Amor en vuelo esperanzado

Quizás mis pasadas y escritas poesías erase 
como el versátil preludio de tu llegada a mi 
vida. 

Te escribía sin conocerte… te imaginaba sin 
conocer de tu pequeña  y divina identidad. Eras
el ente enigmático de un vaquero soñador…
De un vaquero que tomaba y bebía el sorbo 
amargo de efímeros besos.   

Y hoy que te tengo a mi lado, sonrío, tiemblo 
y a veces titubeo delante de tu presencia. No 
quiero idealizarte como la bella y perfecta mujer 
a mi lado, por que en ocasiones el idealismo solamente
se vive en la mente. 

Vivirte, sentirte, desearte, abrazarte, besarte, amarte…
Sensaciones que no puedo darle un alto, mi cerebro racional
se inclina en detener dichas sensaciones; pero mi fierro corazón
se inclina en la opción de TODO LO QUIERO CONTIGO.  

– Y la verdad, en estos momentos le haré más caso a lo que dicta 
mi corazón y doblegaré lo que dicta mi razón… La vida sin riesgos
y sin creerle una vez más al AMOR son actos deshumanizantes, y yo 
quiero ser cada vez más HUMANO a través del leve contacto de
las estrellas y el bello impacto de tus suaves caricias; bellas acciones de
AMOR.