No estoy en soledad, solo camino solitariamente, abriendo mi mente, buscando el progreso constante, sin desenfocar mi mirada de la meta soñada, mis amistades se han desvanecido por el destino que me ha golpeado cuando me he desviado del camino demostrándome lo solo que debo que estar para seguir mi sendero elegido.

No tengo amor ni amistades ni hermanos con los que pude crecer para poder creer en la empatía y el querer, me fallaron, dañaron a ese niño cariñoso que luego vio la oscuridad del fondo del pozo y se lanzó  hacia él para ver en el final de abismo sin darse cuenta de que se volvería parte de aquella oscuridad.

URL de esta publicación:

OPINIONES Y COMENTARIOS