre se caerá…
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